Vistas de página en total

jueves, 31 de enero de 2019

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

11 DICIEMBRE DE 2018


Jesús
Hijos míos, vuestro Jesús y vuestra Madre nos hemos hecho presentes en este cenáculo creado para reparar los dolores y el corazón doloroso de mi Madre y mi Santa Faz.
¡Ay, hijos míos, en ningún tiempo los pecados de los hombres han abierto tanto mis heridas, mis llagas y han agudizado tanto mi dolor y el de mi Madre, como en estos tiempos actuales!
El pecado corre por toda la faz de la tierra. Los pecados de hoy son más perversos que los pecados del pasado, hijos míos.
Sodoma y Gomorra no llegaron a la abominación tan grande de estos días, y mirar cómo fueron castigados.
¡Que dolor siente vuestro Jesús, que dolor siente vuestra Madre al ver correr al hombre sin Dios, a su libre albedrío!
En la mayoría, ya no hay principios ni valores. Todo lo malo es bueno y lo bueno es desechado y pisoteado como vuestro Jesús y mi Madre en ellos. 
Mi sangre en este tiempo no cesa un instante de caer sobre las almas que la quieren recibir. Para sellar a todas las almas que la reciben con amor en mí, vuestro Jesús. Al igual, que la sangre que brota de los ojos de mi Madre y de su Inmaculado corazón.
¡No sabéis, hijos míos, en este tiempo la multitud de almas que caen en el infierno!
Orar mucho para la conversión de los pobres pecadores.
Nuestros corazones se desgarran al ver precipitarse tantas almas en los abismos, pero esas almas se van a ellos odiándonos y maldiciéndonos.
Vosotros, hijos míos e hijas mías, no esperéis al último momento. Porque a muchos no les da tiempo a arrepentirse, y luego ya es tarde, hijos míos.
Empezar a poner más de vosotros mismos por agradar y reparar a vuestro Jesús y a vuestra Madre Inmaculada. Ir creciendo cada día más en santidad y en humildad, hijos míos.
Orar mucho también por las familias, que la mayoría están destruidas.
El amor en la tierra en la mayoría ya no existe.
Orar por las almas consagradas y por el Papa, hijos míos.
Y mi sangre, la sangre que emana de mi rostro, cada vez, más golpeado por los pecados de los hombres caen sobre vosotros. Al igual que la sangre que brota del corazón inmaculado doloroso de mi Madre y vuestra.
Cada vez más atravesado su dulce e inmaculado corazón por gruesas espinas. Esta sangre cae sobre vosotros. 
In nomine Patris, et Filie et Spiritu Sancti.  
Quedad en mi paz y en mi amor que os la doy y la pongo en vuestro corazón, hijos míos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario