MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
2 DICIEMBRE DE 2017
Nuestra Madre
Vuestra Madre se ha hecho presente en medio de
vosotros con mi divino Hijo, vuestro Jesús en este grupo formado y dirigido por
nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones.
Quiero que, en este Adviento, tiempo de espera para
recibir a mi divino Hijo que vino a este mundo para la salvación de todo el
género humano.
Que lo viváis en amor, en misericordia y en cariad.
Que encuentre Jesús el 25 de diciembre en vuestros corazones todo el amor, toda
la alegría y el gozo que le es negado en la mayoría de los hombres.
Corregiros de vuestras mayores faltas. Poniendo toda
vuestra atención, todos vuestros sentidos, alma y corazón para corregiros de
ellas, hijos míos e hijas mías.
Vosotros y vosotras poner lo que podáis, mi hijo hará
el resto en vosotros. Pero tenéis que poner el corazón en ello porque sin
esfuerzo nada se consigue.
Darle a mi divino Hijo, el día 25, con un corazón
limpio, lleno de alegría, de amor y de gozo lo que le es negado en la mayoría
de los hombres.
Vivir en austeridad, que ello, es agradable al Padre,
al Hijo y al Paráclito. Que vuestro corazón y todo vuestro ser el día 24 esté
lleno de amor, de alegría y de gozo para recibir a las 12 a mi hijo y lleno de
amor y de misericordia de todas las obras de caridad que habéis hecho a lo
largo de este año. Pero no lleno de las grandes comilonas. En estas comilonas
se olvida a Dios.
¡Cuántos pobres hay sin poder comer y cuánto
desperdicio en esas noches!
La mayoría de los hombres no celebran el nacimiento
de su Redentor, de su Dios.
Celebran el tener la tripa llena. El reunirse con las
familias, el emborracharse, las orgías. Y dar rienda al libertinaje. Y en ello
se le ofende inmensamente a vuestro Jesús, a mi divino Hijo.
El hombre se ha olvidado de Dios y pronto, muy pronto
Dios se va a olvidar de los impíos porque su misericordia se está acabando.
Ya apenas queda de la misericordia para emplear su
justicia. A los machos cabríos los pondrá a su izquierda y a los corderos
mansos y humildes a su derecha.
Ser vosotros la alegría de Jesús, de José y de
vuestra Madre estas navidades.
Que el dolor de nuestros corazones sea apaciguado y
quitado en los vuestros.
¡Dejarnos descansar en ellos de tanto dolor y
sufrimiento como nos producen los hombres!
Algo gordo se está preparando para España. Orar para
que sea abolido o suavizado, hijas mías e hijos míos.
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