MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
13 DE SEPTIEMBRE DE 2014
Nuestra Madre
Hijos míos, vuestra Madre
Inmaculada al pie de la cruz se ha hecho presente en este cenáculo formado por
nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones. Con mi Hijo extendido en la cruz
entre el cielo y la tierra para la salvación del género humano.
¿Porqué, hijos míos, os cuesta a
algunos tanto obedecer?, ¿porque estáis todavía tanto en este mundo?
La cruz está plantada para
elevaros en ella y, ¿qué hacéis? No todos, sino algunas, os apartáis de la cruz
y os sumergís en este mundo mundano y mayoritariamente pagano.
¡Ay, hijos míos, que agarrados
estáis a las cosas mundanas!, ¡cuántos os cuesta desprenderos de las cosas del
mundo!, ¿cuántas veces os hemos dicho que tenéis que vivir como vivió la
Sagrada Familia en Nazaret! Con lo necesario o menos.
Y, ¿cuántos de aquí presentes
habéis hecho caso?, ¿cuántos?.
Y, ¡cuánto os cuesta, no a todos
pero sí algunos, dar de comer al hambriento! Pero no os cuesta dar para la
opulencia de vuestros hijos y sus vicios.
¡Que le dais todo y le estáis
acostumbrados mal!
¡Ay, cuando llegue la hora y no
tenga más que un trozo de pan que llevarse a la boca!, ¿qué será de estos hijos
que les habéis dando tanto como han pedido?
Él os pedirá cuentas de lo que
habéis hecho con vuestros hijos. Que la mayoría de lo que les dais son para
cosas innecesarias por que tienen que aprender a vivir con lo que tienen.
Yo no digo que les deis un plato
de comida o ayudéis a los que tenéis parados con lo necesario y en vuestros
hogares, los que están solteros.
Pero, ¿cuánto dais para cosas
innecesarias que bien pueden pasar sin ellas?
Con eso que dais podían comer
muchos pobres, hijos míos.
Recordar esto, en esta tarde y
para siempre, vosotras pedís y pedís pero poco os sacrificáis y cuanto más
sacrificio, más vuestras plegarias llegan al corazón del Padre a través de
nuestros Corazones y recibiréis lo que anheláis si es bien para las almas.
Pero, no seáis egoístas ahora
porque os he dicho esto porque si los hacéis por egoísmo no recibiréis nada.
Y mi Hijo os está probando como
al oro en el crisol y cada vez os probará más fuerte.
Y, según vayáis respondiendo a la
prueba, así subiréis peldaños espirituales y vuestras almas se unirán más al
corazón del Padre.
No me seáis avaros, que todo lo
que tenéis lo habéis recibido porque Dios os lo ha dado. No le tentéis y os
quite todo.
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