Vistas de página en total

martes, 2 de mayo de 2017

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
 

17 ENERO DE 2017



Nuestra Madre
Hijitos míos, vuestro Jesús en Getsemaní se ha hecho presente en medio de vosotros. Y hago una llamada a mi ejército, al ejercito de los apóstoles de estos últimos tiempos a que seáis prudentes, pero no cobardes. Que no os pase como los apóstoles que huyeron aterrados de miedo cuando fui prendido en Getsemaní.
No tengáis miedo ni sintáis vergüenza de mi nombre ni el de mi Madre, hijos míos.
Proclamar mi nombre y el de mi Madre en los cenáculos, alto y claro.
No estar amedrentados ni con miedo que vuestro Jesús dio la vida por cada uno de vosotros y no sentí miedo sino un amor inmenso y en ese amor os abrecé a todos vosotros, hijos míos.
¡Basta ya de tener miedo al vecino y a los hombres que vayan en contra mía y de mi Madre!
No será tocado un pelo de mi ejército sin el permiso de mi Padre.
Orar por todas las calumnias, profanaciones que hacen a vuestro Jesús y a mi Madre y vuestra. Y a nada debéis temer porque en vuestros corazones lleváis el estandarte de amor de mi Sagrado Corazón y el estandarte de amor del Inmaculado Corazón de mi Madre y vuestra.
Ser prudentes sí, pero no cobardes y no vayáis escondiendo las imágenes por las calles.
No digo que no las cubráis, pero la cara de mi Madre al igual que mi rostro no cubrirlo para que mi bendición y la de mi Madre llegue a algunos corazones endurecidos, hijos míos.
Ser valientes y no cobardes.
El tiempo profetizado, el tiempo escrito en las Escrituras para estos tiempos al igual que en el Apocalipsis han llegado.
Os vuelvo a repetir: Prudentes si, cobardes no.
Consolar a vuestro Jesús y a vuestra Madre en estos tiempos de tanta traición, de tanto odio a vuestro Dios y a vuestra Madre.
De tanto desamor, con vuestro amor ponerlo por obra, hijos míos.
Os bendigo con gracias, bendiciones y protecciones muy, muy especiales para que llevéis a cabo esta labor y no seáis tocados al no ser por el querer del Padre, hijos míos
Y todos los objetos quedan bendecidos con estas gracias, protecciones y bendiciones con estas mismas gracias contra los enemigos de Dios y los vuestros porque son los mismos, hijos míos.
El poder de Dios Padre, su amor y su misericordia desciende sobre vosotros y los objetos religiosos con estas bendiciones.
El poder, el amor y la misericordia de Dios Hijo, que es El que está bendiciendo, desciende sobre vosotros y los objetos religiosos con estas bendiciones.
El poder, el amor y la misericordia del Paráclito desciende sobre vosotros, sobre los objetos religiosos con estas bendiciones, gracias y bendiciones
Quedad en mi paz y en mi amor.
Besa el crucifijo, hija mía
Ante él Satanás no podrá hacer nada.
Llevar todos con vosotros, hijos míos, una cruz, un rosario o una medalla de San Benito. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario