Vistas de página en total

jueves, 1 de septiembre de 2016

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
 
13 JUNIO DE 2016




Padre Eterno
Vuestro Padre está en medio de vosotros. Gracias por consolar mi corazón a través del corazón Inmaculado de mi Hija y del Sagrado Corazón de mi Hijo.
Gracias por acudir a la llamada de vuestro Padre Celestial.
Gracias por consolar este corazón roto de amor de tanta ingratitud, perversidad crimen y maldad, de tantos hijos que se han perdido en el camino y no quieren volver a encontrarse conmigo, su Creador y Padre.
¡Ay, hijos míos! si aborrecen a vuestro Padre, si aborrecen a vuestra Madre Inmaculada, si aborrecen a mi Divino Hijo que no nos han visto y hacen más sacrilegios con el cuerpo de mi Hijo en la eucaristía y con nuestra imágenes, ¿que no harán de vosotros?
Protegeros con todas la bendiciones que os hemos dado en el grupo en estos tiempos que corréis y que cada día son peores, las gracias, bendiciones y protecciones aumentan para los que creéis verdaderamente en ellas.
Sólo encuentro consuelo en las almas de mis pequeños y pequeñas. En  las almas que os reunís en grupos de oraciones.
Porque en mi Iglesia no encuentro tanto consuelo, sólo en los grupos que forman nuestros pequeños rebaños.
¿Cuántas almas acuden a mi Iglesia y a la vuestra?, ¿Cuántas por obligación o por pasar un rato, no por amor?
¡Cuánto desgarro tiene el corazón de vuestro Padre con tanto desamor y odio de una gran mayoría de mis hijos!
Por ello estos pequeños rebaños son luz que alumbran tanta, tanta tiniebla si no fuera por estas lucecitas que formáis vosotros y otros grupos de oración todo estaría peor. Todo se abría dado con más violencia y más agresividad y pocas almas, a penas ninguna hubieran llegado a la presencia de mi Divino Hijo en su Segunda Venida que esta pronto.
¡Ay, madres y padres que tenéis hijos, la felicidad que sentís cuando junto a vosotros, cuando son cariñosos con vosotros, cuando os abrazan, ¡Que felicidad más grandes sentís!
Pues nada es comparable a la felicidad de vuestro Padre con mis hijitos y mis hijitas que me aman.
Mi felicidad por ellos desborda todo mi corazón y repara tanto dolor y sufrimiento como me ocasionan tanto y tanto, tantos hijos que no quieren saber nada de Mí, que no me conocen otros y me odian.
No hagáis preguntas, demasiado que salvo a tanto familiares de vosotros ingratos que no merecen la salvación que por vuestras oraciones se salvan y ellos tienen que sufrir también la purificación aquí en la tierra, sino de una forma de otra.
Ellos con su sufrimiento también tienen que obtenerse la salvación, la salvación la obtienen a través vuestro pero ellos también tienen que padecer por ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario