MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 

SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

7 DE ABRIL DE 2014

Arcángel San Miguel:

Estate tranquila, tienes que ver esto.

La Madre quiere que lo veas y Jesús también para dar testimonio de ello a tus hermanos y hermanas. 

Es el infierno, hija mía. Vamos a bajar a una instancia que el pecado que lleva a más almas a este lugar. 

Llegamos a una instancia donde hay mucho animales que aúllan, muerden, a las almas.

Otros con cuerpo de hombre y cabezas de animales, ¡es horroroso!

Otros con látigos golpean a todas estas almas, los muerden. Ellos maldicen a esos demonios pero también maldicen a Dios.

¡Dios mío, perdónalos Señor! No saben lo que hacen.

Arcángel San Miguel

Hermana, el infierno es todo maldición, se maldicen entre ellos, maldicen a los demonios al castigarlos, por hacerlos sufrir, por traerlos ahí, y a Dios, y es que el Señor no se puede compadecer de estas almas y la Madre Inmaculada.

Son las almas las que no se arrepienten y por ello están aquí eternamente porque están ebrias de rencor, de soberbia a Dios y a toda su obra.

Veo almas muy jóvenes, muy jóvenes, como adolescentes; otras un poco más mayores como de veintitantos años a treinta; otras almas de cuarenta y tantos a cincuenta y tantos; veo almas de sesenta y tantos a setenta, ochenta.

Arcángel San Miguel

Si, hermana mía. Este pecado es cometido por la humanidad en este tiempo, más que se cometió en Sodoma y Gomorra.

Ve ahora otra visión.

Veo hasta almas, cada una en su edad, jóvenes y adolescente, en botellones, en lujurias, dan rienda suelta a todas sus pasiones, no hay freno para ellos. Veo a los demonios que los animan a ellos y ellos marionetas que se dejan llevar por esta lujuria desenfrenada.

Al igual, veo, en las etapas más mayores, no hay pudor. Para ellos, todo esta bien. ¡qué asco, parecen animales! Así sucesivamente hasta llegar a la tercera edad.

¿cómo es posible, tanta persona mayor que haya caído en esto? Como animales, los demonios gozan y se ríen de ellos, se regocijan.

Se ven a todos con cadenas, cadenas gruesas, manejados por unos hilos que maneja Satanás y sus secuaces. Sólo piensan en pasarlo bien, en discotecas.

Los jóvenes adolescentes en el botellón y después a aparearse, con unas, con otros.

Veo como los ángeles se acercan a ellos, les avisan: que cambien de vida, que esa vida les va a llevar al infierno.

Que cojan los Mandamientos, que vuelvan a Dios. Pero ¡qué pena, qué dolor! Las palabras de los ángeles se hacen sordas a estas personas.

Mirar, el porque estas almas han llegado a este lugar. Porque son esclavos de estos esbirrios que hay aquí.

Oigo aullar a los demonios y a las almas que hay aquí. Se vuelven, me dan miedo, tienen cara de espanto. Vámonos, vámonos. Ese demonio viene hacia mí, no, no, no. Que no me toque, que no me toque, que no me toque.

La Virgen

De tanto dolor como nos produce ver la acción del hombre, hasta donde ha llegado, al ser peor que los animales, los animales se aparean para procrear pero el hombre y la mujer por vicio, por orden del marido o de la mujer para encontrar el gusto nauseabundo de la carne.

Pido mucho por la conversión de los pobres pecadores. Pide mucho por los hombres y mujeres que comenten atroces pecados.

Por menos fue castigada Sodoma y Gomorra, hijos  míos, en este tiempo todos los pecados han traspasado el límite. La copa de la justicia divina, la mano del Padre con la copa.

¡Mira! Está cayendo.

Orad mucho. Orad.

Para estar en gracia en el aviso y está cerca, para que se convierta la mayor parte de la humanidad. Se arrepientan de corazón. Suavizarían tantos eventos. La purificación sería más suave porque todo tienen que estar purificados para la segunda venida de mi Hijo.

Y os digo, que Él viene y está en puertas.