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jueves, 21 de junio de 2018

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

7 MAYO DE 2018



Jesús
Hijos míos, vuestro Jesús, el Pan vivo bajado del cielo, se ha hecho presente, esta tarde, en medio de vosotros. 
Todo el que coma mi cuerpo y beba mi sangre tendrá vida eterna y su alma no perecerá. 
Porque estará siempre fortalecida y viva en Mí. 
Me he querido quedar con vosotros hasta el fin del mundo por amor para que mis hijos acudan ante Mí. Para que me contéis vuestras alegrías y vuestras penas, vuestros problemas y desagraviéis el corazón de vuestro Jesús desgarrado de dolor por la impiedad y el desamor y un número mayor de almas.
Dentro de mi casa, hijos míos e hijas mías, aún con los templos llenos, me encuentro tan solo.
Mis hijos se olvidan que estoy verdaderamente vivo en el sagrario, que los estoy esperando con los brazos abiertos y mis hijos pasan de largo. Se sientan, una gran mayoría en los bancos, y en vez de darme las gracias por haberme quedado por amor a ellos en el sagrario, contarme sus cosas, se ponen a hablar entre sí. La mayoría de las veces cotilleos y murmuraciones, criticando al prójimo.
¡Qué pena y qué dolor siente mi corazón al verme tan olvidado hasta de mis propios hijos! De los que se llaman míos. 
Vosotros y vosotras darme el amor que me es negado en estas almas.
Acercaros al sagrario para que vuestros Jesús pueda reposar en vosotros y contarme vuestras alegrías, contarme vuestros problemas que Yo, verdaderamente, os escucho. Estoy ahí para ayudaros. Daros fuerzas, aumentaros la fe, la confianza y la esperanza. Para confortaros y resolveros tantos problemas. 
¡Si me dejáis resolverlos, hijos míos e hijas mías!
La confianza que yo quiero que me tengáis es plena, creyendo, verdaderamente, que todo lo puedo y que siendo bien para las almas lo doy. Pero en mi momento, no en el vuestro. No me atéis con vuestras impaciencias sino dejarme actuar con plena fe, confianza y esperanza y no olvidaros, ni por un instante que os amo y os llevo grabados en la niña de mis ojos. 
Ni un instante os pierdo de vista. Vosotros a mí, sí. Pero yo a vosotros, no. 
Estar muy unidos a la vid para que los sarmientos, que sois vosotros, estéis llenos de vida, de vida recibida por Mi. 
¡No alejaros que el sarmiento se desprende y se seca, hijos míos!
Manteneros muy unidos, hijos míos, solos no podréis con lo que os viene.
Tenéis que estar estrechamente unidos unos a otros. 
Preparaos y vivir en mi amor para que podáis dar mi amor a los demás. 
Ser muy humildes
La humildad vence todo mal y no estáis ni estaréis solos.
Mi Madre y vuestra, vuestro Jesús, vuestros ángeles de la guarda y santos protectores estamos siempre junto a vosotros, lo que os pasa es que os olvidáis de ello.
Os bendigo en el nombre de mi Padre y el vuestro. 
En el nombre de Dios Padre. En el nombre de vuestro Jesús, que es Él os está bendiciendo, en el nombre de Dios Hijo. 
En el nombre del Paráclito, en el nombre de Dios Espíritu Santo.
Y en el Inmaculado Corazón de mi Madre y vuestra.
Honrarla en este mes de mayo. Darla todo vuestro amor. Llenar su corazón de flores, esas flores son las buenas obras, los sacrificios, los trabajos bien hechos, vuestro esfuerzo, etc. Para desagraviar su Inmaculado Corazón par que se sienta amada consolada y fortalecida en vosotros por todos los que no la aman, hijos míos. 
Esforzaros un poco más y si caéis, levantaros que mi Madre y Yo, vuestro Jesús, os ayudamos.

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