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martes, 25 de noviembre de 2014

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

18 DE NOVIEMBRE DE 2014



Nuestra Madre
Hijos míos, vuestra Madre Inmaculada se ha hecho presente en este cenáculo formado por nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones.
Vengo como la Madre de Dios que trae a todos mis hijos de la tierra la Preciosa Sangre de mi Divino Hijo para verterla sobre todos vosotros y sobre toda la humanidad.
La Preciosa Sangre de mi Divino Hijo purifica y lava las almas y los cuerpos por dentro y por fuera. Sana y os libera del mal de Satanás, de sus secuaces y de vuestros enemigos, y en ella fuiste rescatados.
En ella, están todos los tesoros de la gracia para subir al cielo. Ella purifica vuestras almas y las limpia para poder presentaros ante su Divina Majestad.
Ella os preserva de tantos peligros, castigos, catástrofes, de tanto mal como hay y viene a este mundo. Ella es el sello de vuestra salvación.
Pedir por mi Inmaculado Corazón la Sangre de mi Divino Hijo y verterla sobre vosotros, sobre vuestros hogares, vuestras familias y sobre el mundo entero.
Lavar esta tierra de tanto pecado, de tanta inmundicia y de tanto mal, en la sangre del Cordero que quita los pecados del mundo y el mal que hay en él.
Haceros devotos y almas amorosas de la Preciosa Sangre de mi Divino Hijo que os traigo para lavar vuestras culpas, lavar vuestros hogares y purificarlos de tanto mal como el enemigo quiere dejar en ellos y lanzar las familias unos contra otros y sobre toda la humanidad, como ya ha hecho en una gran mayoría de hogares y familias.
Todo se está cumpliendo. Las señales se están dando. 
Preparar vuestras almas, vuestros corazones limpios y purificados en la sangre del Cordero para recibir a Jesús que viene, que está en puertas rodeado y lleno de ángeles y juzgará a los vivos y a los muertos y se dará los nuevos cielos y la nueva tierra en que el cielo se unirá a la tierra y la tierra al cielo y todos seréis uno en el Señor.
Los ángeles y los santos bajarán a ella y todos juntos daréis gloria, alabanza, adoración y bendición y adoración al Dios tres veces Santo: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Y por un tiempo, el Sagrado Corazón que es mi Divino Hijo y vuestra Madre Inmaculada acamparemos entre vosotros y todo será gozo, alegría y felicidad y el llanto por mil años será abolido igual que el sufrimiento.
Preparar con vuestras oraciones, sacrificios, humildad, caridad, fe, confianza y esperanza, el camino al Señor que viene entre las nubes para terminar con este mundo impuro de pecado y de horror y empezar un mundo lleno de amor, de paz y de felicidad.
Ánimo, hijos míos, hijas mías, el tiempo se está cumpliendo y este mundo como lo veis está agonizando, está muriendo para entrar en la tierra, en ella purificada, lavada en la sangre del Cordero. 
La tierra nueva y los cielos nuevos como el Padre al principio la creó y el hombre la manchó con el pecado de Adán y Eva y con todo el mal que el pecado ha ido generando con el paso de los años, milenios, ha hecho de ella una aberración de tanto mal, hijos míos e hijas mías.
La paz y el amor de nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones dolorosos desciende sobre vosotros.

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

15 DE NOVIEMBRE DE 2014


Nuestra Madre
Hijos míos, la paz y el amor de todo un Dios desciende a vuestros corazones. 
Gracias a todas y a vosotros hijos por acudir a la llamada de vuestra Madre y de vuestro Jesús.
Os pido que sigáis todo este mes de Noviembre teniendo un pensamiento y una oración por las benditas ánimas del purgatorio.
Millones de almas han salido y seguirán saliendo durante este mes. No olvidaros de estas hermanas y hermanos en el purgatorio siguen hambrientos de vuestras súplicas y oraciones por ellas.
Ello también es una obra grande de caridad y amor hacía vuestro prójimo. 
Ellas no pueden rezar por sí mismas ni pueden hacer nada por reducir sus penas y salir del lugar de la purificación. Sois vosotras y vosotros, hijas mías e hijos míos, y con vuestros sacrificios, pensamientos y oraciones podéis hacer tanto y tanto por ellas, hasta llegar a lo más grande que es el perdón de sus faltas, purificándolas mucho antes del tiempo que tenían que estar en este lugar de purificación.
Y, de esta forma, contribuís a acortar sus penas y a que salgan llenas de alegría y de gozo a los brazos del Padre, de los que no saldrán ya jamás.
¡No sabes la gran felicidad y alegría que hay en el cielo por ello! Y el corazón del Padre se derrite de amor, de misericordia hacía vosotras por haberle devuelto a millones de almas que estaban sufriendo en el purgatorio a sus brazos, hijas mías.
¡Porque todo se obtiene con sacrificios! A mayor sacrificio mayor recompensa. 
MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

18 DE OCTUBRE DE 2014



Nuestra Madre
Hijos míos, en esta tarde vengo como Madre de la Iglesia y de toda la humanidad, haciéndome presente en este cenáculo, formado por nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones.
Besar todos el suelo y los que no podáis el crucifijo en reparación de vuestros pecados, los de vuestros familiares y los del mundo entero.
Vengo en esta tarde, hija mía, cómo me ves. No con tres rosas en el pecho sino con tres espadas, la del centro es la pérdida de fe en muchas almas consagradas, religiosos y religiosas.
La salida de la vida sacerdotal o religiosa, la pérdida de fe de tantas almas consagradas y que lleva a tantos hijos por el camino peligroso y tenebroso que va al infierno.
Como ves, hija mía, esta espada se divide en tres (la espada del centro es la que se divide en tres y hace referencia a los pecados de las almas consagradas). La de la derecha es la falta de amor y caridad en el mundo y que por ello se está dando tanto pecado, tanta abominación y tanta aberración.
La de la izquierda es la falta de amor, de caridad, de confianza, esperanza y fe en tantos cenáculos y tantos lugares de apariciones como nos manifestamos. En muchos hijos y en muchas hijas que se llaman nuestros.
El hombre camina a su libre albedrío, no piensa nada más que en sí mismo y no se preocupa de más, se cree tan autosuficiente que para él no hay Dios, pues él mismo se cree Dios.
Y, el gran dolor que lacera mi Inmaculado Corazón es la pérdida de tantas almas consagradas, la pérdida de la fe en otras tantas y muchas que podían salvar a tantas almas y llevarlas a Dios, pero los que quedan dentro se han enfriado, una gran mayoría, han perdido el sentido del pecado y han dejado solamente a Jesús en misericordia y todo lo que hace el hombre es perdonado y no trae consecuencias.
Mirar por donde camina este mundo, creado con tanto amor por el Padre y puesto en vuestras manos para vuestra necesidad y la avaricia de muchos deja sin comer a una multitud. Se han apoderado ellos de la tierra y esta tierra no es de unos pocos, es de todos. Pues a todos el Padre os la dio.
Mira, hija mía, la tibieza en almas de tantos grupos y apariciones, llega un momento que nuestras palabras les da igual, se han acostumbrado tanto a nosotros que nos tienen como un igual a ellos.
A estas almas que tanto he dado, tanto ha dado mi Hijo, el Padre y el Paráclito, tantos talentos, tantas gracias, tantas perlas que hemos puestos en sus manos, mi Hijo como juez pedirá cuentas.
Y el dolor, el sufrimiento, en el purgatorio, en el infierno será similar a las almas consagradas que obstinadas han seguido hasta el fin de sus vidas y después en su error y que llegado el momento de tanta luz y gracia como da mi Divino Hijo a las almas están tan llenos de soberbia que la luz de la gracia, los brazos de mi Hijo extendidos hacia ellos y hacia ellas no lo ven porque la soberbia les ciega.
Tener cuidado y no juguéis con espada de doble filo porque os podéis cortar y el corte será tan profundo que se gangrenará la mano, el alma y no habrá salvación para ella.
A todos los grupo de oración, a todos los que acuden a lugares de apariciones recoger con amor las perlas de las gracias del amor, de la misericordia y tantas perlas que ponemos para el progreso espiritual del alma, para el cambio del alma, cogerla con amor, como un gran tesoro y llevarla al corazón y no echarla a los puercos. Tantas perlas, tantas gracias para todo lo que necesitáis aquí y en otros lugares se están dando como el padre y la madre da a sus hijos para cuidarlos y protegerlos y ayudarlos, así os estamos dando a todos vosotros.
¡Cogerlas, cogerlas, y llevarlas a lo más profundo de vuestro corazón!
No seáis soberbios ni desobedientes y dejaros conducir por nuestras palabras, por nuestros consejos y enseñanzas que no son otros que los Evangelios y las Sagradas Escrituras.
Vengo de negro, como la primera vez que me manifesté como Madre de la Iglesia, así vengo a vosotros a que consoléis a vuestra Madre y convirtáis estos puñales, estos tres puñales en rosas de amor, de caridad y de agradecimiento.
Porque no vine la primera vez como me conocéis por la Rosa Mística de las tres rosas de la oración, del sacrificio y de la penitencia sino vine como Madre de los Dolores, con tres puñales, espadas en el pecho por los pecados de las almas consagradas. Y el que no crea estas mis palabras que las busque.
Pedir mucho por el santo padre que está sufriendo mucho por los lobos que tiene alrededor disfrazados de corderos.
Pedir mucho por las almas consagradas que se han desviado, han perdido la fe al igual que por religiosos y religiosas y se han salido de sus órdenes o de la vida sacerdotal.
Pedir por los sacerdotes santos y justos, las almas consagradas para darle fuerzas con vuestros oración y vuestro amor para que sigan rectos, puros, castos, llenos de amor y misericordia a sus hermanos, al rebaño que mi Hijo pone en sus manos y sobre todo a Dios, que desde Él le viene el amor a todos los fieles y a todos las almas que llevan alrededor.
Rezar el rosario diariamente y no pensar tanto en los problemas y situaciones difíciles que tenéis. Si tuvierais más fe y más confianza las pondríais enteramente en los Corazones  de vuestro Jesús y de vuestra Madre.