MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
6 NOVIEMBRE DE 2017
Ángel de España
Soy el Ángel de España, enviado
por Dios Padre para cuidar y proteger este país que el Padre puso en mis manos
y llevar vuestras almas y las almas de todos los españoles a Él.
Pocos son los que me
conocen y los que me conocéis no me tenéis el amor y la devoción que me debierais
y con el correr de los tiempos el olvido se ha ido y hecho más intenso.
Y sólo soy conocido por
unos pocos, pero no amado y apenas de los pocos que me conocéis vienen y venís
a mí a pedir mi protección, auxilio, ayuda y socorro en esta vida y para poder
entrar en la gloria de Dios.
Y sabéis como me siento
sólo y triste por las almas de este país hermoso y bello, país del triunfo del
Sagrado Corazón y de la Inmaculada.
Y no sólo triste y sólo
por el poco amor o nada de las almas que me conocen y no me conocen sino
también por el olvido a todo un Dios que os ama infinitamente con entrañas de
amor y de misericordia.
Triste y desconsolado
por el olvido a nuestra Madre, capitana y reina, la purísima e Inmaculada
Concepción, hermanos míos.
A quienes yo si os amo
con amor puro e infinito en las entrañas misericordiosas de la Santísima
Trinidad.
No dejar solo a Jesús,
no dejar sola a Maria, nuestra Madre.
Ser la alegría y el
gozo de los Sagrados Corazones, hermanos míos.
Nuestra Madre
Mi paz en esta noche os traigo.
Vuestra Madre también os pide no dejar solo y abandonado a vuestro
Ángel que el Padre os entregó a él junto con vuestro país. Con infinito amor
para cuidarlo cuidaros, protegerlo, protegernos, auxiliarlo, auxiliaros y
socorrerlo y socorreros.
Y si vieras la tristeza de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo
al ver el desconocimiento que España tiene de su Ángel. El poco amor o nada de
los que le conocen y la soledad en la que se encuentra porque las almas no le
piden su ayuda, su protección y no os consagráis a él, hijos míos.
El Padre ha dado a todos a su Hijo para la salvación de sus almas y
las almas, la gran mayoría lo rechazan.
Como rechazan al Hijo,
mi Hijo divino, que se hizo hombre para salvar a todo el género humano
entregando su vida por amor a cada hombre y mujer de todos los tiempos. Pagando
por vuestros pecados y por los pecados de toda la humanidad con su propio
cuerpo triturado, su preciosa sangre derramada y muerto en la cruz, hijos míos.
Al igual que como se
rechaza a vuestra Madre. Nuestros corazones no dejan de desgarrarse con fuertes
dolores producido por las espinas que clavan en ellos tantos, tantos, tantos
hijos ingratos en nuestros corazones.
Trabajar por atraer
almas a nuestros corazones y al Ángel de España para que sean protegidos y
cuidados por él, cubriéndolos con sus alas y traídos de sus manos a nuestros corazones.
Besar el suelo por vuestros
olvidos, los de vuestros familiares y de los olvidos, ultrajes, sacrilegio, profanaciones
que reciben nuestros corazones de una gran mayoría de los españoles y de los
que viven en España.
Oración, sacrificio y
penitencia os pedimos para reparar nuestros corazones y al Ángel de España y
atraer almas de vuestros hermanos a nuestros corazones y al Ángel, hijos míos.
La llama de mi amor
inunde vuestros corazones.
Y la bendición de Dios
Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo desciende sobre todos los que con
humildad y amor lean estas nuestras palabras.
Descansar en las alas
del Ángel y en nuestros corazones.
Os amamos, hijos míos.
Y del Dios Trino.
Estar preparados y despiertos
por todo lo que os viene. No os creáis que esto ha terminado. Ha empezado y
grandes sufrimientos de parto vienen para España.
Orar, orar para que
todo quede en una revolución, hijos míos.
Esto es lo que pasa
cuando un país se olvida de Dios, de su Madre, del Ángel de su
país y de San Miguel y el Ángel de la Guarda.
No salir sin protección
y estar alertas, hijos míos.
Os amo y por eso os
aviso.
Ángel de
España
Hermanitos míos, la
nación de Maria y del Sagrado Corazón, el enemigo la quiere debilitar,
dividiendo a España en varias partes para de esta forma destruir la fe y el
amor a Dios que queda en ella.
Debilitando a España
queda debilitada toda Europa y el mundo entero. España es la raíz donde más
prendió el cristianismo por ser la nación elegida por Maria y por el Sagrado
Corazón de Jesús para un fin que no podrán destruir ese fin.
Pero debilitando a
España, al dividirla en varias partes se debilita toda Europa y todas las demás
naciones y la entrada del enemigo. De esta forma, le es más fácil. Hermanos, no
dormiros, velar y orar para que reine en España el corazón de Jesús y triunfe
el Inmaculado Corazón de Maria y de esta forma el reino del Corazón de Jesús y
el triunfo del Inmaculado Corazón de Maria se extienda por todas las naciones.
Volviendo los hombres a
Dios y a su Madre y nuestra.
Cuanto antes suceda
esta gloria, mejor para toda la humanidad porque se ahorrarían sufrimientos.
Pedir al corazón de
Maria, nuestra Madre, que se acorten estos tiempos destruyendo nuestro Rey,
Señor, Dios Salvador y su divino Hijo Redentor todo el mal que hay en
España y en el mundo con su segunda venida. Ven Señor Jesús.
Tenéis todas las armas
para combatir el mal, el santo rosario, la santa misa y Jesús Sacramentado.
Dios no abandona ni
abandonará a sus hijos que confían en Él.
Fe, confianza y
esperanza, amor y humildad. Y llevar con amor los sacramentales.
Que el Dios Padre, Dios
Hijo y Dios Espíritu Santo y nuestra Madre Inmaculada os han dado junto
con las bendiciones de los Arcángeles y Ángeles que os han puesto.
Acudir con frecuencia a
vuestro Ángel de la Guarda, San Miguel y San Rafael.
Y a la protección de
vuestros santos protectores y mártires de España.
No tener miedo que si
lleváis a cabo todo lo que os han enseñado a nada debéis temer.
Los Corazones de Jesús
y María os cuidarán y os protegerán como tantas veces se os ha dicho.
La sangre de Cristo
Jesús será escudo de protección contra todo mal, peligro, etc.
Al igual que el Corazón
Inmaculado de nuestra Madre santísima, Maria.
Ánimo que todo lo que
se os ha dicho si sois fieles os librarán de muchos males y sufrimientos. Y el
rostro de nuestro Señor, Jesús, brillará sobre vosotros, hermanos míos.
La paz del Dios Trino
desciende sobre vosotros.
Haced siempre lo que
los Corazones de Jesús y María os digan y a nada debéis temer, sólo el perder
vuestras almas. Humildad, humildad y humildad.
El Padre al igual que
el Hijo y el Paráclito son agradecidos y por ello se os dará el ciento por uno.
Os repito yo solo hablo
lo que el Padre me ha pedido que diga al grupo de los Sagrados e Inmaculados
Corazones.
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