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miércoles, 21 de septiembre de 2016

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
 
13 JULIO DE 2016



Nuestra Madre
Cuando hijas o hijos, a todos nombro, ya seáis hombres o mujeres.
Gracias os doy por haber acudido a mi llamada.
Gracias os doy por la reparación que hoy habéis hecho a mi Inmaculado Corazón. Con vuestra oración y sacrifico, porque ninguna y ninguno estáis bien habéis salvado muchas almas consagradas que hoy hubieran caído en el infierno.
Orar mucho por las almas consagradas tan perseguidas por el maligno y una mayoría seducidas por él.
Orar para que se den cuenta del error tan grande y las herejías que están cometiendo al negar verdad de fe al cambiar las palabras y el significado del Evangelio, al entregar a mi Hijo en las manos de los fieles como si estuvieran repartiendo galletas o migajas de comida.
Orar para que las almas consagradas preparen bien el rebaño para recibir bien a mi Hijo en la Eucaristía que muchas tienen miedo y son cobardes.
Orar para que las almas consagradas pongan el mayor respeto en el vestir en los templos santos de mi Iglesia, de la Iglesia de Cristo.
Orar para que la mayoría de las almas consagradas que han perdido la fe la recuperen y vuelvan al Padre como el hijo pródigo y puedan volver otra vez a vestir sus sotanas puras y limpias y llevar muchas almas a mi Divino Hijo.
¡Cuánto dolor siente mi Inmaculado Corazón traspasado por siete espadas al ver el desvío de los pastores de mi Iglesia, de la Iglesia de Cristo, de vuestra Iglesia!
Al ver las herejías de tantos y otro tanto de abominación.
Orar, por favor hijos, mucho por las almas consagradas, desde los más altos cargos hasta los más bajos.
Orar para que las almas consagradas santas y fieles no tengan miedo a sus ordenes a las ordenes donde estás con los obispados, etc. Y sean valientes y proclamen la verdad sin miedo a las consecuencias.
Orar para que estas almas se llenen de más confianza a Jesús y no tengan miedo a lo que puedan decir de ellas o lo que les puedan hacer.
Necesito almas consagradas fieles y santas en mi Iglesia, en la Iglesia de Cristo, mi Divino Hijo, vuestra Iglesia.
Almas con coraje que rescaten a las almas de las garras de Satanás. Almas sin miedo a enfrentarse a la mentira, al engaño, a los cambios de la Iglesia.
Almas puras y santas que las hay.
Orar por ellas para que ese miedo se desvanezca y el Paráclito actúe libremente en ellos.
Orar por vosotras y vosotros para que podáis con la gracia de mi Hijo y mi ayuda llevar a cabo todo lo que os pedimos.
Orar por las almas que se llaman nuestras y que están en la Iglesia de Cristo y cogen lo que una gran mayoría de almas consagradas hacen: lo que les conviene y niegan, rechazan y pisotean, hijos míos e hijas mías.
Lo que les llevaría a ser libres, abrazar la cruz en Cristo, a ser almas rectas llenas de luz y del amor de Dios.
Y en cambio viven a su libre albedrío.
Orar por las almas que diariamente van a la Iglesia, al templo, a la iglesia formada por mi Divino Hijo y ni tan siquiera hacen un pequeño saludo a Jesús que está en la Eucaristía y van a pasar el rato y a constarse sus penas en el templo.
¡Qué dolor tan inmenso ocasionan a nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones!
Los pecados de las almas consagradas y los pecados de los cristianos bautizados y que dicen seguir a Cristo y no se rigen por la ley que son los Mandamientos y cogen y quitan lo que les conviene del Evangelio son las almas que más espadas junto a los sacerdotes clavan a nuestros Corazones.
Almas de luz dejar que la luz brille en vosotros y no apagarla con vuestras niñerías sino hacer que cada día, cada instante, brille más y podáis llevar muchas almas a nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones con nuestra gracia pero para ello tenéis que seguir el camino estrecho, pisar en las huellas ensangrentadas de mi Divino Hijo. Regiros por nuestras enseñanzas.
Que en vuestro rostro llenos de amor y humildad, de caridad, de fe, de confianza y de esperanza vean a mi Divino Hijo. Dejar verlo y no apagar la luz con niñerías que esas niñerías laceran mucho nuestros corazones.
Esas niñerías os hacen retroceder y no avanzar y es tiempo de que vayáis subiendo peldaños en el camino espiritual porque de ello si no hacéis caso a nuestras palabras también se os pedirán cuentas.
Amaros y aceptaros todos y todas tal y como sois. Que nadie es mejor que el otro o que la otra.
Que nadie es mayor que los demás. Haceros pequeños y ocupar los peores puestos para que ocupéis los primeros en el Reino de los Cielos.
Negaros a vosotros mismos y seguir en el camino trazado que lleva a la eternidad a la gloria eterna que es el Evangelio y los Mandamientos y los sacramentos.
Acudir a la fuente viva del sacramento de al Penitencia pero no ir por ir. Ir con el verdadero dolor de vuestros pecados y con el propósito de cambiar que si hacéis el propósito nuestros corazones os dan la gracia para ello.
Mira hija mía.

