MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
28 DE MAYO DE 2014
La Virgen María
Hijos míos, os quiero explicar, un poco, el misterio de la Trinidad para que tengáis una ligera idea y que
nadie os confunda, hijos míos.
El Padre es nuestro
Creador, la Virgen dice nuestro, también suyo, creador de todo lo creado.
El Espíritu Santo es el
soplo de vida a toda la creación, Él que habita en nuestros corazones, Él que
mueve nuestras conciencias y nos lleva al arrepentimiento y a la verdad.
Él que sopla en vosotros y
os da los dones que necesitáis para avanzar en la vida espiritual y en el
camino que lleva a Dios, vida eterna y en lo que el Padre quiere de cada uno,
etc.
Todo ello es a través del
Padre.
Mi Divino Hijo, Jesús, es
la Segunda Persona, es la Palabra, el Verbo hecho Carne, hecho hombre por amar
a toda la humanidad, para enseñaros que todos los hombres pueden vivir la ley,
los Mandamiento y con su ejemplo, palabra y evangelio poder llevar una vida en
Dios para que podáis llegar a la eternidad.
Mi Divino Hijo Jesús, se
hizo hombre para enseñaros amar al Padre, en Él, y traeros todo el amor al Padre
a vosotros, para que lo conocierais, lo amarais, los glorificarais y los
adorarais, y fuerais a Él sin miedo, porque a un padre bueno no se le tiene
miedo, se va a Él con amor y confianza.
Hijos míos, no olvidaros
de ir al Padre que Él está con los brazos abiertos para acogeros en ellos y os
ama más a que El mismo.
No olvidéis que sois sus
hijos, que habéis salido de Él al soplar el Espíritu Santo a través del Padre
sobre vosotros os dio la vida, hijos míos.
Mi Divino Hijo se hizo
hombre para rescataros de las garras de Satanás y poder estar un día todos con Él en el cielo, pagando con su vida
y sangre vuestro rescate al Padre, Él es vuestro salvador y redentor.
Él es vuestro maestro,
Padre y Dios, que dio toda su vida desde el mismo momento en que entró en mi
vientre, os lo digo así, hijos míos, para que me entendáis todo bien.
Dio la vida por amor a
cada uno de vosotros, padeció por cada uno de vosotros, y se sigue dando en la
Eucaristía y todo el que esté en El no perecerá. El abolió la muerte y el que
crea en Él tendrá la vida eterna y como os ha dicho antes la portavoz, del Padre
desciende el Hijo y el Paráclito.
El Padre es creador y el
Hijo es Verbo, la Palabra y el Paráclito es el soplo de vida, el que está en
nuestras conciencias, el que nos incita a hacer el bien, a arrepentirnos y el que
nos da todos los dones que cada uno necesitamos para llegar fielmente a la
eternidad con Dios.
Es el fuego abrasador que abrasa
nuestros corazones, los funde en el Padre, en el Hijo y en Él. Y con el Padre y
el Hijo actúa fuertemente en todos nosotros y a cada uno da lo que le conviene.
Pero no penséis que el
Espíritu Santo actúa solo. Son los tres, el Padre creador, el Hijo redentor y
el Espíritu Santo santificador, es el que nos lleva a la gracia y a la santidad
si nos dejamos llevar por Él.
Pero jamás separéis al
Padre, al Hijo y al Espíritu Santo porque los tres reciben una mismo adoración
y gloria porque del Padre procede el Hijo y El Espíritu Santo, son tres
personas distintas pero un solo DIOS verdadero
Por lo tanto, no caer en
el error de dar más gloria a una Persona de la Santísima Trinidad que a otra
sino a los tres cuando habláis con el Padre estáis hablando con los tres;
cuando habláis con el Hijo estáis hablando con los tres; cuando habláis con el
Paráclito estáis hablando con los tres; cuando pedís a uno pedís a los tres,
porque los tres se funden en uno, recordarlo, hijos míos.
Es algo que quiero que os
quede claro, es lo que necesitáis en este mundo para que nadie os engañe y
nadie os lleve a engaños
Arriba en la eternidad
descubriréis todo el maravilloso Misterio de la Trinidad, aquí se os dan
pinceladas.
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