MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 

SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

20 DE JUNIO DE 2015

Nuestra Madre

Si, mi corazón Inmaculado sangra de dolor por los hombres ingratos, por la ingratitud de los hombres que han perdido a Dios y no quieren regresar con Él.

Estas espinas se clavan fuertemente en mi Inmaculado Corazón. Esta sangre que brota de él, es sangre mía y sangre de mi Hijo y la vierto sobre la humanidad para con ella atraer al mayor número de almas a mi Inmaculado Corazón y al Sagrado Corazón de mi Divino Hijo, vuestro Jesús.

Y sí, hijita mía, los perdono pero ellos no quieren mi perdón ni el de mi Hijo, se embravecen  más, se embrutecen más hasta arremeter con mis imágenes, con Jesús Eucaristía y con Jesús en los cristianos, porque en cada uno y cada una de vosotras está Jesús y lo que se le hace a cada uno y cada una de vosotras, se le hace a Jesús y a Mí, vuestra Madre Inmaculada.

En esa sangre fuiste, al igual que el mundo entero, redimidas, salvadas y conseguisteis la entrada al cielo y esa sangre fue el rescate de vuestra salvación y esa sangre es el sello para entrar a la vida eterna.

En tiempo de Moisés para castigar el Padre a Egipto por la soberbia del faraón y de los que tenían alrededor mandó a Moisés que dijera a los israelitas que marcaran las puertas de sus casas con la sangre de un cordero.

Ahora sois marcadas y marcados con la sangre del Cordero de Dios que quita los pecados del mundo, ya lo fuiste en el momento en que mi Divino Hijo derramó toda su sangre por la salvación de todo el género humano y una y otra y otra y otra su sangre es derramada para seguir salvando las almas de los pecadores más empedernidos pero la mayoría dicen no a Dios.

Y mi Divino Hijo derramando ya lágrimas de sangre por sus ojos de tanto dolor se tiene que retirar de esas almas ingratas que le vuelven a crucificar, a flagelar y a escupir y a traicionar.