Rosa
Veo a nuestra Señora con una túnica blanca, con los brazos extendidos con un rosario en cada mano y un manto con capucha . ¡qué bonito!
En su pecho hay tres rosas. La blanca, la roja y la dorada. Porque no la veo amarilla, la veo más bien dorada. ¡Que belleza!
Madre, que rubios son tus cabellos. ¡Que hermosura, Dios mío!
La Virgen nos sonríe coge las rosas con sus manos.
Las alza y las tres rosas veo caer como una lluvia grande de pétalos sobre todas nosotros y nuestras familias. Pétalos rojos, blancos, dorados y como una lluvia blanca finita junto a los pétalos. Otra roja claro.

Nuestra Madre
Esta lluvia es la sangre de mi Divino Hijo que se está derramando sobre vosotros.
La blanca es el agua que broto de su divino costado. Fíjate

Rosa
Es blanca pero como sonrosada. Son como dos colores a la vez.
Pero hermosos , todos llenos de luz
Y de la rosa dorada aparte de los pétalos veo una lluvia finita como si fuese oro pero yo no se, lleno de luz. Todo ello cae sobre nosotros.

Nuestra Madre
La gracia y el amor del Padre es ese polvo dorado que ves hija mía.
Todo ello son bendiciones y gracias que estáis bendiciendo en esta tarde.
El poder del Dios Padre, de mi Divino Hijo y del Paráclito desciende sobre vosotros Gracias por haber alegrado y reparado nuestros Corazones
Gracias por haber honrado esta advocación de vuestra Madre.
Si os mantenéis fieles, vuestra Madre, en la advocación de la Rosa Mística estará siempre junto a vosotras y vosotros hasta el fin de vuestros días aquí en la tierra y luego en la entrada al cielo.
Ánimo vuestra Madre está con todos vosotros.
Ir en paz.
MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
 
8 JULIO DE 2016



Nuestra Madre
Hijas mías, gracias os doy a todas las que habéis venido atraídos por mi llamada y la llamada de mi Divino Hijo a esta Hora Santa, con espíritu de amor, de fe y de sacrificio.
Gracias por ser piedras de amor donde mi Divino Hijo ha puesto su cabeza, donde ha descansado, donde ha recibido el alivio y el amor que el es negado en la gran mayoría de las almas, incluso en muchas de las almas que se llaman suyas.
Gracias por haber sido las verónicas que en esta noche habéis enjuagado su rostro de lágrimas de dolor por el desamor de los hombres.
Gracias por haber sido cáliz en los cuales mi Divino Hijo ha vertido su Preciosa Sangre y que en estos momentos es derramada por cada uno de vosotras y sobre ti, hijo mío, sobre este hogar y sobre los hogares de los presentes.
Y sobre todos vuestros familiares.
Sello de salvación, de protección, de curación, de liberación y de santificación.
Y a las almas que estáis aquí, venidas solo por el amor a mi Hijo, por el sacrificio que habéis hecho sin importaros lo que os duela u os deje de doler, los problemas y demás, solamente por venir a estar junto a Él y en ti, hijo mío, a enjuagar sus lágrimas, a darle vuestro amor, el Padre os ha puesto a los que estáis aquí presentes y habéis venido de esta forma que os he mencionado, un ángel del ejercito de San Miguel.
El os protegerá  y os cuidará en todos los momentos difíciles que os quedan por pasar.
Revestiros con las armas de la fe, de la humildad, del amor y de la caridad.
Sacar de vuestras almas de vuestros corazones todo mal pensamiento, todo orgullo y soberbia y revestiros del amor que mi Divino Hijo os ha dejado en esta tarde y su Preciosa Sangre.
No ser malpensados, quitar todo lo que desagrade a Dios de vuestras almas y vuestros corazones.
El poder de Dios nuestro Padre desciende sobre vosotras y sobre ti, hijo mío.
El poder y la misericordia de Dios Hijo, mi Hijo, vuestro Jesús salvador y redentor desciende sobre vosotras y sobre ti, hijo mío.
El poder y el amor del Paráclito desciende sobre vosotras y sobre ti, hijo mío.

