MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
24 SEPTIEMBRE DE 2016
Nuestra Madre
Vuestra Madre de la Misericordia del amor y de la
caridad se ha hecho presente en medio de vosotros bajo la advocación de nuestra
Señora de la Merced.
Venid a mí todos los que estéis agobiados, todos los
que estéis cansados, todos los débiles, todos los enfermos, todos los que
tengáis problemas y necesidades que estoy presta en todo momento a atenderos, a
auxiliaros y a socorreros.
A romper toda cadena que os impida la unión con mi
Divino Hijo, uniros a mi Inmaculado Corazón y orar para romper las cadenas de
la oscuridad que envuelve este mundo. No desanimaros, alegraos y regocijaos, en
medio de tanto dolor y de sufrimientos porque al son de trompetas está viniendo
mi Divino Hijo.
Purificando este mundo, todo cuanto hay en él, hijos
míos.
Agarraos fuertemente al santo rosario, el alma que no
rece el santo rosario lo tendrá muy difícil, muy costoso.
Pedir perdón a mi Divino Hijo por todos vuestros
pecados.
Decir conmigo, Señor mío Jesucristo…….
Arrodillaos. Vuestros pecados han sido perdonados y
lavados en la Preciosa Sangre de mi Divino Hijo.
Hijos míos, ayudadme a romper las cadenas de tantas
almas como hay en el purgatorio que parece mucho y quisiera liberarlas todas
ahora mismo, pero los pecados de soberbia y de desamor han sido tantos que
todavía tienen que padecer tiempo en el purgatorio.
Orar para suavizarles este purgatorio y para que
vayan avanzando poco a poco hasta salir de él.
Orar por vuestros familiares que algunos creéis que
tenéis fuera y todavía están padeciendo penas en el purgatorio.
Vuestro deber es rezar por todos vuestros difuntos.
Rosa
¡Ay Dios mío!, ¡Ay Dios mío!
Nuestra Madre
Ve y calla, hija mía,
Rosa
¿Como es posible esto, Madre?, ¿Como es posible?
Nuestra Madre
¡Ay, hija mía! el elemento se disfraza de luz y
engaña.
Por ello, no tenéis que dejar de rezar por todos
vuestros difuntos aunque sepáis algunos que en verdad están en el cielo.
Otros creéis y no están.
¿Cuántas veces, hijas mías e hijos míos, os he dicho
que estén donde estén tenéis que seguir rezando mientras estéis en la tierra
por padres, madre, maridos, mujeres, hermanos, hermanas, hijos, hijas, abuelos,
abuelas, etc, hijos míos?
¿Cuántas veces os lo he dicho?
Si están bien y si no los estáis ayudando a salir.
No tengáis almas de vuestra familia y a otras almas
más tiempo retenidas en el purgatorio por falta de oración.
La Segunda Venida de mi Divino Hijo está en puertas y
tenemos que romper todas las cadenas que atan a las almas del purgatorio, para
que en el momento que mi Hijo al son de trompetas toque la tierra todo el
purgatorio quede libre de toda alma que pagando en ese momento su deuda con el
Padre, a través de nuestras oraciones salgan todas del lugar de la
purificación, hijos míos e hijas mías.
Seguir orando por las almas estén o no estén en el
purgatorio, hijas mías e hijos míos.
Los hogares de los que estáis aquí presentes, puertas
y ventanas quedan sellados en el sello de la Madre de vuestra Merced para
protegerlas y socorrerlas de tanto peligro como acecha y de todo el mal que
viene y está viniendo a la tierra.
Un ángel de vuestra Madre a puesto el Padre a
vuestras puertas y estas bendiciones que voy a dar ahora también son para todas
las almas que no pueden venir, no las que están en el grupo sino las que no
pueden venir y reciben los mensajes por estar lejos de este lugar santo.
Todos los rosarios y objetos religiosos quedan
bendecidos con grandes bendiciones, gracias y protecciones que derrama vuestra
Madre de la Merced para la conversión de los pobres pecadores, para las
benditas almas del purgatorio. En los rosarios por cada bola saldrán 1.500
almas del purgatorio, para los enfermos de alma y de cuerpo. Para todas
vuestras situaciones, ya sean problemas, enfermedades, para la paz en vuestros
hogares, para los tres días de tinieblas, para el Aviso y todos los
acontecimientos que han de venir desde hoy hasta el final.
Todos son tocados por el escapulario de la Merced de
vuestra Madre, en todos pongo mi sello contra ellos nada Satanás podrá.
Hija mía, tienes que preocuparte más de las cosas del
cielo que de la tierra.
El poder de Dios Padre, de Dios Hijo y del Paráclito
desciende sobre los objetos religiosos para vosotros y para los que reciben los
mensajes.
Y vuestras puertas, de los que estáis aquí presentes,
de vuestros hogares, ventanas han sido selladas con el escudo de vuestra Madre
de la Merced y un ángel del Padre ha puesto en vuestras puertas.
Quedad en mi paz y en mi amor.
Ir a festejar a esta Madre que os ama tanto.
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