Vistas de página en total

jueves, 16 de julio de 2015

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES


2 DE MAYO DE 2015



Jesús
Shalom, hijos míos.
Hijos míos, vuestro Jesús se ha hecho presente en este cenáculo junto con mi Madre y vuestra dirigido y llevado por nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones.
Hija mía, apacienta mi rebaño.
Hija mía, apacienta mi rebaño.
Hija mía, apacienta mi rebaño.

Rosa
He aquí tu esclava, que se cumpla en mí tu santa voluntad. Ayúdame a llevar a cabo rectamente lo que quieres de mí.

Jesús
A todas vosotras y a ti, hijo mío, y a ti, hija mía. Mis ojos están en tus ojos, mis oídos en los tuyos, mi boca está en la tuya, mis manos son tus manos, tus pies son mis pies, en todo tu ser estoy Yo, hija mía.
Varea mi rebaño con barra de hierro.
Yo conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a Mí.
Mira, hija mía.

Rosa
Veo una pradera inmensa, todo llena de hierba verde, muy fresca. Veo al Señor con una túnica blanca y un manto rojo y un bastón en su mano. Va por todo el rebaño acariciando a las ovejas, las abraza, las besa, las estrecha en su corazón y a las ovejas heridas a lo largo del camino se abaja hacía ellas, cura sus heridas, las coge en brazos y las estrecha fuertemente sobre su corazón.

Jesús
Si, hija mía, sólo las ovejas rebeldes se apartan del camino. Las dóciles oyen mi voz y me siguen, por el camino estrecho pero seguro, heridas a lo largo del camino pero Yo, el buen pastor, las recojo en mis brazos, las hecho bálsamo en sus heridas, las curo, como has visto y las pongo otra vez a caminar junto a Mí, en este camino largo, estrecho y seguro que llega a la eternidad.
Hija mía, hay algo que quiero decir sobre ti, esta tarde. El que tenga oídos que oiga.
Esta bien, hija mía, que quieras ser una más entre todas las demás, que no quieras beneficiarte de ser un alma escogida por tu Jesús, por el Padre, por el Paráclito y la Inmaculada para llevar nuestras palabras a los hombres de buena voluntad. Pero te tienen que respectar como las ovejas respetan a sus pastores y van por donde el pastor las va dirigiendo.
Eres una más pero no eres una más.
Eres el canal por el cual nos manifestamos poseyendo tu cuerpo, tu corazón, tu alma, todo tu ser. Para llevar nuestro amor a todos los hombres de buena voluntad. Y al pasar por esto, hija mía, al ser poseída por tu Dios, todo tu ser se santifica en Mí.
Recuerda, tu estas dirigida y llevada por Mí, a Mí tienes que obedecer y a nadie más.
Se. Hija mía, que te cuesta reconocer lo que quiero y he hecho en ti, porque te ves imperfecta, miserable y más pequeña que todas tus hermanas y portavoces pero en Mí eres la más grande, por la humildad, trabaja día a día la humildad que tu corazón esté hasta ahora, libre de rencores y lleno de amor a tus semejantes.
Y a todas mis ovejas os amo. Os cuido, me inclino hacia vosotras y curo vuestras heridas.
Ser dóciles siempre a la llamada del buen pastor.
Mira, hija mía, como retozan las ovejitas de los Sagrados Corazones.
Mira que contentas están aquí conmigo

Rosa
Señor, y ¿porque yo no me veo?

Jesús
Hija mía, porque el rebaño lo estás viendo a través de mis ojos, en estos momentos no eres tu sino Yo el que estoy en ti, hija mía.
Tu eres la pastora de este rebaño junto con mi Madre y vuestro Jesús y a través de ti pastoreo a cada una de ellas y las llevo a mi Sagrado Corazón.
Serme fieles, regiros por la ley cumpliendo los mandamientos y por la palabra dada en el grupo que no es otra que los santos Evangelios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario