Vistas de página en total

viernes, 17 de agosto de 2018

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

15 JUNIO DE 2018



Jesús
Hijos míos, vuestro Jesús ha estado y está presente en medio de vosotros. En todos los momentos de vuestra vida estoy junto a vosotros, pero como ya os he dicho en esta gran Hora Santa, cuando más cerca estoy de vosotros y mi corazón se abre de par en par para adentraros fuertemente en él es en los momentos de vuestros padecimientos, de todos vuestros sufrimientos, dolores, enfermedades y problemas.
Y en todas las necesidades, hijos míos, que tengáis y tenéis.
Soy el Dios del amor y de la misericordia, mi corazón está presto a escucharos.  Venid a mí, en todos vuestros sufrimientos, hijos míos, que Yo, vuestro Jesús, estoy para consolaros, para abrazaros y para llevaros, como os he dicho, a lo más profundo de mi corazón. 
Os amo tanto, hijos míos, que gracias os doy por haber acudido a la llamada de mi sagrado Corazón a consolar a vuestro Jesús, en tantas penas y dolores como padezco por la ingratitud de los hombres, de los que son míos y de los que no son míos. 
He recibido el bálsamo de vuestro amor, vosotros recibir el bálsamo de vuestro Jesús, la fuerza de vuestro Jesús para seguir caminando en mis llagas, en vuestras penas, tribulaciones, dolores, sufrimientos y necesidades, hijos míos.
Aquí estoy Yo, vuestro Jesús, venir siempre a Mí, y contármelo todo que es lo que deseo, hijos míos. 
Que contéis conmigo para todo, para lo bueno y para lo malo.
Gracias, hijos míos, gracias, por haber consolado a vuestro Jesús. Por haber podido reclinar mi cabeza ante vosotros. 
Oración, sacrificio y penitencia, amor y humildad.
Para poder atraer a mi corazón a otras almas de vuestros hermanos que caminan sin Mí, por el precipicio y que están a punto de caer en el infierno, hijos míos. 
Para que sea suavizado por la misericordia de mi Padre todo lo que vais a vivir, estáis entrando en el huracán, hijos míos. 
Pero ello, no es traído por mi Padre, como muchas almas piensan, ello es traído por la perversidad y el pecado de los hombres. 
Pero no angustiaros, cuando el hombre crea que todo está perdido, mi brazo se alzará y entonces será la victoria, hijos míos.
Caminar en mis huellas ensangrentadas, no vacilar, seguir recto, que estamos junto a vosotros y a nada debéis temer.
Os bendigo en el poder, en la fuerza, en el amor y la misericordia de mi Sagrado Corazón. 
In nomime Patris, Filii et Spiritu Sancti
Quedad en mi paz y en mi amor, hijitos míos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario