MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
8 DE AGOSTO DE 2015
¡Señor mío y Dios
mío, cúbreme con tu Preciosa Sangre!
Hijos míos,
vuestro Jesús se ha hecho presente en este cenáculo junto con mi Madre y
vuestra formado y dirigido por nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones.
Hijos míos, no ser
idólatras y no adorar a otros dioses que vosotros creáis sino al Dios
verdadero: al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, que me da mucha pena cuando
trabajo en vosotros y en las familias y atribuís la mejoría a otros.
Yo, el Hijo del
Dios vivo y mi Madre y vuestra estamos presentes en el grupo y en los hogares
de las almas del grupo que intentan hacer mi santa voluntad y seguir la fe.
Así trabajo en
vosotros, en vuestros hogares y en las familias. Que algunas no sois
conscientes de que todo un Dios se manifiesta en medio de vosotros y que sufre
en vuestros sufrimientos y me alegro en vuestras alegrías y mi corazón lleno de
amor, compasión y misericordia se conduele ante vuestros sufrimientos y pongo
la mano en ellos.
En unos veis los
resultados rápidos, en otros hay que esperar porque si actuara en eses momento,
al no estar el fruto maduro, de nada serviría y no que lo que os doy la
achacáis a otros.
Nada ni nadie, ni
siquiera los santos, pueden hacer milagros sino es porque Yo lo permito y actúo
a través de ellos. Y en el grupo estoy dando mucho y estáis algunas tan ciegas
que no lo veis.
Meditar los
mensajes que son enseñanzas y consejos de un padre y una madre a sus hijos, que
lo tenéis todo aquí y buscáis en otros lugares mis palabras y las de mi Madre y
son las mismas, hijos míos.
Mi amor os dejo,
hijitos míos.
Tener el corazón
limpio y puro para acogerlo. Sólo el corazón limpio y puro recoge la paz y el
amor que os da Dios, hoy el Hijo del Dios vivo, la segunda persona de la
Santísima Trinidad.
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