MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
27 SEPTIEMBRE DE 2017
Jesús
Hijos míos, vuestro Jesús junto con mi Madre y
vuestra, el Ángel de España, los arcángeles, los ángeles de la guarda de cada
uno de los que estáis aquí presentes y los mártires de España, nos hemos hecho
presentes en este cenáculo formado y dirigido por nuestros Sagrados e
Inmaculados Corazones.
Todos juntos con mi Madre, capitana y Reina, se han
unido con vosotros al rezo del santo rosario para presentarme vuestras
súplicas, vuestras intenciones y la petición que habéis hecho en el rosario por
España.
Todo ello me lo ha presentado mi Madre cubierta por
la sangre de los mártires.
Orar mucho por vuestra patria que el rey de la
mentira y la iniquidad la quiere destruir por completo.
Orar para que mañana no se de la violencia que en el
cielo se está viendo y quede suavizado y aplacado por la mano del Padre.
¡Ay, hijos míos, hay tanto mal y tanto pecado en esta
España, tierra de nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones!
Que sólo las almas llenas de amor, los grupos de
oración donde verdaderamente me amen y cumplan mi santa voluntad, sólo en estas
almas recoge mi Madre los ángeles, arcángeles y los mártires, las súplicas y
las oraciones y me son presentadas para tener un poquito más de misericordia
con España. Pero sólo a estas almas y a las almas fieles de este grupo, sólo
por ellas y como os he dicho, por las almas fieles de este grupo, al final la
victoria se dará en vuestra patria.
Es nuestra tierra, pero antes tiene que ser muy
purificada y tanto los buenos como los malos vais a sufrir mucho.
Pero no tener miedo, si estáis en nuestros corazones,
a nada debéis temer porque vuestros sufrimientos serán suavizados y algunos
quitados.
Orar porque en verdad os digo que España se va a
poner cada día peor.
La mayor parte de vuestra España está en poder del
enemigo, pero Yo la arrancaré de sus garras. Está escrito y profetizado.
Mi Sagrado Corazón triunfará en España al igual que
el Inmaculado Corazón de mi Madre y vuestra.
Llevad todo lo que os venga con mucho amor, mucha
paciencia, mucha fe, mucha confianza, mucha humildad y dejarlo todo en nuestros
Sagrados e Inmaculados Corazones.
El tiempo de la gran purificando en el mundo ya ha
llegado y se está dando. Unos países sufrirán más que otros por los pecados que
en esos países han cometido o se están cometiendo, según los pecados así serán
purificadas las naciones. Como también algunas también desaparecerán de la faz
de la tierra.
Cuando todo parezca que todo está perdido, las
fuerzas flaqueen y la fe se debilite, Yo vendré y apartaré la paja del trigo y
todo lo malo que en ella se ha dado desaparecerá como un soplo.
Los ángeles volarán con las almas justas al cielo
para el gran vuelco de la tierra.
Quedando sumergida la tierra tal y como la conocéis
ahora y surgirá la tierra nueva, el paraíso que creó el Padre al comienzo de
los tiempos.
Todo ello está a punto de cumplirse, pero antes,
grandes catástrofes naturales se darán y muchos males de la naturaleza y males
provocados por el hombre y por la mano del hombre y males que caerán del
universo que el hombre en su maldad ha contaminado.
Pero no tengáis miedo, cobijaros en las arcas de los
Sagrados e Inmaculados corazones, los de mi Madre y en el mío.
La revolución se dará en España más fuerte o más
suave, según responda el hombre.
¡Ay, de los poderosos, de los grandes, de los
gobiernos que han fundados sus gobiernos en arenas movedizas y no en los
cimientos del Padre, del Hijo y del Paráclito!
Por eso, todo se tambalea, por eso todo se viene
abajo porque los poderosos y los gobernantes han construido un pueblo sin Dios,
un pueblo, me estoy refiriendo, a todas las naciones. Contadas con una mano se puede
ver los gobernantes que en sus gobiernos me tienen en su centro.
Toda clase de abominación se está dando en la tierra.
Os pido que pidáis a la reina de cielos y tierra,
Madre de Dios, del Hijo, que os está hablando, y Madre vuestra que mi Preciosa
sangre junto con la de mi Madre y vuestra acorte estos tiempos y pedir al Padre
que sea muy pronto mi segunda venida. Estoy en las puertas pero que se abran
ya.
Todo depende del Padre, hijos míos e hijas mías.
Pero no tengáis miedo, si estáis en nuestros
corazones, mi Madre y vuestra y vuestro Jesús os tendremos en ellos y como la
gallina protege a sus polluelos así os protegeremos a vosotros.
Pero para ello tenéis que tener fe, fe, fe.
No la de los labios sino la que sale del fondo de
vuestro corazón.
Confianza y mucha humildad y procurar estar siempre
en gracia.
Tener los alimentos básicos en vuestros hogares
porque pronto no vais a poder comprarlos.
Mirar que lo vengo diciendo al igual que mi Madre y
vuestra y es por el amor tan inmenso, infinito que os tengo. Que os quiero
proteger de todas formas, hijos míos.
Ser obedientes, no perezosos y no dejarlo para última
hora como hicieron las vírgenes necias.
Os bendigo y os cubro en la protección del Ángel de
España, a quien tenéis que acudir más.
Os cubro con las alas de los arcángeles y su
protección. Os cubro en las alas de vuestros ángeles custodios y en todos los
ángeles que os hemos dado en el grupo y en la sangre de los mártires que dieron
su vida por mí, hijos míos.
Todos sois sellados en vuestros ángeles, en la sangre
de los mártires de España, en los arcángeles y en la espala del ángel de España
y San Miguel.
Me gusta mucho que me dais las gracias, pero más
cuando hacéis mi voluntad porque en ello os reconocéis ante Mí, por el amor que
me tenéis.
El poder, el amor, la misericordia y la justicia de Dios
Padre desciende sobre vosotros
La justicia del Padre os protegerá y no pagaréis como
merecen vuestros pecados.
El poder, el amor, la misericordia de Dios Hijo, que
es Él que os está hablando, desciende sobre vosotros.
El poder, el amor, y el fuego del Paráclito desciende
sobre vosotros.
Quedad en mi paz y en mi amor.