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miércoles, 17 de enero de 2018

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

6 NOVIEMBRE DE 2017



Ángel de España
Soy el Ángel de España, enviado por Dios Padre para cuidar y proteger este país que el Padre puso en mis manos y llevar vuestras almas y las almas de todos los españoles a Él.
Pocos son los que me conocen y los que me conocéis no me tenéis el amor y la devoción que me debierais y con el correr de los tiempos el olvido se ha ido y hecho más intenso.
Y sólo soy conocido por unos pocos, pero no amado y apenas de los pocos que me conocéis vienen y venís a mí a pedir mi protección, auxilio, ayuda y socorro en esta vida y para poder entrar en la gloria de Dios. 
Y sabéis como me siento sólo y triste por las almas de este país hermoso y bello, país del triunfo del Sagrado Corazón y de la Inmaculada.
Y no sólo triste y sólo por el poco amor o nada de las almas que me conocen y no me conocen sino también por el olvido a todo un Dios que os ama infinitamente con entrañas de amor y de misericordia.
Triste y desconsolado por el olvido a nuestra Madre, capitana y reina, la purísima e Inmaculada Concepción, hermanos míos.
A quienes yo si os amo con amor puro e infinito en las entrañas misericordiosas de la Santísima Trinidad.
No dejar solo a Jesús, no dejar sola a Maria, nuestra Madre.
Ser la alegría y el gozo de los Sagrados Corazones, hermanos míos.

Nuestra Madre
Mi paz en esta noche os traigo.
Vuestra Madre también os pide no dejar solo y abandonado a vuestro Ángel que el Padre os entregó a él junto con vuestro país. Con infinito amor para cuidarlo cuidaros, protegerlo, protegernos, auxiliarlo, auxiliaros y socorrerlo y socorreros.
Y si vieras la tristeza de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo al ver el desconocimiento que España tiene de su Ángel. El poco amor o nada de los que le conocen y la soledad en la que se encuentra porque las almas no le piden su ayuda, su protección y no os consagráis a él, hijos míos.
El Padre ha dado a todos a su Hijo para la salvación de sus almas y las almas, la gran mayoría lo rechazan. 
Como rechazan al Hijo, mi Hijo divino, que se hizo hombre para salvar a todo el género humano entregando su vida por amor a cada hombre y mujer de todos los tiempos. Pagando por vuestros pecados y por los pecados de toda la humanidad con su propio cuerpo triturado, su preciosa sangre derramada y muerto en la cruz, hijos míos.
Al igual que como se rechaza a vuestra Madre. Nuestros corazones no dejan de desgarrarse con fuertes dolores producido por las espinas que clavan en ellos tantos, tantos, tantos hijos ingratos en nuestros corazones.
Trabajar por atraer almas a nuestros corazones y al Ángel de España para que sean protegidos y cuidados por él, cubriéndolos con sus alas y traídos de sus manos a nuestros corazones.
Besar el suelo por vuestros olvidos, los de vuestros familiares y de los olvidos, ultrajes, sacrilegio, profanaciones que reciben nuestros corazones de una gran mayoría de los españoles y de los que viven en España.
Oración, sacrificio y penitencia os pedimos para reparar nuestros corazones y al Ángel de España y atraer almas de vuestros hermanos a nuestros corazones y al Ángel, hijos míos.
La llama de mi amor inunde vuestros corazones.
Y la bendición de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo desciende sobre todos los que con humildad y amor lean estas nuestras palabras.
Descansar en las alas del Ángel y en nuestros corazones.
Os amamos, hijos míos.
Y del Dios Trino.
Estar preparados y despiertos por todo lo que os viene. No os creáis que esto ha terminado. Ha empezado y grandes sufrimientos de parto vienen para España.
Orar, orar para que todo quede en una revolución, hijos míos.
Esto es lo que pasa cuando un país se olvida de Dios, de su Madre, del Ángel de su país y de San Miguel y el Ángel de la Guarda.
No salir sin protección y estar alertas, hijos míos.
Os amo y por eso os aviso.

Ángel de España
Hermanitos míos, la nación de Maria y del Sagrado Corazón, el enemigo la quiere debilitar, dividiendo a España en varias partes para de esta forma destruir la fe y el amor a Dios que queda en ella.
Debilitando a España queda debilitada toda Europa y el mundo entero. España es la raíz donde más prendió el cristianismo por ser la nación elegida por Maria y por el Sagrado Corazón de Jesús para un fin que no podrán destruir ese fin.
Pero debilitando a España, al dividirla en varias partes se debilita toda Europa y todas las demás naciones y la entrada del enemigo. De esta forma, le es más fácil. Hermanos, no dormiros, velar y orar para que reine en España el corazón de Jesús y triunfe el Inmaculado Corazón de Maria y de esta forma el reino del Corazón de Jesús y el triunfo del Inmaculado Corazón de Maria se extienda por todas las naciones.
Volviendo los hombres a Dios y a su Madre y nuestra.
Cuanto antes suceda esta gloria, mejor para toda la humanidad porque se ahorrarían sufrimientos.
Pedir al corazón de Maria, nuestra Madre, que se acorten estos tiempos destruyendo nuestro Rey, Señor, Dios Salvador y su divino Hijo Redentor todo el mal que hay en España y en el mundo con su segunda venida. Ven Señor Jesús.
Tenéis todas las armas para combatir el mal, el santo rosario, la santa misa y Jesús Sacramentado.
Dios no abandona ni abandonará a sus hijos que confían en Él.
Fe, confianza y esperanza, amor y humildad. Y llevar con amor los sacramentales.
Que el Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo y nuestra Madre Inmaculada os han dado junto con las bendiciones de los Arcángeles y Ángeles que os han puesto.
Acudir con frecuencia a vuestro Ángel de la Guarda, San Miguel y San Rafael.
Y a la protección de vuestros santos protectores y mártires de España.
No tener miedo que si lleváis a cabo todo lo que os han enseñado a nada debéis temer.
Los Corazones de Jesús y María os cuidarán y os protegerán como tantas veces se os ha dicho.
La sangre de Cristo Jesús será escudo de protección contra todo mal, peligro, etc.
Al igual que el Corazón Inmaculado de nuestra Madre santísima, Maria.
Ánimo que todo lo que se os ha dicho si sois fieles os librarán de muchos males y sufrimientos. Y el rostro de nuestro Señor, Jesús, brillará sobre vosotros, hermanos míos.
La paz del Dios Trino desciende sobre vosotros.
Haced siempre lo que los Corazones de Jesús y María os digan y a nada debéis temer, sólo el perder vuestras almas. Humildad, humildad y humildad.
El Padre al igual que el Hijo y el Paráclito son agradecidos y por ello se os dará el ciento por uno.
Os repito yo solo hablo lo que el Padre me ha pedido que diga al grupo de los Sagrados e Inmaculados Corazones.

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