Vistas de página en total

miércoles, 24 de febrero de 2016



MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES


9 DE ENERO DE 2016



Jesús
Mi paz y amor os doy a todos los presentes y os dejo al igual que la deposito en vuestros hogares. Y San Miguel está sellando vuestros hogares para que sean protegidos de todo mal y de Satanás y sus secuaces.
Hijos míos, llevad siempre con vosotros el Santo Rosario. Revestíos del escapulario del Carmen y de la Merced.
Llevar medallas de los Sagrados e Inmaculados Corazones, la medalla de la Milagrosa, la de la Santa Faz y el crucifijo de San Benito junto con la medalla de la Eucaristía, la del Espíritu Santo en persona y la de vuestro ángel de la guarda. San Miguel, San Rafael y San Gabriel, si las tenéis.
Y no olvidaros de mi padre putativo San José y la medalla dolorosa de mi Madre, hijos míos.
Preparaos a vivir este año que ha empezado y en el todo empeorará.
El hombre cada vez es más perverso y se ha olvidado de Dios.
Y la justa cólera de Dios Padre está descendiendo sobre la tierra. Mirar las señales en el cielo y en la tierra. ¡Despertar que estáis aletargados! y no dejaros confundir dando crédito a todo lo que se dice dentro de mi Iglesia, que no todo es correcto.
No olvidaros y no saliros de la tradición de vuestros padres.
En toda la tierra saben de Mí porque en todas partes ha sido predicada mi doctrina, mi Evangelio, y en todo el mundo se han dado y se dan nuestras manifestaciones. No caigáis en la idolatría. Todo aquel que adora a su dios que no es el verdadero es un idólatra.
Los pecados de los hombres han traspasado la bóveda del cielo y más los de la Iglesia por no ser valientes y predicar la verdad tal y cómo está escrita, no como ellos la interpretan y quieren.
Soy un Dios de amor y misericordia pero también de justicia, no olvidaros que no todo aquel que dice ¡Señor, Señor! se salvará y muchos de ellos arderán en el infierno.
Hijos míos, pronto tendréis el primer evento de amor del Padre al hombre: el Aviso dado a la humanidad por la intercesión de mi Madre y vuestra.
Preparaos y dejaros de cosas mundanas porque todo lo de este mundo, tal y como lo veis, va a desaparecer y os quiero desnudos de todo lo de este mundo para revestiros de mi Madre y de Mí, hijos míos.
Ayudaros, estar unidos y amaros y orar por la salvación de un gran número de almas por la conversión de los pecadores.
¡Ay de las almas codiciosas que no dan a los hermanos que tienen al lado!
No quedará de lo que tienen nada y en sus edificios no quedará piedra sobre piedra y de los que se llaman míos, mi justicia caerá sobre ellos de la misma manera que hayan tenido ellos piedad sobre el hermano necesitado.
No olvidaros, hijos míos, que conozco todo lo del hombre a cada uno en particular y sé de todas vuestras bondades y también de todas vuestras miserias, buenas y malas obras, etc.
A Mí no me podéis engañar con palabrerías. De nada os sirve la oración si no va acompañada de buenas obras.
Hijos míos, es tiempo de sacrificios, ayunos y buenas obras y oración para acortar el tiempo que os viene y suavizar algunos eventos y para alcanzar las gracias que nos pedís.
No dejar de rezar el santo rosario, por él alcanzaréis todo uniéndolo a las buenas obras.
Sed muy humildes, manteneros muy, muy unidos y con vuestros sacrificios, cruces, ayunos y oración reparar a Nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones y salvar muchas almas.
Y no abuséis de mi misericordia, no poniendo vosotros de vuestra parte para corregiros de vuestras faltas.
Orar mucho por España. Arrancar al Padre gracias y misericordia para ella.
El Padre va a dejar que coja España los impíos, por la codicia de los ricos y de los menos ricos y por las aberraciones que se están cometiendo en ella.
¡Ánimo, hijos míos! Si camináis en mis huellas haciendo y llevando a cabo todo lo que os hemos enseñado y aconsejado en estos años a nada debéis temer.
Vuestros refugio es y será Nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones.
Y, quiero, hijos míos, aclarar que las almas de los que mueren y han vivido en Mí o en mi Madre o en la intercesión de algún santo, estas almas se salvan aunque la Extrema Unción la reciban inconscientes incluso los que no hubieran podido recibirla.
No las almas que han llevado una vida de pecado sin querer saber nada de Mi, si rechazan la Extrema Unción y no han querido reconciliarse Conmigo.
Os vuelvo a repetir, soy un Dios de amor y de misericordia pero también soy  justicia.
Por el poder de Dios Padre.
Por el poder de Dios Hijo.
Por el poder de Dios Espíritu Santo.
Y a vosotros os bendigo hijos en el nombre de mi Padre y vuestro, de Dios Hijo, que es Él que os habla y de Dios Espíritu Santo.
Y recibir la bendición y protección de mi padre San José.
Sernos fieles, hijos míos, y amarme por los que no me aman y reparar por ello. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario