MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
22 DE ENERO DE 2016
Jesús
Ser las florecillas frescas y perfumadas que quiten
las espinas que traspasan mi Sagrado Corazón y el de mi Madre para que en su
lugar se encuentre en mi Corazón dardos de amor para clavar en los corazones
que no me aman, los corazones soberbios, en los corazones que quitan el puesto
a mi Padre para ponerse ellos. En los corazones fríos como témpanos de hielo,
en los corazones que me han olvidado, en los corazones que me dan la espalda,
se ríen y se mofan de Mí, su Jesús.
En los corazones que me flagelan, que me cargan con
la cruz de sus iniquidades, de sus maldades, de sus abominaciones, de sus
locuras, de su impiedad, de toda clase de maldad.
Sed esa flores frescas y perfumadas con los perfumes
del amor, de la caridad y de la humildad que arranquen a mi corazón esos dardos
para traspasar tantos y tantos corazones.
El dolor de vuestro Jesús se acrecienta según pasa el
tiempo porque los hombres se vuelven más perversos y más soberbios y la
impiedad, el desamor y la inmoralidad cubren este mundo.
No hay humildad en la mayoría de los hombres y según
va pasando el tiempo todo se va perdiendo hasta muchos que se llaman míos, me
darán la espalda. Y me dirán no te conozco, como ya han hecho tantos, hijos
míos e hijas mías.
Es el tiempo de las tinieblas, es la nada del tiempo
que queda para mi Segunda Venida y en este tiempo y en este tiempo todo
empeorará.
Grandes catástrofes sacudirán la tierra, grandes
calores, grandes fríos os invadirán.
Llegarán tales calores que quemarán vuestras pieles,
la piel de vuestros cuerpos y los rayos serán tan nocivos que a la mayoría se
le caerá el pelo y no habrá agua que pueda aliviar la sed y la sequedad que ello
producirá, solamente el agua bendita y exorcizada, hijos míos e hijas mías.
Y toda agua que no esté bendecida se consumirá.
Los grandes fríos, las temperaturas caerán tan bajas,
tan bajas como jamás se ha visto, solamente la fe, la oración y el agua bendita
os mantendrá vivos. Y la ropa de abrigo no desecharla, pues en verdad os digo,
que os hará falta mucha, porque todo será poco.
El gran terremoto se acerca y sacudirá Madrid, por
unas partes más que por otras. Pero el pecado de los impíos, de los malvados
está haciendo que la cólera y justa cólera del Padre caiga sobre España y el
mundo entero.
Y no es que el Padre provoque sino que la naturaleza
se revela contra la maldad del hombre y el Padre no levanta la mano para
detenerlo.
Orar mucho, pedir mucho porque sólo la oración, la
fe, la confianza, el amor, la caridad y el sacrificio de los justos podrá
arrancar de los brazos del Padre a través de nuestros Sagrados e Inmaculados
Corazones suavizar este terrible terremoto que se va acercando cada día más.
Todo se está cumpliendo, grandes sequías invadirán
esta tierra y el hambre abundará, ni el dinero podrá comprar lo que no hay por
la avaricia y la soberbia y la falta de amor y de caridad de los hombres y de
muchos de los que se llaman míos.
Tanto por la sequía, por las aguas torrenciales,
tornados, terremotos, etc.
Habrá mucha hambre en esta tierra que fue creado por
tanto amor por el Padre, sacada de sus manos y puesta con todo lo que
necesitabais en manos de los hombres y, ¿que han hecho? Apoderarse de las
mayores riquezas y tener a pueblos enteros muriéndose de hambre.
Y todo lo que tiene el hombre, todo, ha sido dado por
mi Padre y la mayoría de los que tienen no dan en abundancia sino las migajas.
Y sólo piensan en tener cada vez más y no les importa
la necesidad de los hermanos que se tiene alrededor ni de los demás pobres de
la tierra.
Y si dan es para que las vean o les vean y se lo
agradezcan.
¡Ay, cuánto dolor y sufrimiento van a sufrir estas
almas y cuántos por ello no se condenarán, hijos míos e hijas mías!
Quedad en mi paz y en mi amor y llevarla a todos
vuestros hermanos.
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