Hijas mías, cuando estéis con mi Hijo y conmigo no llenaros vuestros corazones de preocupaciones y si es tarde o temprano.
Dejaros llevar por mi Divino Hijo por vuestra Madre y el Paráclito para sentir la gracia y el amor que se derrama en vosotros.
Con las preocupaciones de la hora y demás no podéis sentirlo plenamente.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 
MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
 
2 JULIO DE 2016




Nuestra Madre
Hijas mías, vuestra Madre bajo la advocación de Nuestra Señora de la Preciosa Sangre se ha hecho presente en medio de vosotros. En esta tarde tan llena de amor y de misericordia y de gracia para las que habéis acudido a mi llamada.
Bendigo a cada una con la sangre de mi Hijo. Arrodillaos.
Pedir perdón por vuestros pecados de soberbia.
Pedir perdón por el desamor que hay entre algunas de vosotras y que no podéis medios ni remedios para ello. Él que se humilla será ensalzado.
Mi Hijo recibió toda clase de desprecios, de calumnias pero los miraba con amor y los perdonaba.
¿Quién sois vosotras, quien sois vosotras para no perdonar, para estar fijándoos en la falta del hermano creyéndoos vosotras llenas de santidad, cuando no es así porque en todas hay miserias?
Nadie es santo aquí en la tierra, camináis en este camino de la santidad,
Hijos míos, ¿Cuándo vais a aprender de verdad, a no levantaros la voz, a ser humildes y mansos?
Y no digáis que yo estoy libre de culpa porque no es así, no creeros mejor que los demás porque no es así. Estáis llenos de podredumbre, solamente por la gracia y misericordia de mi Divino Hijo os levantáis, os reconciliáis con el Padre. Quien perdona vuestros pecados y os reconcilia con Él.
Y vosotros ¿cómo andáis así? A todo sacáis punta y le echáis la culpa de todo al enemigo de las almas, vosotras también sois culpables.
Prepararos con las lámparas encendidas llenas de aceite de amor para recibir al esposo que viene. Que no os encuentre dormidas, creyéndoos mejores y os pase como las vírgenes necias, que el esposo pasó de largo.
Mi Divino Hijo viene en las nubes al son de trompetas, está viniendo cada día, a cada instante está más cerca de este mundo en que todo hombre mujer y niño tendrá que rendirle homenaje y toda rodilla se inclinará ante Él y juzgará a los cabritos, los pondrá a su izquierda y a los corderos a su derecha.
Creerme, no seáis necias y preparar vuestras almas y vuestro corazón a este gran encuentro, a este gran abrazo con Jesús, en los aires llevadas por los ángeles.
No preocuparos tanto por los acontecimientos, todo lo profetizado se ha de cumplir.
Algunos eventos se suavizarán algo pero otros no. Pero vosotros y vosotras a nada tenéis que temer. Tenéis un gran refugio de protección que son nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones, vivir contentos y alegres a este encuentro y confiar en nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones.
Toda la protección que necesitáis cada uno la tenéis, todos estáis sellados en el Padre, en el Paráclito, en el Hijo y en vuestra Madre Inmaculada y todos estáis sellados, no hoy, sino ya a lo largo de estos años, con la marca, la cruz de San Miguel en vuestras frentes.
Pensar y querer nuestras almas en vuestros corazones limpios de paja, llenas de luz para recibir al esposo que viene a vuestro encuentro.
Este es un grupo de oración, de amor. Un grupo donde el Maestro y la Maestra, su Madre, os corregimos.
Pero ¡que tercos, cuántas almas no desearían tener lo que tenéis vosotras y no lo apreciáis en toda su totalidad!
A parte ya de todo esto, vuestra Madre se ha sentido muy feliz en este día, en el que he sido feliz al ser honrada en esta advocación, en esta fiesta de vuestra Madre de la Preciosa Sangre que también se ha celebrado en el cielo.
Cuando hay un acontecimiento grande en la tierra como el que habéis celebrado hoy, el cielo se viste de gala y también se celebra estas fiestas en el cielo.
Pero no quedaros en esto, quedaros en hacer aún más feliz a vuestra Madre, llevando a cabo nuestras palabras, nuestras enseñanzas y no os turbéis con lo que os viene.
Confiar en el Rey de Reyes, confiar en vuestra Madre y reina y que se cumpla en cada una de vosotros y vosotras la voluntad del Padre, sea la que sea.
El poder del Padre, del Hijo y del Paráclito desciende sobre vosotras.
La Preciosa Sangre de Divino Hijo y de vuestra Madre os cubre en ella con todos los objetos religiosos que habéis traído.
Quedad en nuestra paz y en nuestro amor.
Y bendigo a vuestros familiares que habéis traído en fotografía, a los que tenéis en vuestras mentes: hijos, maridos, mujeres, yernos, nueras, nietos, nietas, hermanos, hermanas, primos, primas, toda clase de familiares, amigos y conocidos que me estáis presentando.
Todos ellos han quedado cubiertos de nuestra Preciosa Sangre y han obtenido gracias para la salvación de sus almas.
Quedad en nuestra paz y nuestro amor.