MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
7 MAYO DE 2016
Nuestra Madre
Hijos míos, todos los que os sintáis desamparados,
agobiados, desesperados, llenos de dolor, venir a Mí que mis brazos se abren
par acogeros en ellos y estrecharos fuertemente y aliviaros y que sintáis mi
ayuda y mi protección.
Yo soy la Madre de los desamparados, la Madre del que
sufre, la Madre que llora viendo el dolor y el sufrimiento de todos mis hijos.
La Madre que llora viendo el desamor de los hombres y
la falta de amor y de caridad con los hermanos que la necesitan.
¡Ay, mi corazón se desgarra el ver el poco amor que
se tiene al hermano! Al ver como se pasa de largo, tapan sus conciencias y
vuestras conciencias poniendo el pretexto de que vosotros estáis igual y ellos
están igual.
¡Qué dolor tan atroz recibe mi Inmaculado Corazón al
ver el sufrimiento de tantos y tantos hijos que podía ser remediado todo por
los que tienen y todos tener lo necesario para llegar a fin de mes y un techo
donde reclinar sus cabezas!
Es verdad que hay muchos que no lo quieren, se han
acostumbrado a vivir de esa forma y ya les da igual pero hay otros que lo
quisieran y no lo pueden tener por el egoísmo y la avaricia de los hombres.
Tantos pobres que están que están en la calle, tantos
hijos míos viviendo en la calle y tantos y tantos otros sufriendo en sus
hogares el desamparo de no saber que hacer para cubrir gastos y poder tener un
plato de comida al día y llegar al final de mes.
¡Ay, vosotros una mayoría que os quejáis, sois almas
privilegiadas, almas que no sabéis el sufrimiento que causa la necesidad y el
agobio que causa el no poder llegar con los gatos a fin de mes!
Soy Madre del desamparo de los enfermos, pobrecitos
mis hijos, ¡cuánto sufren en sus dolores y enfermedades pero cuánto dolor me
producen una mayoría de ellos porque de ello culpan a mi Divino Hijo!
Venid a Mí, hijos míos, vuestros necesidades, dolores
y sufrimientos que yo os acojo en mis brazos, os consuelo, os alivio, remedio
en las enfermedades porque el Padre así lo quiere y fuerza para seguir en
vuestras situaciones.
Yo soy la Madre del desamparado, la Madre del amor,
la Madre que sufre viendo a sus hijos sufrir, la Madre que se alegra y se
regocija en los hombres que ayudan a los hermanos que los necesitan.
Acudir los que podáis en acción de gracias a vuestra
Madre y en reparación al dolor que me causan tantos y tantos hijos ingratos,
allí os estaré esperando con los brazos abiertos.
Ser buenos y buenas, dejaros llevar y transformar por
el amor de mi Divino Hijo en otros Cristos, por el fuego del Paráclito.
Venid ante Mí con todos vuestros dolores y
sufrimientos y los sufrimientos de todo el género humanos, ponérmelos en mis
manos, dejarlo en ellas para presentárselo a mi Divino Hijo y junto con mi
divino Hijo al Padre eterno.
Yo soy vuestra esperanza, vuestro amor, vuestro
alivio y vuestro consuelo. Me inclino como la imagen a cada uno de mis hijos
que se acercan a Mí y mi traen sus sufrimientos y también sus alegrías y su
agradecimiento a las gracias que les concedo.
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