MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
14 DE MARZO DE 2015
Jesús
Y el amor inunde vuestros
corazones e inunden también vuestros hogares con mi presencia y la presencia de
mi Madre, con las de los ángeles y la de los santos que habitamos las casas de
los justos.
Que verdad has dicho, hija mía,
mi Padre y el vuestro, se desgarra de dolor al ver tanta impiedad, tanto
desamor, tanto olvido a su Padre y creador, tanta depravación, tanta lujuria,
tanto egoísmo, tanta impiedad, tanta alma que Él ha creador con amor y le
desprecian.
No le reconoce como su creador y
quiere quitarle de su puesto para ponerse él.
Todas estas almas laceran tanto
su corazón. Al igual, cuando estas almas, algunas se arrepienten y viene a Él,
al igual que al hijo pródigo, sale mi Padre al camino y los abrasa en sus
brazos de amor y los reconcilia con Él pero son tan pocos que la justa cólera
del Padre se está derramando.
Pero el hombre sigue su camino de
pecado a pesar de tantas llamadas personales que le hacemos, colectivas, en grupos
y en apariciones. El se mofa, se ríe de nosotros, se burlan y una vez más,
flagelan e hieren, cargan con la cruz, crucifican al Hijo de Dios, que soy Yo
el que habla.
¡Ay!, cuando estén estas almas,
sino se han arrepentido en vida, ante Mí, les diré: Ir malditos de mi Padre al
fuego eterno. Todo lo he hecho ya, nada me queda por hacer. Pero sigo llamando
como un mendigo a los corazones y saliendo a los caminos y no encuentro
consuelo sino desprecio y burla.
Reparar el corazón de mi Padre y
el mío, y el de mi Madre, con vuestras obras, ejemplo, oración, que seáis el
hombro que podamos reclinar nuestra cabeza.
¡Cuántas veces os he pedido lo
que os he pedido ahora! Piedad, amor, caridad y misericordia. Pedir mucho por
la conversión de los pecadores.
La copa se está derramando, falta
poco para que todo concluya, pero ese poco es de grandes sufrimientos,
calamidades, enfermedades, plagas.
La naturaleza se rebela contra el
hombre por su iniquidad y el daño provocado cada vez será más doloroso y al ser
más doloroso, habrá más sufrimiento.
Todo caerá como una torre de
naipes y todo quedará destruido.
Los gobiernos de la tierra están
preparando un nuevo orden mundial, sin Dios, regido por el ateísmo, por el rey
de la mentira y de la iniquidad.
La bolsa se desplomará y el
dinero todo será destruido. Todo ello es ocasionado por el pecado, por no
querer retornar a Dios y hacer la purificación más suave y más corta.
Si el hombre retornará a Mí y al
Padre más de la mitad de los sufrimientos serían evitados.
Pronto, muy pronto se dará el
primer aviso a la humanidad. El que os veréis ante Mí, tal y como sois cada uno
y cada una.
El tiempo se parará y el juicio
particular de cada uno empezará.
Orar para que el corazón del
hombre se ablande en esos momentos, pida perdón a su Dios creador, salvador y
redentor, se arrepienta y vuelva a Dios.
Después seguirá el gran milagro
que se verá desde todos los lugares de apariciones, donde a hecho presencia mi
Madre y la vuestra, para atraer a más almas a nuestros corazones.
Después, si el hombre sigue
empecinado en el pecado vendrá lo peor que terminará con los tres días de
tinieblas.
Despertar y no dormiros, pronto va a suceder esto.
Antes de lo que vosotros os imagináis.
Preparaos para estos eventos con
humildad, con fe, con confianza, esperanza y amor y caridad para recibir a
vuestro Jesús que viene rodeado de ángeles con mi Madre y vuestra, en los
cielos.
Pronto mi Segunda Venida se dará
y el mundo, tal y como, lo conocéis desaparecerá, para dar lugar a la creación
que mi Padre hizo en su momento y el hombre por el pecado la destrozó.
No ser egoístas ni usureros, dar
en la medida que podáis al que lo necesite, que ello es prenda de salvación
eterna.
Cuando vengáis ante Mí, vendréis
desnudos porque todo os sobrará. ¿De qué os sirve atesorar en la tierra si
perdéis la eternidad en Dios y os ganáis el infierno?
Os vuelvo a repetir, sólo seréis
examinados ante Mí, del amor y a Mí no se me puede engañar. Y en la medida que
habéis dado, recibiréis.
Acumular los tesoros en el cielo
y no en la tierra que no valen para nada.
Hijos míos e hijas mías, ser
todos y todas unos en Mí, como Yo quiero serlo en cada uno de vosotros.
Regiros por el Evangelio, por las
enseñanzas que os estoy dando en el grupo y no por vuestros criterios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario