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jueves, 21 de junio de 2018

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

22 MAYO DE 2018




Jesús
Hijos míos, nos hemos hecho presentes en este cenáculo formado y dirigido por nuestros Sagrados e Inmaculados corazones.
Hijos míos, manteneros en lo más profundo de nuestros sagrados e inmaculados corazones.
Si, hijos míos, y vuestro Jesús el Hijo del Dios vivo, ya no os pide sino, hijos míos, os ordena que os améis los unos a los otros como a vosotros mismos. Y como Yo os amo a cada uno de vosotros, con vuestras miserias, imperfecciones y faltas, hijos míos. 
No sentiros ninguno mejor que otro porque no lo sois. 
¿Quien sois vosotros, miserables, para rechazar al hermano con una mala palabra, mal gesto y mal modo? Basta ya, y no lo digo por todas.
Os quiero, dentro de todas vuestras aficiones, problemas, dificultades y demás, alegres y contentos porque si confiáis en Mí, así estaréis y no pensar en vosotros mismos. ¡Y pensar más en los demás! 
Mirar el dolor de mi Madre después de mi Pasión, desgarrada, destrozada por tanto dolor inmenso que vosotras aquí en la tierra jamás podréis alcanzar ni entender y en vez de encerrarse en ese dolor mandó a Juan a buscar a los apóstoles para curarle las heridas del miedo que había causado en ellos al desperdigarse y dejarme solo, camino del calvario, hijos míos.
Mirar a mi Madre en el segundo misterio de dolor, de los dolores, que no se preocupó del estado en el que se encontraba, sino que se encaminó deprisa a la montaña, en un burro, no en coches como vosotros, para auxiliar, par socorrer y a atender a su prima Santa Isabel.
Dejaos de meteros en vosotros y daros más a los demás, pero todas, no unas cuantas, sino todas. 

Nuestra Madre
Hijas mías e hijos míos, como este rosario tan querido, tan amada por el cielo, por el Padre, por el Hijo y por el Paráclito y por vuestra Madre Inmaculada para desagraviar a vuestra Madre en tanto dolor y sufrimiento. Al igual, que a mi divino Hijo, su divino y desgarrado rostro por amor a todos vosotros.
Os bendigo In nomine Patri, et filie et Spiritu Santi.
Seguir reparando a vuestro Jesús y a vuestra Madre que tanto alivio y tanto consuelo recibimos, hijos míos. 
Amaros todos hijos míos e hijas mías como mi divino Hijo os ha dicho. No ser bruscos unos con otros sino amables. ¡Dulces como la miel y respetuosos!
Ello repararía tanto, tanto, nuestros corazones y los dolores de nuestra Madre y de vuestro Jesús.
Meditarlo y ponerlo en práctica, hijos míos. 
En todos los lugares del mundo me he manifestado bajo advocaciones diferentes para ser venerada en ellas, en cada advocación he traído y traigo gracias, bendiciones y protecciones. Algunas diferentes según lo que se necesite en los lugares donde me manifiesto.
Y en todas advocaciones para ser honrada en ella, venerada y reparar mis dolores, lágrimas y mi inmaculado corazón desgarrado de dolor por el sufrimiento de los hombres, por los pecados de la humanidad, por el olvido del hombre a Dios, por la pérdida de tantas almas, por la pérdida de la fe en tantas almas consagradas, etc.
Quiero que estos días que quedan del mes de mayo, mes dedicado a vuestra Madre Inmaculada, lo dediquéis a reparar mi Inmaculado Corazón con obras, el santo rosario y sacrificios, hijos míos. 
Venir a Mi como niños pequeños y traerme vuestro amor, vuestros abrazos, vuestros besos, que me sienta amada por todos los hijos, que son multitud los que no me aman. 
Soy Madre de la Iglesia y a pesar de las tempestades y las embestidas contra la Iglesia no perecerá. La tengo cubierta con mi manto, protegida por el Padre Eterno, cuidada por el Espíritu Santo y llevada por mi divino Hijo. 
Defendida por vuestra Madre Inmaculada y Jesús Eucaristía. 
Rodeada por San Miguel y por todos los ángeles que están a sus órdenes y todo el calcañal de vuestra Madre Inmaculada.
Soy Madre del Olvido y todo queda olvidado cuando el hombre viene arrepentido.
Soy Madre del Triunfo, todo el que venga a mí, el triunfo en las almas queda asegurado. El que vive en mí Hijo y en mí no pierde, hijos míos. 
Soy Madre de la Misericordia y la derramo en toda la humanidad, vengo a los enfermos, a los que sufren en cualquier situación y los rayos de amor y misericordia descienden sobre estas almas, en especial en los que acuden a mí. Los alivio, curo y pongo solución a sus situaciones y problemas en el momento de mi divino Hijo y si es bien para su alma, los conforto, los fortalezco, etc. 
Hijos míos, obsequiarme todos los días con la oración del “Acordaos” varias veces al día. Jamás es esta oración desecho a vuestras súplicas. Me abajo a las almas que lo rezan. Inclino hacía ellos mis oídos, todos los recojo en mi Inmaculado Corazón para llegado el momento dar cumplimiento a las peticiones que se me han confiado.
Siempre que venís confiados recibís. Y muchas veces no os dais cuenta porque recibís otras peticiones diferentes a los que habéis pedido porque ello es lo os conviene. 
Jamás el hombre que viene con amor y confianza le dejo que se vaya con las manos vacías.
¡Cuánto os ama mi Inmaculado Corazón!
Poner por obra nuestras enseñanzas, consejos, y venir con amor y confianza que rebosan infinito amor por cada uno de vosotros. 
Pedir mucho por la paz en España, la paz de Dios en ella, que la que tenéis es falsa y está a punto de formarse una revolución. Cuando esto suceda pedir con fuerza que se acabe y no llegue a la guerra civil.
¡Cuánto dolor le queda por pasar a España!
¡Cuántas madres lloraran por sus hijos, la sangre correrá por las calles!
Los templos destruidos y la sangre de nuevos mártires regarán España.
Hijos míos, por favor uniros con todas vuestras fuerzas a mi Inmaculado Corazón y pedir en mi Inmaculado Corazón dolorido que no pase de una revolución. 
En España no hay nadie, muy pocos, apenas nadie, los que cumplen los mandamientos.
Los gobiernos tienen las manos manchadas por el egoísmo del poder y del dinero y en España no hay ninguno que cumpla la voluntad del Padre ni se acuerdan de Él. Y menos de poner en sus vidas los mandamientos.
Cada vez hay más gente parada y pasándolo mal y trabajos mal pagados consentidos por el gobierno que no tiene para cubrir los gastos necesarios.
Son mentirosos, sólo piensan en su bienestar, no en el bienestar del pueblo. 
España, al igual, que el mundo está cubierta de tinieblas. 

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