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miércoles, 21 de septiembre de 2016

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
 
8 JULIO DE 2016



Nuestra Madre
Hijas mías, gracias os doy a todas las que habéis venido atraídos por mi llamada y la llamada de mi Divino Hijo a esta Hora Santa, con espíritu de amor, de fe y de sacrificio.
Gracias por ser piedras de amor donde mi Divino Hijo ha puesto su cabeza, donde ha descansado, donde ha recibido el alivio y el amor que el es negado en la gran mayoría de las almas, incluso en muchas de las almas que se llaman suyas.
Gracias por haber sido las verónicas que en esta noche habéis enjuagado su rostro de lágrimas de dolor por el desamor de los hombres.
Gracias por haber sido cáliz en los cuales mi Divino Hijo ha vertido su Preciosa Sangre y que en estos momentos es derramada por cada uno de vosotras y sobre ti, hijo mío, sobre este hogar y sobre los hogares de los presentes.
Y sobre todos vuestros familiares.
Sello de salvación, de protección, de curación, de liberación y de santificación.
Y a las almas que estáis aquí, venidas solo por el amor a mi Hijo, por el sacrificio que habéis hecho sin importaros lo que os duela u os deje de doler, los problemas y demás, solamente por venir a estar junto a Él y en ti, hijo mío, a enjuagar sus lágrimas, a darle vuestro amor, el Padre os ha puesto a los que estáis aquí presentes y habéis venido de esta forma que os he mencionado, un ángel del ejercito de San Miguel.
El os protegerá  y os cuidará en todos los momentos difíciles que os quedan por pasar.
Revestiros con las armas de la fe, de la humildad, del amor y de la caridad.
Sacar de vuestras almas de vuestros corazones todo mal pensamiento, todo orgullo y soberbia y revestiros del amor que mi Divino Hijo os ha dejado en esta tarde y su Preciosa Sangre.
No ser malpensados, quitar todo lo que desagrade a Dios de vuestras almas y vuestros corazones.
El poder de Dios nuestro Padre desciende sobre vosotras y sobre ti, hijo mío.
El poder y la misericordia de Dios Hijo, mi Hijo, vuestro Jesús salvador y redentor desciende sobre vosotras y sobre ti, hijo mío.
El poder y el amor del Paráclito desciende sobre vosotras y sobre ti, hijo mío.

Hijas mías, cuando estéis con mi Hijo y conmigo no llenaros vuestros corazones de preocupaciones y si es tarde o temprano.
Dejaros llevar por mi Divino Hijo por vuestra Madre y el Paráclito para sentir la gracia y el amor que se derrama en vosotros.
Con las preocupaciones de la hora y demás no podéis sentirlo plenamente.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

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