Vistas de página en total

domingo, 11 de febrero de 2018

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

19 DICIEMBRE DE 2017



Jesús
Poner todos en vuestros hogares un nacimiento, aunque sea pequeñito, por agradecimiento a vuestro Jesús, que se hizo hombre por amor a todos vosotros, en memoria y agradecimiento al sí de mi Madre y vuestra, que sin su sí, no hubiera sido posible la redención.
Y en memoria y agradecimiento a San José por haber creído y haber aceptado ser el padre putativo, al que quiero infinitamente. El más grande de todos los santos y el más amado por la Trinidad, mi Madre y vuestra.
Acudid a él y os ayudará y cuidará si vais con amor y confianza como me amó y me cuidó a mi cuando era pequeño, fui creciendo hasta que fue llamado por el Padre cuando yo tenía la edad de 30 años.
Vivir mi nacimiento como verdaderos hijos de Dios y no con embustes en la noche de mi nacimiento con grandes comilonas y bebidas y vivir estas navidades austeramente. Y creer que, en esta noche, mi pobre madre y mi pobre padre no pudieron encontrar un lugar calentito donde pudiera yo nacer, sino en una cueva fría, solo con el calor de mis padres y los animales pude recibir y más tarde el de los pastores que fueron avisados por el ángel.
Cuando fueron a verme y otras almas santas y sencillas de los contornos que se enteraron de mi nacimiento.
También Gabriel fue a decirles al buena nueva y con mucho amor y humildad vinieron a adorar al rey de reyes que había nacido en una cueva para daros ejemplos de humildad y daros ejemplo que con poco se puede vivir, y vosotros, hijos míos, que tenéis más que Jesús, cuando estuve entre vosotros que a la más dificultad os ponéis abajo porque estáis acostumbrados a vivir en la abundancia. Pero teniendo un techo donde vivir y lo necesario para vuestros cuerpos y vestidos y pagar los gastos de luz, agua, etc, tenéis que tener bastante. Que muchos estáis agobiados y nada os llega por meteros en gastos innecesarios.
Tomar ejemplo de la Sagrada Familia y empezar a vivir como ella con humildad, caridad, amor y pobreza.
Con lo necesario para vivir y renunciar a todo lo demás porque si no, hijos míos, lo vais a pasar muy mal.
Y acordaos de los que tienen menos que vosotros y ayudarlos a cada uno según vuestras posibilidades. Y si alguien os pide dar y no calmar vuestras conciencias con que si os engañarán o no lo necesitan. Juzgar, lo juzgo yo.
Y vosotras, madres, no ser tan blandas y enseñar a vuestros hijos a vivir con lo necesario que vuestros hijos tienen más de lo que necesitan y nunca se sienten saciados.
Y la mayoría os sacrifican, hijos míos, y llevan a algunas madres a pasar necesidades.
Si lo necesitan para comer darlo, para más comodidad, para caprichos, vicios y demás porque de ello también os pediré cuentas, hijos míos.
Los hijos que han formado una familia al igual que los que se han independizado tienen que aprender a valerse por ellos mismos y arreglarse con los sueldos que ganen, no vivir por encima de sus posibilidades, sacrificando a sus padres.
Y ahora, la bendición de San Gabriel, de mi Padre putativo, San José, de mi Inmaculada Madre y vuestra y de vuestro Jesús Niño desciende sobre todos vosotros y todos quedáis bajo los cuidados de la Sagrada Familia y San Gabriel que os ayudarán.  
MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

