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martes, 3 de mayo de 2016

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
 
 20 FEBRERO DE 2016



Jesús
La segunda persona de la Trinidad, Jesús, el Hijo del Dios vivo y la reina de cielos y tierra  nos hemos hecho presentes en este cenáculo formado por nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones.
Arrodillaos.
Pedir perdón por vuestros pecados y por los pecados de los hombres soberbios que juegan a ser Dios y dan vida en vientres estériles y la quitan en los vientres en que mi Padre ha puesto vida, un alma para rendirle en este mundo amor, adoración y gloria, hijos míos e hijas mías.
Pedirme perdón por los vuestros y por los pecados que os he presentado.
Besar el crucifijo y rezar todos juntos con corazón contrito y arrepentido el Señor mío Jesucristo.
Hijos míos, mi corazón y el de mi Madre están terriblemente lacerados por tanto crimen como se comete al arrebatar una vida que está creciendo en el vientre de sus madres y lo sacan y lo deshacen sin ningún miramientos y se deshacen de él o de ella o de estas vidas puestas por el Padre como si fueran basura, estiércol en el vientre de sus madres.
De estos gritos, llantos que provocan estos carniceros al matar estas vidas claman justicia sobre la tierra.
Mi corazón es una llaga de dolor al recibir en mis brazos estos cuerpecitos desechos por estos carniceros y por el consentimiento de la madre, del padre y de los abuelos.
Hay madres que son inducidas a ello por los mismos padres. ¡Más vale a todos ellos el no haber nacido!
Esos cuerpecitos los van triturando dentro del vientre ¡que muerte tan terrible!
De estas criaturas llenas de luz en el Padre a puesto en los vientres de estas madres para su gloria, ¿quién sois vosotros para quitar lo que el Padre os da y para poner lo que el Padre no desea ni quiere?
Quitan las almas que el Padre trae a este mundo y crean seres sin alma.
Porque toda vida no creada por Dios Padre no viene de Dios, es creación del hombre.
¡Ay, hijos míos, cuánto dolor y cuánto sufrimiento el hombre está acarreando sobre él por su perversidad!
Han llegado a ser demonios, porque un hombre justo no llega a estas aberraciones, ni los animales que defienden a sus crías con su propia vida.
Orar para que se paren estas matanzas de tantos inocentes y para que dejen de tanto inventar y de crear vida donde no se debe. Solamente el Padre puede hacerlo, hijas mías e hijos míos.
Se ha llegado a un punto en que la tierra, las tinieblas la cubren,  la inundan tanto que hay en ello una gran confusión y la mayoría de los hombres, los que se llaman míos dudan y no saben donde está la verdad y creen a estas almas perversas y endemoniadas incluso dentro de mi Iglesia.
Aprueban la vida creada por el hombre y son seres sin alma.
¡Ay, hijas mías e hijos míos, cuánto tiene que purificar esta tierra bañada de tanto crimen inocente, de tanta lujuria, de tanta perversidad, y de tantos dioses falsos que juegan a ser Dios y quieren llegar hasta antes de la creación con partículas, células, etc!
Taladrando la tierra y hasta el cielo para su propio lucro, poder y fama. Para quitar todo poder y gloria al Padre y dárselo ellos, para inventarse lo no inventado como ya se inventó hacer unos años que el hombre viene del simio, ¡qué pena, qué pena, hijos míos!
Esta creación que el Padre a cada uno os creó y crea al hombre con tanto amor y sopla en esas almas, en esos cuerpos el Espíritu Santo para darlos vida y gracia, decir que viene de un simio.
Por todos los lados quieren hacer desaparecer al Padre de todo lo creado pero no hagáis caso, sólo pueden llegar a una parte pero no van a llegar a lo que ellos quieren, porque ahí ha llegado sólo el Padre que lo ha creado y la Trinidad.
Y con ello, al taladrar la tierra, las entrañas y penetrar el cielo con satélites, cohetes y toda clase de aparatos que envían traen más enfermedades a esta tierra.
El hombre en vez de construir está destruyendo y se está destruyendo a sí mismo y a los demás.
Se les escapan virus y enfermedades de los laboratorios y otras veces los echan para reducir la población y para enfermar a los hombres para crear medicamentos y vacunas y de esta forma enriquecerse.
Muchos de los virus, que dicen virus porque no conocen las enfermedades, cuándo lo han soltado estos virus no han podido dar con el remedio ni con vacunas para combatirlos.
Otras enfermedades vienen por los gases de las armas nucleares, también estas enfermedades provocadas por el hombre. Otras de los agujeros que hacen al taladrar los cielos y del interior de la tierra.
Las enfermedades que van viniendo y que van a venir serán terribles y el hombre no podrá curarlas ni siquiera las provocadas por el hombre.
Tener las medallas bendecidas para estos tiempos de la Milagrosa mucho agua bendita y exorcizada.
Haceros también con reliquias de santos.


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