MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
5 DE JULIO DE 2014
La Virgen
Reparar con la oración, con los sacrificios, los corazones
de Jesús y de vuestra Madre inmaculada, en este tiempo de verano en que las
almas se van de vacaciones y los que se llaman nuestros, muchos se olvidan, en
este tiempo, de su Dios.
Rezad porque en este tiempo de vacaciones hay más
lujuria y más pecados y nuestros Corazones se desgarran de dolor y las espinas
en ellos aumentan, si vosotros y vosotras, los reparadores y reparadoras de
nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones quitar con vuestro amor, oración y
sacrificios y llevar a cabo lo que llevamos diciendo en el grupo, las espinas
que los hombres ingratos, hijos míos, clavan sin piedad en nuestros Sagrados e
Inmaculados Corazones.
Rezar mucho por la conversión de los pobres
pecadores, por el Papa para que no se doblegue a la maldad de la masonería.
Rezar por unos eventos que vienen a la tierra y si no
lo evitáis con las oraciones junto a mi Inmaculado Corazón o el Padre no los
suaviza, gran dolor causarán en la tierra, en los lugares donde se den, hijos
míos.
El tiempo se acerca, todo está cumplido, todo lo
profetizado, hijos míos, se está dando, hay muchos eventos, hijos míos, que no
se van a poder suavizar ni quitar, los vais a tener que sufrir.
La segunda venida de mi Divino Hijo está próxima, más
de los que vosotros y vosotras suponéis.
El aviso está en puertas, prepararos para el Segundo
Pentecostés.
Preparar vuestras almas, de pureza, de humildad, de
amor, de caridad, de mansedumbre, de confianza, de fe, de esperanza.
Dejando todos vuestros miedos, sufrimientos y
problemas en los corazones de mi Jesús y el vuestro y de vuestra Madre
Inmaculada.
Cada vez veréis más señales en el cielo y en la
naturaleza. Mirad como están las estaciones, grandes calores se aproximan.
Las cosechas no producirán. Todo se estropeará por
las granizadas que han caído, por los cambios bruscos de temperatura, por el
calor.
Todo ello ya estaba profetizado, y vosotros, hijos
míos, abrir los ojos del alma y no manteneros ciegos.
Poco falta para que el reino de Jesús y de María, sea
dado en la tierra como lo es ya en el cielo.
Los cielos nuevos y la tierra nueva se están ya
preparando.
¡No tengáis miedo! seguir todos unidos a la vid y a
Nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones, todos unidos y dentro de Nuestros
Sagrados e Inmaculados Corazones nada tenéis que temer.
Amaros unos a otros como Yo os amo, hijas mías e
hijos míos.
Soportaros, tener paciencia y que os conozcan por el
amor que os tenéis unos a otros y por cómo os ayudáis unos y otros .
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