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viernes, 13 de noviembre de 2015

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES


22 DE SEPTIEMBRE DE 2015



Jesús
Vuestra Madre Dolorosa y vuestro Jesús crucificado nos hemos hecho presentes en este cenáculo formado y dirigido por nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones. 
Hijos míos, desde la cruz extiendo mis brazos y os rodeo en ellos.
Mi sangre cae a borbotones sobre cada una de vosotros.
La llaga de mi costado se abre de par en par y por ella sale el agua y la sangre, el amor y la misericordia, los sacramentos de la Iglesia.
¿Habéis visto cuánto os amo? Jamás me canso de daros y ardo en deseos de reunirme en los cenáculos con vosotras y con mis hijitos al igual que ardía en deseos de dar la vida por cada hombre, mujer y niño de todos los tiempos.
Este corazón que palpita de amor infinito por cada hombre, por cada mujer y por cada niño. Este corazón hambriento de amor y que saciáis parte de él los que estáis conmigo y los que me aman.
Tengo sed, mucha sed del amor de tantos y tantos hijos que no me reconocen, que me han olvidado y siguen al rey de la iniquidad y del engaño y como un leproso salgo a los caminos; llamo a sus puertas para atraerlos de nuevo a Mí y me escupen, me abofetean y me cierran sus puertas sin miramiento.
Amarme por los que no me aman, reparar por los que no me aman, rezar por los que no me aman para atraer a Mí a una parte de ellos que todavía no tienen el corazón tan endurecido. Y a estas almas con vuestra oración, sacrificio y demostraciones de amor a vuestro Jesús, todo unido al corazón doloroso de mi Madre y vuestra las podremos recatar.
No ser egoístas, está bien y quiero que pidáis por vuestras familias pero no olvidaros de la otra familia que anda errante por este mundo.
Y que también son vuestros hermanos porque fueron creados por el mismo Padre, el Padre Celestial, hijos míos, el Padre eterno. Que a cada uno al igual que a vosotros, os acunó en sus brazos cuando creó vuestras almas y las mimaba, las acariciaba, las besaba y ¡qué dolor para un padre dejar a estas almas en los cuerpos que se iban formando en el vientre de las madres sabiendo que para muchas era condenación!
Apiadaos del corazón de mi Padre que es Padre de todos los hombres con vuestra ayuda y la ayuda de todas las almas que nos son fieles atraeremos a un gran número, a una parte de esta humanidad perdida, a mis brazos y de mis brazos a los del Padre.
Acudir al Inmaculado Corazón Doloroso de mi Madre en estos tiempos tan difíciles y más que se van poner día a día, que estáis viviendo de tanto dolor y de tanto sufrimiento.
Todo lo anunciado por el cielo, por Mí y por mi Madre se está cumpliendo.
Gran tiempo de dolor y sufrimiento os viene porque estáis en el centro de todo lo profetizado. Todo esto llevamos siglos y años anunciándolo.
No para asustar al hombre sino para que esté preparado y en alguna de vosotras he visto el temor porque no habéis dado el suficiente crédito a nuestras palabras hasta que no habéis empezado a ver los acontecimientos y que cada palabra, cada tilde se está cumpliendo.
No tener miedo. El que me tiene a Mi y tiene a mi Madre nada debe de temer, hijos mío e hijas mías.
Conmigo y con mi Madre los sufrimientos son llevaderos y ligeros y estos sufrimientos os llevarán a la gloria del Padre.
Las veces que iba a ser traicionado aún dentro de mi Iglesia, las bofetadas que iba a recibir, los salivazos, los latigazos de los que se llaman míos, etc. Ello me causó tanto, tanto, tanto dolor que todos los poros de mi piel se abrieron y la sangre empezó a correr por ella, empapando todo el lugar donde estuve de rodillas. Hasta que el Padre no pudiendo más ver mi dolor mando a Gabriel con el cáliz y me fortaleció al ver que con mi sacrificio de dolor se iban a salvar muchas, muchas almas y el amor que tengo a cada alma es tan inmenso, infinito que me levante y fui a la cruz lleno de amor infinito por ti, por ti, por ti, por ti, por ti, por cada hombre y mujer y niño de todos los tiempos que gracias al rescate que pague al Padre por vosotros se iban a salvar muchas almas, inmensas.
Ser muy humildes, amaos unos a otros como Yo os amo. Soportaros si no podéis llegar a tanto pensar que ninguno sois perfectos y no veáis la paja en el ojo ajeno cuando vosotros todos tenéis una viga en el vuestro.
Ayudaros que os conozcan todos por el amor que os tenéis y me tenéis a Mi y a mi Madre y por como os ayudáis.
MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES


