MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 

SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

14 DE FEBRERO DE 2015

Jesús

Vuestra Madre Dolorosa y vuestro Jesús maniatado, nos hemos hecho presentes en éste cenáculo formado y dirigido por nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones.

Mis manos están atadas por los hombres a los que he tendido mis manos y he recibido desprecio, burla, traición, insultos.

Me han despreciado y me han dicho que quieren vivir su vida sin Mi, ante todo ello no puedo hacer nada por éstas almas que viven a su libre albedrío, llenas de vicio y de corrupción; y mis manos sangran de tanto querer atraerlos a mi, y sólo he recibido golpes en ellas.

Vosotros y vosotras reparar este dolor de vuestro Jesús, besar mis manos frecuentemente y hacer mi santa voluntad.

Dejaros guiar por Mi, vuestro pastor y mi madre, la santa pastora vuestra, darme vuestro amor lleno de humildad, de caridad; para poder seguir teniendo misericordia de éstas almas y poder seguir llamándolas.

La copa se está derramando y mi Padre y el vuestro esta bajando su brazo, dentro de poco la misericordia de vuestro Jesús terminará y dará paso a mi justicia, donde separaré la paja del trigo, y donde se oirá rechinar de dientes, y las lamentaciones ya no servirán ante Mi.

Y les diré, id malditos al fuego eterno que esta preparado para vosotros, con Satanás y sus secuaces, porque no olvidéis que soy misericordia pero también justicia, llevar vuestras vidas en orden para que no sea vuestro juez, porque el perdón de un alma tiene mucho que ver con la vida que ha llevado.

Hijos míos, reparad el dolor de vuestro Jesús para poder seguir teniendo misericordia de estas almas impías, de estas almas que merecen morar en los infiernos, pero que por mi misericordia algunas son salvadas.

Nuestra Madre

Hijos míos, mi Divino Hijo Jesús al igual que el Padre y vuestra Madre todo lo damos; sed vosotros y vosotras generosos pero no para nosotros sino para vosotros porque es la salvación de vuestras almas, poned en práctica lo que os vamos diciendo, la humildad, la caridad, el amor, la confianza, la esperanza.

Caminad siempre en las huellas ensangrentadas de mi Divino Hijo, es un camino estrecho pero seguro, con algunos obstáculos en el camino pero con el amor puesto en nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones, venceréis esos obstáculos y llegaréis a la meta que es la eternidad en Dios.

Quiero que en esta Cuaresma practiquéis bien la humildad y la caridad y el amor, y haceros examen de conciencia, y hacer esfuerzos por corregir en lo que más caéis.

Sed buenos, dulces y dóciles, llenos de amor, de ternura, de bondad y de misericordia. Sed el reflejo de mi Divino Hijo para que todo el que os vea, vea a Jesús en vosotros.