MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
2 DE MAYO DE 2015
Jesús
Shalom, hijos míos.
Hijos míos, vuestro Jesús se ha
hecho presente en este cenáculo junto con mi Madre y vuestra dirigido y llevado
por nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones.
Hija mía, apacienta mi rebaño.
Hija mía, apacienta mi rebaño.
Hija mía, apacienta mi rebaño.
Rosa
He aquí tu esclava, que se cumpla
en mí tu santa voluntad. Ayúdame a llevar a cabo rectamente lo que quieres de
mí.
Jesús
A todas vosotras y a ti, hijo
mío, y a ti, hija mía. Mis ojos están en tus ojos, mis oídos en los tuyos, mi
boca está en la tuya, mis manos son tus manos, tus pies son mis pies, en todo
tu ser estoy Yo, hija mía.
Varea mi rebaño con barra de
hierro.
Yo conozco a mis ovejas y mis
ovejas me conocen a Mí.
Mira, hija mía.
Rosa
Veo una pradera inmensa, todo
llena de hierba verde, muy fresca. Veo al Señor con una túnica blanca y un
manto rojo y un bastón en su mano. Va por todo el rebaño acariciando a las
ovejas, las abraza, las besa, las estrecha en su corazón y a las ovejas heridas
a lo largo del camino se abaja hacía ellas, cura sus heridas, las coge en
brazos y las estrecha fuertemente sobre su corazón.
Jesús
Si, hija mía, sólo las ovejas
rebeldes se apartan del camino. Las dóciles oyen mi voz y me siguen, por el
camino estrecho pero seguro, heridas a lo largo del camino pero Yo, el buen
pastor, las recojo en mis brazos, las hecho bálsamo en sus heridas, las curo,
como has visto y las pongo otra vez a caminar junto a Mí, en este camino largo,
estrecho y seguro que llega a la eternidad.
Hija mía, hay algo que quiero
decir sobre ti, esta tarde. El que tenga oídos que oiga.
Esta bien, hija mía, que quieras
ser una más entre todas las demás, que no quieras beneficiarte de ser un alma
escogida por tu Jesús, por el Padre, por el Paráclito y la Inmaculada para
llevar nuestras palabras a los hombres de buena voluntad. Pero te tienen que
respectar como las ovejas respetan a sus pastores y van por donde el pastor las
va dirigiendo.
Eres una más pero no eres una
más.
Eres el canal por el cual nos
manifestamos poseyendo tu cuerpo, tu corazón, tu alma, todo tu ser. Para llevar
nuestro amor a todos los hombres de buena voluntad. Y al pasar por esto, hija
mía, al ser poseída por tu Dios, todo tu ser se santifica en Mí.
Recuerda, tu estas dirigida y
llevada por Mí, a Mí tienes que obedecer y a nadie más.
Se. Hija mía, que te cuesta
reconocer lo que quiero y he hecho en ti, porque te ves imperfecta, miserable y
más pequeña que todas tus hermanas y portavoces pero en Mí eres la más grande,
por la humildad, trabaja día a día la humildad que tu corazón esté hasta ahora,
libre de rencores y lleno de amor a tus semejantes.
Y a todas mis ovejas os amo. Os
cuido, me inclino hacia vosotras y curo vuestras heridas.
Ser dóciles siempre a la llamada
del buen pastor.
Mira, hija mía, como retozan las
ovejitas de los Sagrados Corazones.
Mira que contentas están aquí
conmigo
Rosa
Señor, y ¿porque yo no me veo?
Jesús
Hija mía, porque el rebaño lo
estás viendo a través de mis ojos, en estos momentos no eres tu sino Yo el que
estoy en ti, hija mía.
Tu eres la pastora de este rebaño
junto con mi Madre y vuestro Jesús y a través de ti pastoreo a cada una de
ellas y las llevo a mi Sagrado Corazón.
Serme fieles, regiros por la ley
cumpliendo los mandamientos y por la palabra dada en el grupo que no es otra
que los santos Evangelios.
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