MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
3 DICIEMBRE DE 2016
San Gabriel
La paz que el Niño Dios os está dando en vuestros
corazones los llene profundamente de su amor.
Soy Gabriel.
Vengo acompañando a la Inmaculada, Hija de Dios
Padre, Madre de Dios Hijo y esposa de Dios Espíritu Santo. Y al Verbo en las
entrañas de María, que ha venido a este grupo formado y dirigido por el corazón
Inmaculado de María y el Sagrado Corazón de Jesús.
Y en esta tarde viene el Verbo haciéndose presente en
cada niño Jesús que tenéis en vuestros brazos.
Soy el arcángel de la Anunciación y el arcángel que
dio ánimo, consuelo, fortaleza y cobijo en mis brazos a Jesús en Getsemaní.
Vengo a este grupo traído de la mano de María, de
nuestra Madre, con mucho gozo y alegría porque es uno de los grupos y son bien
pocos que se puede contar con esta mano, en los que sois formados y dirigidos
por el mismo Dios, no por mentes de hombres.
Sois instruidos por ellos.
¡Ay, de las almas que perseveren en este grupo! No
sabéis bien lo que os ha de acontecer, hermanos míos. Sois dirigidos por el
Sumo Sacerdote y llevados por Él. Caminando en sus huellas ensangrentadas de
sangre para haceros el camino más ligero y llevadero, hermanitos míos.
Os traigo una orden del Padre, el Padre quiere que
caminéis juntos a todos los lugares, hermanos míos.
Dar prioridad siempre al grupo del que estáis
bebiendo la leche y la miel, las gracias y las lluvias de sangre y de agua que
brotan del costado de Cristo y del Inmaculado Corazón de María, nuestra Madre.
Oración, oración, oración se os pide.
Al igual que alimentáis el cuerpo para poder
sobrevivir tenéis que alimentar el alma con el maná del cielo que es la oración
para recibir en ella todo lo que necesitáis para seguir caminando, tanto las
fuerzas del cuerpo como las del alma.
Todo el que está en este grupo y permanece en él es
traído por los corazones de Jesús y de María.
Nadie viene a él si los corazones de Jesús y de María
no los trae.
Sois a cada instante de vuestra vida, de día y de
noche, vigilados por el Padre a través de los ojos del Hijo y de la Inmaculada.
Sois las niñas de sus ojos. Sois la debilidad de
Jesús y de María. Sois su consuelo y en la Hora Santa vuestro corazón y vuestro
hombro el lugar donde viene Jesús a reclinar su cabeza de tanto dolor y
sufrimiento que le provoca la mayor parte de la humanidad.
Sois su delirio y el delirio de María.
Los corazones de Jesús y de María suplen vuestras
imperfecciones porque ven vuestro interior. No juzgaros y no seréis juzgados.
Ven vuestros esfuerzos y sacrificios. Ven como corren
y corréis a sus llamadas dejándolo todo para consolar y desagraviar los
corazones de Jesús y de María.
Os vuelvo a repetir sois el delirio, la flaqueza y el
amor de los Sagrados e Inmaculados Corazones de Jesús y de María.
Sois su alegría y su gozo, sois el regazo en el que
Jesús en su dolor apoya su cabeza. Sois la flaqueza de todo un Dios.
Pero no abusar y seguir paso a paso, cada enseñanza
que os han dado y regiros por todo lo que se os ha dicho.
Vosotros, el grupo de los Sagrados Corazones, no
necesitáis de más, todo lo tenéis en él. Tenéis gracias, bendiciones,
protecciones, aceites, aguas, piedras bendecidas para los momentos en que las
necesitéis. Tenéis medallas, escapularios, crucifijos. Lo tenéis todo. Todo se
os ha dado y se os da para que no andéis corriendo de un lugar a otro.
Y la obra de María Valtorta para enseñaros a conocer
y a amar más a Jesús, a María y a San José, con ello es ya más que suficiente.
¡Ay, del que corre de un lado para otro! Sus mentes
están llenas de confusiones y sus almas no progresan espiritualmente.
Estos niños Jesús que cada uno ha tenido en sus
brazos quedan llenos de la presencia viva de Jesús, hombre y salvador.
Él será luz en los momentos difíciles en vuestros
hogares si acudís a Él en vuestras mentes, en vuestras almas y vuestros
corazones.
Él protegerá y protege desde ahora mismo vuestros
hogares de todo espíritu inmundo, de Satanás y de todos sus secuaces y todo
espíritu inmundo que Satanás quiera sacar del infierno para haceros daño que
son las almas condenadas, hijos míos.
Él será en el tiempo del Aviso, en el castigo y en
todo el tiempo del Aviso hasta los tres días de tinieblas y el castigo será la
luz que proteja vuestros hogares y a vosotros.
En Él han quedado por el poder de Dios Padre, por el
poder de Dios Hijo y por el poder del Paráclito todas las gracias, a parte de
las que ha recibido esta tarde, bendiciones y protecciones que se han dado en
este santo grupo de los Sagrados e Inmaculados Corazones, en uno sólo, no en
dos, de los niños Jesús, el que habéis tenido en vuestro corazón.
Hermanos míos, preparar el camino a Jesús que viene
con la oración, el sacrificio y lo que os pidió vuestra Madre el sábado de la
semana pasada.
Orar mucho para reparar todo el dolor, todos los
ultrajes, sacrilegios e indiferencias y olvidos con que el Niño Dios, el día
25, va a ser obsequiado, lavar todo ese dolor en vuestro amor.
Yo os bendigo en el nombre de Dios Padre, de Dios
Hijo y del Paráclito.
En el amor del Dios Trino y en al amor de los
Sagrados e inmaculados Corazones.
Y la bendición, la protección y la gracia de Gabriel
queda en cada uno de vosotros.
Seguir con el rezo del santo rosario que tanto le
agrada a vuestra Madre.
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