MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 

SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

1 DE OCTUBRE DE 2015

Jesús

Mi paz y mi amor inunde vuestros corazones.

En estos tiempos más que entonces taladran más salvajemente, más cruelmente mis manos y mis pies, mi espalda, piernas, el tórax, mi Santa Faz. Es también más flagelada que entonces y más cruelmente, sin piedad, sin miramientos porque los latigazos también salpicaron a mi Divino rostro, sin piedad, sin miramientos, con risas, con mofas…

Me flagelan y me clavan una y otra vez en la cruz, la ingratitud, la soberbia y el olvido de los hombres.

El hombre en estos tiempos quiere borrarme de la faz de la tierra y los poderosos y los que no son quieren suplantarme y juegan a ser Dios.

Creando vida donde Dios no la ha dado, creando bombas mortíferas que destruirán ciudades y mucha parte de la tierra. Queriendo llegar a saber aún más, entrar en Mí para comprender y entender el universo, la tierra y tantas y tantas cosas que la soberbia de estas almas quieren llegar al principio de todo, antes de la creación y a ello no van a llegar y están jugando con algo mortífero, están jugando con la destrucción de la tierra y buenos y malos caerán.

¡Ay, pueblo mío!, ¿que te he hecho, si todo lo he dado por ti? Y, ¿qué recibo? Burlas, desprecios, mofa, flagelos y crucifixión. Porque no creáis en ningún momento que porque he resucitado no sufro, como un padre, un hermano, todo un Dios ¡no va a sufrir por sus hijos? Y vosotras, madre sabéis alguna el dolor que ocasiona los hijos descarriados.

¡Cómo no voy a sufrir viéndome olvidados por unos, negados por otros y los que se llaman míos, la mayoría, cogen lo que quieren de mis palabras en el Evangelio y hacen su santa voluntad!

Tanta, tanta es la traición en la que estoy sumido, empezando por almas consagradas: cardenales, obispos y fieles que quitan y ponen lo que se les antoja de mi Iglesia y de mi Evangelio, haciendo de Mí, un Dios a su imagen y semejanza.

La soberbia con la que se rebeló Lucifer al Padre ha entrado en el hombre y no ve más allá y son marionetas en sus manos. Ello ha sido con el consentimiento del hombre.

No olvidaros que de Mí, del Padre, del Paráclito, de mi Madre y vuestra, de los ángeles custodios, de santos, familiares que se tienen en el cielo han recibido llamadas y se les han dado muchas luces para enmendar sus caminos, para decir no al rey de la mentira.

Y ellos han preferido la opulencia que les da Satanás y no la pobreza con que revisto Yo a los míos.

Y eso hiere y taladra una y otra, otra y otra mi corazón.

Los que no me conocen, estas almas que no me conocen en ellas hay menos delito que las que conociéndome caminan por el camino ancho.

Y no han querido ni quieren al estrecho, porque  es renuncia, sacrificio, amor, humildad, dolor y sufrimiento para salvar otras almas y reparar a todo un Dios ultrajado por los hombres.

No separaros de este redil, de este rebaño dirigido por el Buen Pastor y la Pastora Divina que es mi Madre y la vuestra, haciendo cada vez más esfuerzos por ayudar a vuestros Jesús y corregiros de vuestra podredumbre y miserias.

Ser muy humildes.

No pensar en el mañana que el mañana no puede llegar. Pensar en tener el alma limpia a cada instante. No sea que os llame a mi presencia y como las vírgenes necias no estéis preparadas. Tener vuestros candiles llenos de aceite, de humildad, de amor, de fe y de caridad que rebosen esos candiles, que se salga el aceite para que llegado el momento que diga: Venir, benditos de mi Padre al reino que os tengo preparados y preparadas en el que ya no haya más sufrimiento, ni más lágrimas, ni más enfermedad.

Desprenderos de todo lo innecesario y que vuestro ejemplo sea la Sagrada Familia de Nazaret. Aprender a vivir como ellos en este tiempo y no ser usureros y dar en el medida que cada uno pueda al que lo necesite, tanto si es material como si es una sonrisa, una caricia o saber escuchar.