Vistas de página en total

domingo, 13 de noviembre de 2016

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
 
24 SEPTIEMBRE DE 2016


Nuestra Madre
Vuestra Madre de la Misericordia del amor y de la caridad se ha hecho presente en medio de vosotros bajo la advocación de nuestra Señora de la Merced.
Venid a mí todos los que estéis agobiados, todos los que estéis cansados, todos los débiles, todos los enfermos, todos los que tengáis problemas y necesidades que estoy presta en todo momento a atenderos, a auxiliaros y a socorreros. 
A romper toda cadena que os impida la unión con mi Divino Hijo, uniros a mi Inmaculado Corazón y orar para romper las cadenas de la oscuridad que envuelve este mundo. No desanimaros, alegraos y regocijaos, en medio de tanto dolor y de sufrimientos porque al son de trompetas está viniendo mi Divino Hijo.
Purificando este mundo, todo cuanto hay en él, hijos míos.
Agarraos fuertemente al santo rosario, el alma que no rece el santo rosario lo tendrá muy difícil, muy costoso.
Pedir perdón a mi Divino Hijo por todos vuestros pecados. 
Decir conmigo, Señor mío Jesucristo…….
Arrodillaos. Vuestros pecados han sido perdonados y lavados en la Preciosa Sangre de mi Divino Hijo.
Hijos míos, ayudadme a romper las cadenas de tantas almas como hay en el purgatorio que parece mucho y quisiera liberarlas todas ahora mismo, pero los pecados de soberbia y de desamor han sido tantos que todavía tienen que padecer tiempo en el purgatorio.
Orar para suavizarles este purgatorio y para que vayan avanzando poco a poco hasta salir de él.
Orar por vuestros familiares que algunos creéis que tenéis fuera y todavía están padeciendo penas en el purgatorio.
Vuestro deber es rezar por todos vuestros difuntos.

Rosa
¡Ay Dios mío!, ¡Ay Dios mío!

Nuestra Madre
Ve y calla, hija mía,

Rosa
¿Como es posible esto, Madre?, ¿Como es posible?

Nuestra Madre
¡Ay, hija mía! el elemento se disfraza de luz y engaña.
Por ello, no tenéis que dejar de rezar por todos vuestros difuntos aunque sepáis algunos que en verdad están en el cielo.
Otros creéis y no están.
¿Cuántas veces, hijas mías e hijos míos, os he dicho que estén donde estén tenéis que seguir rezando mientras estéis en la tierra por padres, madre, maridos, mujeres, hermanos, hermanas, hijos, hijas, abuelos, abuelas, etc, hijos míos?
¿Cuántas veces os lo he dicho?
Si están bien y si no los estáis ayudando a salir.
No tengáis almas de vuestra familia y a otras almas más tiempo retenidas en el purgatorio por falta de oración.
La Segunda Venida de mi Divino Hijo está en puertas y tenemos que romper todas las cadenas que atan a las almas del purgatorio, para que en el momento que mi Hijo al son de trompetas toque la tierra todo el purgatorio quede libre de toda alma que pagando en ese momento su deuda con el Padre, a través de nuestras oraciones salgan todas del lugar de la purificación, hijos míos e hijas mías.
Seguir orando por las almas estén o no estén en el purgatorio, hijas mías e hijos míos.
Los hogares de los que estáis aquí presentes, puertas y ventanas quedan sellados en el sello de la Madre de vuestra Merced para protegerlas y socorrerlas de tanto peligro como acecha y de todo el mal que viene y está viniendo a la tierra.
Un ángel de vuestra Madre a puesto el Padre a vuestras puertas y estas bendiciones que voy a dar ahora también son para todas las almas que no pueden venir, no las que están en el grupo sino las que no pueden venir y reciben los mensajes por estar lejos de este lugar santo.
Todos los rosarios y objetos religiosos quedan bendecidos con grandes bendiciones, gracias y protecciones que derrama vuestra Madre de la Merced para la conversión de los pobres pecadores, para las benditas almas del purgatorio. En los rosarios por cada bola saldrán 1.500 almas del purgatorio, para los enfermos de alma y de cuerpo. Para todas vuestras situaciones, ya sean problemas, enfermedades, para la paz en vuestros hogares, para los tres días de tinieblas, para el Aviso y todos los acontecimientos que han de venir desde hoy hasta el final.
Todos son tocados por el escapulario de la Merced de vuestra Madre, en todos pongo mi sello contra ellos nada Satanás podrá.
Hija mía, tienes que preocuparte más de las cosas del cielo que de la tierra.
El poder de Dios Padre, de Dios Hijo y del Paráclito desciende sobre los objetos religiosos para vosotros y para los que reciben los mensajes.
Y vuestras puertas, de los que estáis aquí presentes, de vuestros hogares, ventanas han sido selladas con el escudo de vuestra Madre de la Merced y un ángel del Padre ha puesto en vuestras puertas.
Quedad en mi paz y en mi amor.
Ir a festejar a esta Madre que os ama tanto.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario