MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
3 DE ENERO DE 2015
Nuestra Madre
Vuestra Madre, Santa María, Madre
de Dios y de toda la humanidad, bajo todas la advocaciones me he hecho presente
en este cenáculo junto con mi Divino Hijo niño en mis brazos y San José formado
por nuestros Sagrados e Inmaculado Corazones y dirigido por el mismo Dios, por
vuestra Madre Inmaculada, por el Padre
de todo lo creado y por el fuego de amor que es el Espíritu Santo.
Gracias a todas y a todos que
habéis hecho el sacrifico de acudir en este sábado a nuestra llamada.
Todo sacrificio que hagáis no es
en vano, el obtendrá de mi Inmaculado Corazón al Sagrado Corazón de mi Divino
Hijo.
Gracias, bendiciones y
protecciones para vosotros, vuestros hogares, vuestra familias y para las almas
por las que pidáis.
Todo requiere un sacrificio, sin
él la recompensa no es grande porque los sacrificios que hacéis están escritos
en el Libro de la Vida.
Este Libro que el Padre guarda
con tanto celo y tanto amor, al igual que las obras de amor, de caridad y de
misericordia. Ello, todo junto, es vuestra entrada al cielo.
En vuestro juicio, veréis todo lo
bueno que habéis hecho, todo lo malo que habéis causado y todo lo que habéis
dejado sin hacer. Pero en el Libro de la Vida está escrito todo lo bueno y ello
es prenda de salvación eterna, recordarlo, hijos míos e hijas mías.
También os recuerdo que tenéis
que lavar, purificar y limpiar vuestros hogares durante nueve días, para los
que no lo hayáis empezado, con la oración de exorcización de San Miguel y con
el agua bendita, que teníais que haber empezado el día 1, junto con la novena a
nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones.
Para que mi Señor, mi Dios y el
vuestro os cuide y os proteja y os ayude.
Año de dolor y de sufrimiento viene a la tierra ,
todos los acontecimientos se irán encrudeciendo y algunos eventos de gran dolor
se darán en el mundo.
La naturaleza se revelará más cruelmente contra el
hombre, volcanes que se están formando en las entrañas de la tierra, otros
dormidos que se están despertando y alguno que entrará en erupción.
Tornados, terremotos, tsunamis, se darán en algunos
lugares y seguirán los temblores aquí en España aunque no los percibís, este
año pasado ha habido unos terremotos y algunos tornados que se seguirán dando
en algunos lugares de España, más fuertes.
Todo lo profetizado se está cumpliendo, la venida de
mi Divino Hijo está a las puertas y para entrar en esta tierra todo tiene que
estar purificado y limpio de todo pecado y toda mancha.
La tierra y sus entrañas se está preparando para la
nueva tierra que girará a tal velocidad que solamente sobrevivirán en ella los
que se han mantenido fieles a Dios Padre, a dios Hijo y a Dios Espíritu Santo y
a nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones.
Todo lo demás junto con los hombre impíos, al dar el
giro quedará enterrado con esta tierra manchada de tanta sangre y de tano
pecado y florecerá la tierra nueva, limpia, donde podrá posar mi Divino Hijo y
vuestra Madre Inmaculada sus pies y caminar por un largo tiempo entre los hijos
de Dios, en el reino de la paz, del amor y de la misericordia, en la tierra
nueva que creo el Padre para el hombre.
Y, todo los cielos renovados porque el hombre
también lo ha manchado.
Pero vosotros, hijitos e hijitas míos, si os
mantenéis firmes en nuestras enseñanzas, en la fe, en el amor, en la caridad,
en la mansedumbre, en la humildad, en la bondad, sobre todo en la misericordia
que lo contiene todo.
No tenéis que tener miedo, pues seréis llevados de
la mano de vuestro ángel de la guarda de cada uno, de todos vuestros ángeles
protectores y santos, y cubiertos en nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones.
Os amamos tanto, tanto que no os produce un gran
dolor cuando dudáis de nuestras palabras, y cuando no creéis lo que os estamos
diciendo y os atañe personalmente.
Nosotros, nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones
queremos vuestra entrada en el cielo directo no que permanezcáis tanto tiempo
en el purgatorio.
Haced a San José, esta pequeña
consagración todos los días si podéis y si no una vez a la semana, los
miércoles.
“Glorioso Patriarca San José, bendito Esposo de María, la Inmaculada y
siempre Virgen y Padre de Jesús, me consagro a vos enteramente de por vida y me
pongo bajo vuestros cuidados y protección, al igual que a mi (…….)
Y a todas las demás almas por las que pido a vuestro Divino Hijo Jesús y
a vuestra Esposa, la Santísima Virgen.
No deseches, San José, mis humildes súplicas antes bien acógelas benignamente.
Amén .
San José bendito ruega por mi, por (…….), y por todos que te presento.
Amén.”
Padre nuestro
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