MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 

SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

19 DE AGOSTO DE 2014

Jesús

La paz de vuestro Jesús desciende sobre vuestros corazones.

Hijos míos, os quiero siempre al pie de la cruz junto a mi Madre para consolar a vuestro Jesús y a mi Madre y vuestra, para pedir reparación y perdón por vuestros pecados, los de vuestros familiares y los de mundo entero.

¡Mirad como camina este mundo! La mayoría camina sin Dios, aunque dicen creer en Mí, caminan a su libre albedrío.

Quiero almas fieles que verdaderamente crean en Mí, no a medias. Esas son las almas tibias y Yo las vomito de mi boca.

Pedir mucho por estas almas que laceran tanto nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones.

Pedir por estas almas que han dejado de creer en el pecado y no tienen conciencia y caminan arrastrados por Lucifer y todos los demonios.

¡Qué dolor sienten nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones al ver a estas almas que no escuchan nuestras llamadas que las hacemos directamente al corazón y cubren sus corazones de hielo!

La mayoría creen que todos están salvados. ¿Cómo creen ellos estar salvados si están infringiendo los mandamientos?

¡Ay, pastores de Iglesia, que no predicáis con fe, que no habláis a las almas con la verdad!

Porque vosotras almas consagradas, la mayoría, habéis dejado de creer mi Palabra y la adulteráis al igual que los mandamientos.

Si no retrocedéis, pedís perdón y volvéis a ser buenos pastores, vuestra almas arderán en el infierno junto a las almas que no han escuchado nuestras llamadas, han perdido todo sentido de pecado y viven a su libre albedrío.

Pedir mucho por la conversión de los pobres pecadores, ellos laceran tanto nuestros Corazones, tanto, tanto que el Padre va bajando poco a poco la mano, el brazo de su justicia. Esa justicia en la que el hombre ha dejado de creer porque Dios es amor y misericordia pero también es justicia y justicia también es separar y misericordia la paja del trigo.

¡Cuánto rechinar de dientes habrá si el hombre persiste en su ceguera, si el hombre camina al margen de Mí!

Grandes catástrofes se están dando y se darán en la tierra. Todo ello, señales para cambiar el corazón del hombre y, ¿qué dicen? No hacen caso, o dicen cuando es por la naturaleza que todo ello ha acontecido ya antes.

Hijos míos, el Corazón del Padre está desgarrado al ver la burla de sus hijos hacía Él, sin reconocerle, y va teniendo y teniendo paciencia, pero esa paciencia va a terminar y el brazo va cayendo, despacio pero cayendo.

Nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones son lo que les sostiene para que no caiga de golpe al igual que las oraciones y los sacrificios de los justos.

Seguir consolando a vuestro Jesús y a mi Madre y vuestra y consolándonos a nosotros, consoláis  también al Padre.

Ser obedientes a nuestras llamadas y todo será más ligero y llevadero de lo que vosotras y tú, hijo mío, podéis pensar, que ni siquiera os imagináis.

Ser buenos todos, entre vosotros y no laceréis, hijos míos, más nuestros Corazones que están desgarrados por el dolor de los pobre pecadores.