Vistas de página en total

viernes, 17 de agosto de 2018

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

2 JUNIO DE 2018



Nuestra Madre
Hijos míos, vuestra Madre Inmaculada se ha hecho presente en este grupo formado y dirigido por nuestros Sagrados e Inmaculados corazones. 
Un nuevo mes ha comenzado. Mes dedicado al Sagrado Corazón de mi divino Hijo a mi Inmaculado Corazón. Mes de este grupo que lleva el nombre de nuestros sagrados e inmaculados corazones. 
Hijos míos, cuando os pongáis en oración, antes pedir perdón por todos vuestros pecados, que ya lo hemos dicho y perdonar de alma y de corazón lo que tengáis con otros hermanos porque si no el Padre no os puede perdonar, hijos míos. Y vuestras súplicas no son escuchadas.
El Padre quiere hijos íntegros, no fariseos como también lo quieren nuestros Sagrados e Inmaculados corazones. Quiero que estéis al lado del hermano que sufre puesto que se piden oraciones por vuestros hermanos, si las hacéis. Pero luego os despreocupáis de ello y no acompañáis a los hermanos en el dolor. Eso no es amor ni caridad, hijos míos.
Esto es para todos, para los que están enfermos y los que están menos enfermos. Os tenéis que preocupar unos de otros y estar al lado del que sufre, acompañando en el dolor al hermano.
Eso es amor al hermano y al prójimo y no lo hacéis. Os despreocupáis unos de otros, pero se os da bien hacer juicios. Y con esos juicios estáis pecando. 
Quiero que verdaderamente viváis en nuestros sagrados e inmaculados corazones con todo lo que os hemos venido enseñando y que poco habéis cogido.
Orar con el santo rosario por vuestros familiares, por la conversión de los pobres pecadores, por los enfermos, por las almas consagradas, por el Papa, por los agonizantes, por las almas del limbo, porque si existe el limbo y por las benditas almas del purgatorio y por la conversión de los pobres pecadores especialmente los más empedernidos. Pero con un corazón limpio, un corazón en gracia para ser escuchados, un corazón libre de rencores y de malestar con los hermanos.
Hijos míos, mirar que os amo infinitamente al igual que mi divino Hijo que os llevamos grabados en la niña de nuestros ojos y en las palmas de nuestras manos.
Y algunas, no termináis de daros cuenta, la soberbia os ciega.
Hijos míos, también orar por vuestra patria y por el mundo entero. 
Ya se os dijo que terminado mayo comenzaría todo, ¿de que os extrañáis? Si teníais que estar ya preparados, pero eso es la falta de confianza en nuestras palabras.
Todo ello, no viene por los gobernantes sino, hijos míos, por vuestros pecados y por los pecados de la humanidad.
Nos hemos manifestados por toda la faz de la tierra y pocos son lo que han creído.
La mayoría se mofa, se ríe de nuestros mensajes de nuestras palabras y sigue viviendo a su libre albedrío.
Incluso más, son responsables las almas que se llaman nuestras y no hacen nuestra santa voluntad, sino que se forman un dios y una madre a su imagen y semejanza.
Todo acaba de comenzar más fuerte y cada vez irá a más. No como vosotros pensáis sino como Dios piensa. Porque si fuera como vosotros pensáis no quedaría ser vivo en la tierra.
Orar por vuestra patria para que el Padre suavice todo lo venidero.
Porque ni ojo vio ni oído oyó, los sufrimientos de este tiempo.
Los que vivís en nuestros sagrados e inmaculados corazones a nada debéis temer. Manteneros en gracia llevando a cabo todas nuestras enseñanzas poniéndoosla en práctica y creer bien en nuestras palabras que como estáis viendo todo está saliendo, hijos míos. 
El triunfo de mi Inmaculado corazón y del sagrado corazón de mi divino Hijo se tienen que dar en la tierra, pero para ello, todo tiene que ser purificado.
España es tierra predilecta de vuestra Madre inmaculada y del Sagrado Corazón, mi Hijo por ello es más tentada por los tentáculos del enemigo.
Acogeros también a la sangre de los mártires para que os protejan y os cuide, hijos míos. Y a nada debéis temer solo temer si os apartáis del camino. 
Si os desviáis y cogéis el sendero ancho y no el estrecho, hijos míos. 
Hacer esfuerzo para llevar a cabo todo lo que os hemos dicho. 
Regiros por los mandamientos, por el evangelio, y aunque veáis la Iglesia tambalearse, aunque veáis la Iglesia derrumbarse no apartaos de ella. ¡Vosotras y vosotros en la tradición!
Vosotros sois pilares de la Iglesia que está a punto de despuntar. ¡Toda bella y hermosa!
Pero para ello, tiene que pasar la purificación. Pedir mucho por las almas consagradas que son muy tentadas por el maligno.
Si necesitáis nuestra ayuda pedirla. Porque en verdad, sabemos lo que necesitáis cada uno, pero mi Hijo, el Padre, el Paráclito y vuestra Madre quiere que vengáis a nosotros a pedir lo que necesitas. Como un niño va a sus padres a pedirle lo que necesita.
No tengáis miedo y dejaros de política. 
Y pedir que el Padre envíe un alma justa, santa, llena de Él. Para gobernar este país y aplacar la justa cólera del Padre. 
No tengáis miedo. Sois soldados a las órdenes de vuestra Madre y de San Miguel. Si estáis con mi divino Hijo, si estáis con vuestra Madre y San Miguel, ¿a quien teméis, hijos míos?
Confianza plena. Ha llegado la hora de la confianza de esta forma demostraréis que sois nuestros hijos. 
Os bendigo con la gracia de la fortaleza.
In nomine Patris, Filii et Spiritus Sancti
Quedad en mi paz y en mi amor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario