MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 

SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

15 JULIO DE 2017

Nuestra Madre

Hijos míos, vuestra Mamá bajo la advocación de nuestra Señora del Carmen por haberme aparecido a Elías en el monte Carmelo y después a un hijo muy amado al que le traje el escapulario y lo puse en sus manos.

Hijos míos, os traigo en esta tarde, mi auxilio y mi socorro en estos días grandes de tribulación. Imprimo en vuestros corazones el escapulario para salvaros y libraros de tantos y tantos peligros como os acechan y os acecharán.

Estoy muy con contenta y muy feliz por haberme dedicado el santo rosario a esta gran advocación de vuestra Madre.

Todos los que lleváis impuesto el escapulario no os perderéis, Yo os salvaré, hijos míos.

Amar mucho el escapulario, amar mucho a vuestra Madre en él, pedir también a vuestra Madre mucho por las almas benditas del purgatorio y por los pobres agonizantes.

Pedidme que al igual que para pescar se necesitan redes, vuestra Madre, eche constante las redes del escapulario sobre el purgatorio y sobre los pobres agonizantes para que, en esos momentos, en los que muchos se pierden, reciban del escapulario gracias para pedir perdón y arrepentimiento, hijos míos.

El escapulario es prenda de salvación. De vuestra Madre hay millares de advocaciones, pero una de las más grandes es esta, hijos míos. La del escapulario.

Por ello, bendigo todos los escapularios que tenéis aquí con grandes gracias, bendiciones y protecciones para que se los pongáis a los moribundos y os prometo que, aunque tengan que pasar mucho, mucho tiempo en el purgatorio, esas almas se salvarán.

Los buenos pasarán a la antesala, los pecadores se salvarán del infierno y vagarán por un tiempo o mucho en el purgatorio y otros, mi escapulario los subirá directamente a mis brazos y a los brazos de mi Hijo.

Pedir mucho como os he pedido en Butarque por las benditas almas del purgatorio. Pedirme que les eche las redes del escapulario y pedirme por los agonizantes que mi escapulario también llegue a ellos, hijos míos.

Vestiros de mi escapulario, prenda de vuestra salvación eterna y prenda de evitaros muchos peligros, de daros muchos auxilios y socorros, de curar enfermedades del alma y del cuerpo, eso es mi escapulario. Y todas estas gracias con más gracias, con la fuerza de Dios Padre, de Dios Hijo y del Paráclito desciende sobre los escapularios