MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
28 DE MARZO DE 2015
Nuestra Madre
Hijos míos, vuestra Madre
dolorosa con mi Divino Hijo cargado con la cruz de vuestros pecados y los
pecados del mundo entero, cargado con vuestros problemas, aflicciones, dolores,
enfermedades y sufrimientos se ha hecho presente en este cenáculo formado por
nuestro Sagrados e Inmaculados Corazones.
Hijos míos, prepararos a vivir
esta Semana Santa, esta semana de pasión junto con vuestra Madre dolorosa, San
Juan, María de Magdala, Marta y las buenas mujeres, santas mujeres, como María
de Cleofás, y otras, como os venimos diciendo tantos y tantos años.
Todos juntos, para estar junto a
vuestra Madre, junto a vuestro Jesús en Getsemaní, junto a Jesús en el
prendimiento, junto a Jesús en la flagelación, junto a Jesús en la coronación
de espinas, junto a Jesús cargado con la cruz, junto a Jesús en el momento de
ser despojado de sus vestiduras, junto a la cruz en el momento de ser clavado,
junto a Jesús cuando la cruz fue ensalzada y el cuerpo de mi Divino Hijo se
desgarro aún más, al igual que los agujeros que le hicieron en las manos y en
los pies de los clavos.
Junto a mi Divino Hijo en la
lanzada del costado, junto a mi Divino Hijo cuando le dieron la hiel y el
vinagre.
La hiel y el desamor de tantos
hijos, tantos hijos ingratos que viven apartados de su creador y malvados.
Junto a mi Divino Hijo en el
descendimiento y puesto en mis brazos, junto a mi Divino Hijo en el camino de
su entierro, y fue depositado en la fosa dentro de una cueva. Una piedra grande
y fría.
Junto a vuestra Madre en al pena,
en el dolor y en la soledad de verme despojada de mi hijo hasta el momento de
la resurrección.
Tiempos graves como jamás se han
visto en la tierra se acercan.
No creáis que los tiempos que
vienen van a ser mejores, cada vez irán a peor y todo lo profetizado se
cumplirá. Todo lo dicho por mi Divino Hijo, por el Padre, por vuestra Madre se
cumplirá.
El tiempo es corto y el
sufrimiento intenso.
La venida de mi Hijo está en
puertas. Los ángeles están tocando las
trompetas, los que son encargados de ello para terminar de purificar esta
tierra y con ella todo ser viviente, toda la naturaleza y lo que el hombre ha
construido con tanto orgullo, todo será destruido.
No quedará piedra sobre piedra,
en los lugares donde haya más pecado la purificación será más extensa y más
profunda, lugares son países y pueblos.
Mis ojos no dejan de derramar
lágrimas de sangre por todo lo que os viene por tanta desobediencia, tanta
terquedad, tanta ceguera, y tanto rechazo a Dios.
¡Cuánto os ama mi Inmaculado
Corazón, hijas mías, hijos míos¡, ¡cuánto os ama mi Hijo!, ¡cuánto os ama el
Padre, y cuánto os ama el Paráclito!.
Sois un pequeño edén, un trocito
del jardín del paraíso de vuestra Madre y de vuestro Jesús, vosotras sois las
flores de ese jardín y tu, hija mía, la flor mayor porque en ella estamos
nosotros.
Pedir mucho por la conversión de
los pobre pecadores para que la lluvia de mis lágrimas y sangre, al igual que
la sangre de mi Divino Hijo vaya ablandando esos corazones y vuelvan a Él.