MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
7 OCTUBRE DE 2017
Jesús
Vuestro Jesús y mi Madre y vuestra nos hemos presente
en este cenáculo formado y dirigido por nuestros Sagrados e Inmaculados
Corazones.
Las palabras de mi Madre y las mías nunca son pasado,
son siempre presente.
Mi hija, vuestra hermana, ha buscado un mensaje que
hiciera referencia a este gran día en la que se recuerda a mi Madre y vuestra
como Nuestra Señora del Rosario.
Lo que di, en ese mensaje que lo dio mi
Madre, vuestra hermana no se acordaba de ello y ya os avisé, a través de mi Madre,
de España y de Barcelona.
De los gobernantes impíos que están gobernando estas
naciones y otras muchas y en verdad os digo, os vuelvo a repetIr esta tarde, como
se ha repetido por mi Madre en el mensaje, que los pueblos de España, las
capitales de España donde haya más pecado, la purificación será más fuerte.
Madrid será muy castigada, el País Vasco, Cataluña y
algunas más.
Se han olvidado de mí y se han puesto ellos en mi
lugar.
Los hombres actúan a su libre albedrío, se ríen, se
mofan y desprecian lo que es bueno y han cogido el odio, el rencor, la
soberbia. Han dado por bueno el aborto, han dado por bueno la homosexualidad,
han dado por bueno vivir como los animales.
Han dado por bueno los crímenes, la avaricia. No les
importa matar con tal de quitar al hermano lo que lleva o entrar en los hogares
que no son suyos y matan.
Otros dejan casi muertos a estas pobres almas para
llevarse lo poco que tienen en sus hogares.
Las familias las han roto. El amor ya no existe, sólo
el desamor. Odios y rencores unos con otros.
Solamente se miran por lo que tienen. ¡Qué pena y que
dolor para este Dios olvidado, ultrajado y despedazado por la mayoría de los
españoles porque sí!
¡Ay, hijos míos, muchos están defendiendo la unión de
España! Pero, ¿cuántos de ellos me tienen a mí? Muy pocos, hijos míos.
Y os digo que esto seguirá adelante, aunque creáis
que para no parará.
La revolución se dará en España.
Se os dijo en su momento que votarais en conciencia.
No por miedo a que salieran los impíos porque tanto monta uno como otro.
Y no habéis votado en conciencia.
Vosotros, hijos míos, preocuparos siempre de actuar
con conciencia y de hacer mi voluntad. Y si actuáis así, Yo puedo cambiar
ciudades enteras, pero necesito que vosotros actuéis conforme, hijos míos.
Orar mucho por España para que el castigo, no digo
purificación, castigo. La justicia de mi Padre que está cayendo sobre ella se
suavice, hijos míos.
Pero ser, vosotros y vosotras, esas almas dóciles a
mi voz, a mi Sagrado Corazón y a mi Inmaculado Corazón de mi Madre y vuestra.
Para que el Padre, el Hijo, que es Él que os habla y
el Paráclito podamos descansar en vuestros corazones y por medio de las almas
justas suavizar y acortar el tiempo del castigo, hijos míos.
Ser muy humildes.
Orar mucho por los responsables de la Iglesia, que
ellos también han creado confusión entre mis fieles, entre mis hijos. No han
dado la importancia al pecado que tienen que dar. No han sido tajantes en decir
la verdad y mirar a donde se ha llegado.
Tan culpables son los gobernantes como una mayoría de
mi Iglesia.
¡Ay, cuántas cuentas tendrán que dar ante mí!
Pedir para que se conviertan de verdad que vean los
errores que han cometido. Que pidan perdón y salven sus almas y sino en verdad
os digo, estas almas arderán en el infierno porque el infierno existe.
Orar mucho por ellos porque Yo solo quiero la
salvación de mis hijos, no la condenación y hacer todo lo posible para que se
le dé el culto que merece mi Madre, la imagen traída por San Miguel a esta
tierra y dada a mi hija, sor Patrocinio, bajo la advocación de Nuestra Señora
del Olvido, Triunfo y Misericordia.
Luchar por ella, hijos míos e hijas mías.
Os bendigo en el amor de Dios Padre, del que se os
está bendiciendo, Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo
Quedad en la paz y en el amor que os doy que brota de
los más profundo de mi Sagrado Corazón.
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