MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 

SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

1 DE JULIO DE 2014

Jesús

Seguid caminando en mis huellas, esas huellas ensangrentadas en mi Preciosa Sangre.

No desanimaros aunque lo veáis todo mal, muy difícil y sin solución. No perder la fe, la confianza en vuestro Jesús.

A todos os doy,  en mi momento, que no es el vuestro.

Os necesito, necesito almas victimas, almas unidas a la Pasión de vuestro Jesús y a los dolores de mi Madre y vuestra.

Grandes dolores vienen a la tierra. Grandes sufrimientos, más de los que ya conocéis, hijos míos e hijas mías.

El hombre no escucha mis llamadas.

Salgo llagado y descalzo a sus encuentros y me da la espalda. Se ríen, se mofan y mi Corazón sangra de dolor por no poder traer a todos mis hijos a mi Sagrado Corazón.

La libertad del hombre, que mi Padre y el vuestro ha dado, la respeto.

Orad mucho por la conversión de los pobres pecadores.

Orad mucho también por vosotros y vosotras, por vuestros familiares y por el mundo.

No desanimaros, no perdáis la fe y la confianza.

Muchos de mis hijos al ver que nada sale como ellos quieren tiran la fe al suelo y la pisotean.

Orad, hijos míos e hijas mías, por estas almas de hermanos y hermanas vuestras para que la luz de mi Santo Espíritu les haga ver el horror que han cometido.

Mi paz y mi amor os dejo.

Y el poder de mi Padre y su bendición desciende sobre vosotros.

Mi poder y bendición, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo desciende sobre vosotros.

El fuego y la bendición del Paráclito desciende sobre vosotros.

Pero necesito de vuestros dolores y sacrificios al pie de la cruz, a los pies de mi Madre en el momento del descendimiento, cuando fui puesto en sus Inmaculados brazos, hijos míos e hijas mías.