19 DE SEPTIEMBRE DE 2015



Jesús
La Sagrada Familia protegerá vuestros hogares de mucho dolor, que al igual que a la Iglesia el enemigo ha hecho estragos en ella para destruirla.
Os vuelvo a repetir: manteneros en la tradición de vuestros padres que en ella está la verdad.
Tener cuidado que el enemigo viene disfrazado y disfraza el mal del bien y os va a confundir. Mirar que os lo aviso para que no andéis divididos aún entre vosotros.
Los grupos que perseveran también el enemigos los quiere destruir y muchos han caído.
Mirar, todo esto lo venimos avisando hace tanto y tanto tiempo y en estos tiempos actuales en los que estáis se está dando cumplimiento.
El dolor será inmenso al igual que el sufrimiento pero ahí tenéis el corazón doloroso de mi Madre para acudir a Ella y el corazón de vuestro Jesús. Entrad a él por la llaga de mi Divino Costado que está constantemente abierta para que entréis y descanséis en mi Sagrado Corazón, derramado a través de mi Madre.
Los tiempos no va a ir a mejor porque los gobiernos de la tierra quieren quitar a vuestro Jesús, al Padre y al Paráclito de enmedio y gobernar sin Dios haciendo ellos una sola religión, que nada tiene que ver Conmigo sino con el enemigo.
¡Ojo tener mucho cuidado con los profetas que muchos no son míos! Y hacen y harán prodigios en el aire y en la tierra y esos prodigios son del enemigo.
No saliros, hijos míos e hijas mías, de la tradición de vuestros mayores para no confundiros. Regiros por ella, por los mandamientos y el Evangelio.
Vuestros Jesús y vuestra Madre Inmaculada cuando os manda buscar algo, os manda leer mensajes que no sean los que os estamos dando en el grupo, siempre os lo mando mensajes dentro de mi Iglesia, nadie os podrá acusar de farsante.
Y todo ello lo hago para que no dudéis porque muchos de los profetas que vosotros y otros hombres dan por buenos no los son.
Tener cuidado que la confusión está ya aquí en la tierra. Los demonios están haciendo de tanta mentira, tanta verdad con tanta sutilidad que convencen aún a los mismos elegidos.
Tener cuidado y leer profecías. Las de los santos y las apariciones aprobadas por mi Iglesia para no caer en los errores, especialmente os lo digo a los que nada más sabéis meteros en internet.
¡Que os pueden confundir, que la mentira está disfrazada de la verdad. Y es difícil descubrirla, hijos míos!
Hay cada abominación en la tierra que ni siquiera cuando fui Yo crucificado había tanto mal como lo hay ahora! y los verdugos de ahora son más crueles que los de entonces contra vuestros Jesús.
Andar con cuidado, ser cautelosos y no creer todo lo que os digan.
Seguir a los pastores santos y pedir por todas las almas consagradas, que el infierno en estos tiempos está lleno de ellas.
Pedir para que se arrepientan y vuelvan a mis brazos, al brazo del Buen Pastor, contritos, arrepentidos, que Yo les daré gracias y luces inmensas para ser grandes y santos sacerdotes.
Recordad esto ¡cuánto más sufrimiento, más dolor, más gracias Yo doy a los míos pero los míos me tenéis que corresponder!
MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES


14 DE SEPTIEMBRE DE 2015



Jesús
Hijos míos, vuestro Jesús con mi Madre y vuestra nos hemos hecho presentes en este cenáculo dirigido y formado por nuestros Corazones.
A todos los que habéis honrado los dolores de mi Madre y vuestra y la Exaltación de la Cruz os bendigo y os doy las gracias por el esfuerzo que algunos habéis hecho de ir a los templos donde se celebraban los dolores de mi Madre y la Exaltación de la Cruz de manera especial.
En estos tiempos últimos en que la gran tribulación se está haciendo cada vez más visible y difícil de llevar porque se acerca el tiempo de mi segunda venida y para ello todos tenéis que estar purificados.
Os pido que acudáis al corazón doloroso de María.
Mi Madre sabe bien de todos los dolores y sufrimientos que aquejan al hombre. En su corazón doloroso recibiréis la fuerza, el alivio y algunas soluciones a los problemas de tantos dolores y sufrimientos como lleváis.
¡Ánimo, todo el que acude a mi Madre no queda defraudado!
Obsequiarla con la “Coronilla de los Siete Dolores”, poderosa oración dada por mi Madre para los dolores y sufrimientos del hombre y para aliviar sus dolores y derramamiento de sus lágrimas por la ingratitud de los hombres.
Grandes dolores y sufrimientos llegan a esta humanidad perversa que no me reconoce y vive a su libre albedrío.
Vosotros que os decís míos, que os hablamos desde hace ya años y os llevamos de la manos del Buen Pastor y de la Divina Pastora, no ser hipócritas y fariseos que se os conozca por el amor que os tenéis unos a otros.
Consolar nuestros corazones desgarrados por la ingratitud y la maldad del hombre, poniendo en práctica todo lo que os venimos diciendo día tras día y encontraréis en el corazón doloroso de mi Madre y en el mío: consuelo, fuerza, ayuda, alivio, a todos vuestros sufrimientos sean mayores o menores.
Los tiempos de la gran tribulación y purificación han llegado pero no temer, ahí tenéis vuestro refugio, el Inmaculado Corazón de María doloroso y mi corazón agonizante por la pérdida de tantas almas y el rechazo de ella a Mí, su salvador, al Padre y al Parásito.
Orar por la Iglesia, por el Papa y las almas consagradas.
Grandes tinieblas cubren a mi Iglesia, obispos contra obispos, cardenales contra cardenales, sacerdotes contra sacerdotes que hacen su voluntad y no la mía. Desobedecen a los obispos buenos y cardenales.
Coger el mensaje de la Salette, todo se está cumpliendo y creer que el reinado del anticristo está llegando y si el hombre persiste en su soberbia dejaré que se sienta el látigo de los que han ido y van contra Mi y contra los míos.
Hoy, la advocación de mi santa Madre de la Salette, en este día os pido que leáis el mensaje.
Mi Madre vino a dos niños en un pueblecito de Francia, más que pueblo aldea, desgarrada, llorando por estos tiempos, por la pérdida de tantas almas, por la pérdida de la fe y de su Iglesia enfrentada unos a otros.
Este mundo se ha vuelto la mayoría pagano y camina a su libre albedrío, sin Dios.
En manos del enemigo y las tinieblas invaden más la tierra, las mentes, los corazones y a mi Iglesia.
Ser lámparas encendidas que den luz a este mundo y ser testigos de la verdad del Evangelio según está escrito.
Ser guardianes de la tradición de vuestros mayores, dar testimonio de la verdad y alumbrar en las tinieblas que invaden a mi Iglesia y al mundo.
Sed muy humildes y regiros por nuestras enseñanzas.
Llevar vuestras cruces con amor y ofrecerlas. Ellas serán vuestra salvación y la salvación de muchas almas junto con las cruces de otras almas que están junto a Mi en la cruz.
No desfallecer, perseverar que vuestras cruces junto a la demás cruces de las almas que me han sido fieles hasta el final son estandarte que acompañarán a la mía y resplandecerán junto a la mía.
Ánimo y os vuelvo a repetir: ser muy humildes y nada egoístas.
Santiguaros haciendo la señal de la cruz despacio, la señal de mi cruz espanta al enemigo pero hacerla bien y despacio.