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miércoles, 17 de enero de 2018

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

29 NOVIEMBRE DE 2017



Alma del purgatorio
Tantos y tantos años en el purgatorio, de la que se ha hablado aquí en esta tarde en el mensaje.
Esta tarde, por fin, veo la luz, la gloria, a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo.
No creáis, ni por momento, que los que están abajo en el purgatorio, como yo he estado, salen rápidamente. Eso no es así.
Se reciben alivios, es verdad, se acortan las penas, pero no se salen ni al mes, ni al segundo mes, aunque se digan misas. Porque es mucho lo que se tiene que purgar ahí.
Primero arrepentirse verdaderamente del mal que se ha hecho y a veces pasa tanto tiempo. Porque ante Dios te ves a ti misma como eres y por la gracia divina o por la intercesión de nuestra Madre se pide perdón, pero no consciente de todo el mal que se ha hecho y tienes que darte cuenta. Arrepentirte y saber a ciencia cierta, por una misma que lo que ha hecho en esta vida y lo que está purgando está mal.
Algunos tardan hasta años en darse cuenta.
Según se va uno dando cuenta y se arrepienten se van purgando los pecados, las faltas y también se purga lo que se prometió a Dios Padre cuando nos creó y nos tuvo en sus manos y en la tierra no se ha hecho. Todo ello, se ha quedado sin hacer. Ello también se paga porque nada ni nadie puede cumplir las misiones con que el Padre manda al alma a la tierra y todo ello está sin hacer.
Con oraciones, santas misas, indulgencias plenarias. Las misas tricentinas….vamos subiendo poco a poco y blanqueando nuestra vestiduras.
Porque muchos, os lo digo en esta tarde, que han recibido la extremaunción no han subido al cielo porque han llevado una vida de pecado total en la tierra.
Y se han arrepentido por la gracia de Dios al ver el dolor de todo un Dios por esa alma.
Y otros muchos, que no les ha dado tiempo a recibir la extremaunción han volado directamente al cielo, a la antesala, los tres días que el alma está como estuvo Jesús en el sepulcro. Y al final de esos tres días, que ahí nada se sufre, nos anhela solo estar con Dios, las puertas del cielo se abren para esas almas.
Orar mucho por vuestros difuntos. Orar mucho por las benditas almas del purgatorio.
Gracias a todas hermanitas y hermanitos por haber contribuido con vuestras oraciones con vuestros dolores y sufrimientos y sacrificios a que tantas almas del purgatorio salgan diariamente.
Y hoy, la mía, después de tantos y tantos años penando y sufriendo mis culpas y el daño que he hecho en el purgatorio.

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