MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 

SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES

 

17 MARZO DE 2017

Nuestra Madre

Gracias os da vuestra Madre por haberme y haber acompañado a mi Divino Hijo en esta Hora Santa.

Por haber acudido a nuestra llamada, a consolar y a desagraviar los dolores de vuestra Madre y los dolores de mi Jesús y el vuestro.

¡No sabéis bien toda la gloria que recibe mi Divino Hijo y yo, su Madre y vuestra, en esta Hora Santa!

Mi Divino Hijo en vosotros, a través de vuestra Madre Inmaculada, es consolado y en vosotros descansa su Divina cabeza de tanto dolor y sufrimiento que los hombres ingratos le producen.

¡Con qué amor dio su vida por todos, y no todos, hijos míos e hijas mías, no todos, han cogido, ni cogen el sacrificio de amor de mi Divino Hijo, en el que dio su vida por cada hombre, mujer y niño de todos los tiempos!

Ello, hijos míos, pone triste nuestros corazones llevándolos a un dolor infinito al ver y sentir la ingratitud del hombre.

Por el que dio todo, por ellos y no ha recibido ni recibe nada más que burlas, bofetadas y desprecios.

Orar mucho por la conversión de los pobres pecadores.

Por cada llaga de los que le habéis hecho esta tarde, para reparar a vuestro Jesús en la cruz y los dolores de vuestra Madre, por cada llaga habéis recibido una gran gracia.

Os diré alguna, una para vosotros, otra para cuando pidáis por vuestros familiares y otra para cuando pidáis por algún hermano.

Estas son tres de las gracias que habéis recibido en esta tarde, los que habéis hecho las Llagas.

Por cada una de ella, habéis recibido gracias muy, muy especiales.

Para el tiempo también en el que estáis, para el que os viene, para la hora de la muerte. Y para los que lleguéis hasta la cumbre en el Reino de la Paz y muchas más.

¡Por cada llaga una gracia especial!

Cuando se os pide algo, hijos míos, más recibís vosotros que nuestros corazones porque al hacerlo se os da el ciento por uno.

Sed muy humildes y manteneros todos muy, muy, muy unidos. Y aceptaros tal y como sois.

Como el Padre, el Hijo y el Paráclito y vuestra Madre Inmaculada os aceptan individualmente. Y a cada uno de los presentes os digo: hablar con amor y poner también todo vuestro corazón en no hacer daño a ningún hermano. Que algunos solamente veis lo que os hacen a vosotros. Pero ¡Ayyy!, y ¿lo que hacéis vosotros, que?

Mi Inmaculado Corazón os bendice en el nombre de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo.

Quedad en la paz y en el amor que os dan esta noche nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones desgarrados y doloridos y reparados por vosotros.