16 DICIEMBRE DE 2017



Jesús
La Sagrada Familia se ha hecho presente en medio de vosotros.
Quiero que este grupo tan amado de nuestros Sagrados e Inmaculados corazones formado y dirigido por nuestros Corazones, rodeéis a José mi Padre putativo, a mi Madre y vuestra, María, y a mí, vuestro niño Dios, y nos deis el calor de vuestros corazones para compensar el hielo de tantos y tantos corazones como congelan el nuestro, hijos míos.
Con vuestro amor, vuestra caridad, buenas obras, humildad que nuestros corazones se regocijen en los vuestros y sean el alivio, el consuelo que recibamos a tanto desamor y tanto olvido, tanta tibieza, tanto pecado, tanta maldad, como hay en este mundo, hijos míos. Y que todo ello, hiere y congela nuestros corazones, pero no me canso ni se cansa mi Madre y vuestra, ni se cansa mi padre y vuestro como os dije ayer y no nos desanimamos y salimos una, y otra, y otra y otra y otra…. A los caminos para recoger a las almas con los brazos abiertos extendidos y que poquitas almas recogen nuestros brazos, hijos míos.
Orar mucho por la conversión de los pobres pecadores.
Orar mucho para que en estas fiestas en la que se celebra mi cumpleaños, en cada hogar del mundo, tengan un recuerdo, aunque sea un miembro de la familia para Jesús, el niño Dios que nació y nací para la salvación de todo el género humano.
Quiero que el día 25 pongáis en vuestros altares, los que lo tengáis la imagen de la Sagrada Familia.
Y pedir en el rosario, en un misterio, por vuestros familiares, por vuestro hogar y por todas las familias y hogares del mundo entero, que Satanás, Lucifer, el rey de la mentira y de la iniquidad quiere terminar con ella.




MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

14 DICIEMBRE DE 2017



Jesús
Hijos míos de mi Sagrado Corazón.
Os bendigo a todos los presentes con grandes bendiciones, protecciones y gracias para que estéis siempre en mi sagrado corazón eucarístico. Para que caminéis siempre en mis pisadas ensangrentadas de sangre. Para que sea fácil cumplir mi santa voluntad en cada uno y cada de vosotros y vosotras, hijos míos e hijas mías. Llevar todo con amor y con paz, tanto las alegrías como las penas. Dármelo todo para alegrarme con vosotros y para sufrir con vosotros.
Con ello ayudáis a reparar mi sagrado corazón eucarístico, tan desgarrado, dolorido y traspasado por tantas y tantas espinas como en él me clavan tantos hijos.
Amarme mucho en la eucaristía, que ahí estoy verdaderamente presente en cuerpo, alma y sangre y divinidad, hijos míos.
Cuando vais al sagrario mis brazos se extienden a cada uno de vosotros, y aunque no me sentís salgo del sagrario y os abrazo fuertemente en mis brazos para confortaros en vuestras penas y ayudaros a llevarlas y si es la voluntad del Padre, solucionarlas o curar los males que tengáis, hijos míos, o tenéis. No creáis que me hacéis un favor, pues muchas almas vienen pensando que me hacen un favor cuando vienen al sagrario y el favor lo reciben todos vosotros.
¡Que no hago yo por un alma que viene ante mí, llena de amor, a mí, su Jesús!
Es la alegría y el gozo que Dios puede recibir de sus criaturas, hijos míos.
No olvidaros que estoy en él por vosotros, por el amor tan intenso que os tengo. Por ese inmenso amor a todas mis criaturas me quede prisionero en él, para daros vida, vida en abundancia para ayudaros y para que viváis más cerca de mí.
Quiero que sepáis que cuando comulgáis con amor, humildad, mi cuerpo, se hace uno con el vuestro y mi sangre se mezcla por la vuestra y corre por vuestras venas y la vuestra en las mías, hijos míos.
¡Cuánto os amo, aunque sea cinco minutos, de las veces que vayáis al sagrario, cinco minutos dedicarlos a reparar a vuestro Jesús en la eucaristía, por el dolor como ya os he dicho que me causa la ingratitud de mis criaturas, el olvido, el poco respecto que me tiene, que pasan ante mi como si no existiera! Y en vez de dedicar una gran mayoría de almas el tiempo que están en el templo antes de la misa como después a estar en mi presencia o a estar conmigo, la dedican a hablar unos con otros y se olvidan de mí. Se olvidan que estoy suplicante a una palabra de amor que salgan de sus labios, a una inclinación o buenas tardes, Señor.
Son cosas sencillas las que pido y ni siquiera esas cosas sencillas me dan mis almas, mis criaturas, hijos míos.
Vosotros ser almas reparadoras del sagrario. Ser sagrarios vivos pues yo vivo en vuestros corazones. En vuestros corazones plantó el Padre un sagrario con querubines que ellos suplen el tiempo que, por dedicarlo a la familia, a descansar o a los demás, ellos están siempre orando por vosotros en vuestro corazón. Recordarlo. Sois sagrarios vivos y ese sagrario está puesto en vuestros corazones, hijos míos e hijas mías.