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domingo, 20 de julio de 2014

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES


28 DE MAYO DE 2014



La Virgen María
Hijos míos, os quiero explicar, un poco, el misterio de la Trinidad para que tengáis una ligera idea y que nadie os confunda, hijos míos.
El Padre es nuestro Creador, la Virgen dice nuestro, también suyo, creador de todo lo creado.
El Espíritu Santo es el soplo de vida a toda la creación, Él que habita en nuestros corazones, Él que mueve nuestras conciencias y nos lleva al arrepentimiento y a la verdad.
Él que sopla en vosotros y os da los dones que necesitáis para avanzar en la vida espiritual y en el camino que lleva a Dios, vida eterna y en lo que el Padre quiere de cada uno, etc.
Todo ello es a través del Padre.
Mi Divino Hijo, Jesús, es la Segunda Persona, es la Palabra, el Verbo hecho Carne, hecho hombre por amar a toda la humanidad, para enseñaros que todos los hombres pueden vivir la ley, los Mandamiento y con su ejemplo, palabra y evangelio poder llevar una vida en Dios para que podáis llegar a la eternidad.
Mi Divino Hijo Jesús, se hizo hombre para enseñaros amar al Padre, en Él, y traeros todo el amor al Padre a vosotros, para que lo conocierais, lo amarais, los glorificarais y los adorarais, y fuerais a Él sin miedo, porque a un padre bueno no se le tiene miedo, se va a Él con amor y confianza.
Hijos míos, no olvidaros de ir al Padre que Él está con los brazos abiertos para acogeros en ellos y os ama más a que El mismo.
No olvidéis que sois sus hijos, que habéis salido de Él al soplar el Espíritu Santo a través del Padre sobre vosotros os dio la vida, hijos míos.
Mi Divino Hijo se hizo hombre para rescataros de las garras de Satanás y poder estar un día  todos con Él en el cielo, pagando con su vida y sangre vuestro rescate al Padre, Él es vuestro salvador y redentor.
Él es vuestro maestro, Padre y Dios, que dio toda su vida desde el mismo momento en que entró en mi vientre, os lo digo así, hijos míos, para que me entendáis todo bien.
Dio la vida por amor a cada uno de vosotros, padeció por cada uno de vosotros, y se sigue dando en la Eucaristía y todo el que esté en El no perecerá. El abolió la muerte y el que crea en Él tendrá la vida eterna y como os ha dicho antes la portavoz, del Padre desciende el Hijo y el Paráclito.
El Padre es creador y el Hijo es Verbo, la Palabra y el Paráclito es el soplo de vida, el que está en nuestras conciencias, el que nos incita a hacer el bien, a arrepentirnos y el que nos da todos los dones que cada uno necesitamos para llegar fielmente a la eternidad con Dios.
Es el fuego abrasador que abrasa nuestros corazones, los funde en el Padre, en el Hijo y en Él. Y con el Padre y el Hijo actúa fuertemente en todos nosotros y a cada uno da lo que le conviene.
Pero no penséis que el Espíritu Santo actúa solo. Son los tres, el Padre creador, el Hijo redentor y el Espíritu Santo santificador, es el que nos lleva a la gracia y a la santidad si nos dejamos llevar por Él.
Pero jamás separéis al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo porque los tres reciben una mismo adoración y gloria porque del Padre procede el Hijo y El Espíritu Santo, son tres personas distintas pero un solo DIOS verdadero
Por lo tanto, no caer en el error de dar más gloria a una Persona de la Santísima Trinidad que a otra sino a los tres cuando habláis con el Padre estáis hablando con los tres; cuando habláis con el Hijo estáis hablando con los tres; cuando habláis con el Paráclito estáis hablando con los tres; cuando pedís a uno pedís a los tres, porque los tres se funden en uno, recordarlo, hijos míos.
Es algo que quiero que os quede claro, es lo que necesitáis en este mundo para que nadie os engañe y nadie os lleve a engaños
Arriba en la eternidad descubriréis todo el maravilloso Misterio de la Trinidad, aquí se os dan pinceladas.

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