Vistas de página en total

viernes, 3 de febrero de 2017

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
 

26 NOVIEMBRE DE 2016




Nuestra Madre
Hijos míos, vuestra Madre Inmaculada se ha hecho presente en medio de vosotros para adentraros a cada uno y cada una de vosotros, hijitos míos e hijitas mías en mi Inmaculado Corazón, en lugar seguro en estos tiempos difíciles y de inmensas tinieblas que cubren la tierra.
Todas y todos vais entrando en mi Inmaculado Corazón.
Él es la protección más eficaz y segura que tenéis en estos tiempos que os toca vivir.
No os salgáis de él, de este inmaculado corazón que os ama tanto.
Humildad, humildad, humildad os pido.
Que el centro de vuestra vida sea mi Divino Hijo, Jesús.
Amaros todos en él y ser todos uno en él. Dejarlo todo cuando yo os llame o mi Hijo o el Padre o el Paráclito, no seáis como las vírgenes necias que cuando lleguéis por dar prioridad a las cosas mundanas y a las cosas de este mundo os encontréis las puertas cerradas.
Es tiempo de dolor, tiempo de sacrificio y tiempo de gracia para los que vivís en mí y en mi Hijo. A nada debéis temer si estáis dentro de mi inmaculado corazón y alguna o alguno se preguntará: ¿Y como lo sabemos? Fácilmente, hijos míos, llevando a cabo todas las enseñanzas, todo lo que os hemos dicho año tras año.
No ser soberbios, la soberbio no deja ver vuestros defectos y los tenéis. Ser muy humildes para que podáis ver vuestro interior con la suficiente humildad para ver que no sois perfectos y que no siempre lleváis la razón y que os tenéis que corregir.
Esto es lo que os pido en este Adviento que se va a empezar.
No os creáis mejor que el hermano, pulir vuestros caracteres y ser muy humildes.
De esta forma veréis en lo que más falláis y con la gracia de mi divino Hijo os podréis corregir.
El Aviso está muy cerca como ya os venimos anunciando, contra más limpios estéis menos dolor y terror sentiréis. No por confesaros estáis más limpios porque vais al confesionario, no todos, algunos sin dolor de los pecados y sin propósito de enmienda.  
¿Y de que os sirve, hijos míos, la confesión si no intentáis cambiar?
Quiero que vayáis al confesionario con el propósito de corregiros de vuestras faltas y que pongáis mucho cuidado en ellas para poder ir creciendo cada vez más en santidad, hijos míos.
No digo que no vayáis a confesar. Tenéis que ir al confesionario, a lavar vuestras culpas en la sangre del Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Pero con propósito de enmienda porque si no cometéis doble pecado porque os burláis del sacramento del perdón.
Arrepentíos de vuestros pecados, arrodillaos y pedir perdón de ellos a Jesús.
Decir Señor mío…….
Ahora, hijos míos, con verdadero dolor y propósito de enmienda pedir perdón en vuestro interior a mi Divino Hijo por vuestros pecados, los de vuestros familiares y los del mundo entero.
Coger el crucifijo y besarlo con amor y con arrepentimiento, hijos míos.
En esta tarde, hijos míos, vengo llena de gracias que estoy derramando sobre todos vosotros, muchas gracias salen de los dedos de mis manos como una lluvia fina que os penetra dentro de vuestro corazón y en todos los objetos religiosos para vosotros y los hermanos.
Sed todos uno en mi Divino Hijo, corregiros e ir al sacramento del perdón con verdadero propósito de enmendaros y ser dóciles y humildes.
Prepararos con lo que os he dicho en esta tarde, en este Adviento, un año más para que podáis coger el día 25 al Rey de reyes, al Niño Dios en vuestros brazos y sintáis todos su amor, hijos míos. 
La paz de mi Hijo os doy y os dejo en vuestros corazones. 
El poder de Dios Padre, de mi Divino Hijo y del Paráclito desciende sobre estos rosarios con estas gracias, bendiciones y protecciones, hijos míos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario