Vistas de página en total

domingo, 30 de diciembre de 2018

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

12 OCTUBRE DE 2018



Jesús
Hijos míos, vuestro Jesús, vengo desgarrado de dolor, lleno de harapos por las blasfemias, por los rencores, por las faltas de amor y de caridad, del odio, de las malas obras. 
Estoy entre vosotros, hijos míos, para que calentéis a vuestro Jesús, que vengo tiritando del frío, del dolor tan inmenso que traigo en mi corazón.
Sed el consuelo de vuestro Jesús. Sed el agua del amor con el que me deis de beber. Sed el alivio de mis llagas, de mis desgarros. De tantas ofensas como estoy recibiendo, hijos míos. Que vuestros brazos aprisionen en ellos a vuestro Jesús agonizante y sienta el amor que cada uno y cada una me tenéis. 
Y, este dolor sea un poco aliviado, hijos míos. 
Vosotros y vosotras tenéis que ser almas consoladoras y reparadoras de vuestro Jesús, de mi Madre y vuestra, que vuestros brazos y vuestro corazón siempre estén abiertos para recibir y quitar tanta inmundicia. Tanto dolor, tanto desgarro como me causan, hijos míos, la mayoría de los hombres.
Ser vosotros el descanso, el consuelo, el alivio y el amor de vuestro Jesús. 
Necesito que las almas que son verdaderamente mías, necesito vuestro amor y el amor del que verdaderamente son míos. Para seguir teniendo misericordia de tantas almas como gritan: "Crucifícale, crucifícale”. Y que desaparezca para siempre de nuestras vidas. Escupen mi rostro, flagelan mi cuerpo, me clavan en una cruz. Se burlan y se ríen de mí, sin compasión y sin misericordia y sin amor porque la mayor parte del mundo está así. 
Yo os prometo, en este mes de octubre, que si hacéis caso y lleváis a cabo todo lo que os hemos ido diciendo, teneros a todos bajo mi manto de púrpura, manto lleno de sangre que será derramada en vosotros constantemente y feliz me sentiré de poder contar con todos.
Porque un amigo que verdaderamente ama, acoge al amigo, le escucha, le consuela, se alegra con él en sus alegrías y se duele en sus penas y siempre caminan juntos. Eso espero de vosotros. 
El auxilio y el socorro de vuestro Jesús, jamás os faltará y mis oídos siempre estarán inclinados a vosotros. Y mi corazón os dará de lo que pongáis a vuestro Jesús, lo que sea bien para vuestras almas y las almas por las que pidáis.
Traerme a mi Iglesia, traerme al Papa, traerme a las almas consagradas, traerme a vuestros familiares, traerme a la juventud y a los adolescentes, traerme a las familias. A los enfermos, a los sanos y a los pobres pecadores, que, por amor a vosotros, actuaré fuertemente en ellos.
Aunque ellos no quieran que les toquen, mis manos por amor a vosotros, les tocarán, hijos míos. 
Tocarán sus corazones duros como piedras y fríos como témpanos de hielo, y en muchos sus corazones se derretirán al calor de mis manos que por amor a vosotros abrasarán, hijos míos. 
Os amo tanto, tanto, tanto que vuestro pobre amor es suplido en mi amor y dais reparación a todo un Dios que se hizo hombre por amor a vosotros y a todo el género humano.


No hay comentarios:

Publicar un comentario