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martes, 2 de mayo de 2017

MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN 
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
 

4 MARZO DE 2017



Ángel de España
La paz y el amor de nuestro Salvador Redentor Jesús inunde tu corazón, hermanita mía.
Gracias por haberte acordado de mí y haber ofrecido la santa misa también para repararme y en acción de gracias.
Soy, hermanita mía, el Ángel de España y gracias a todos los hermanos y hermanas del grupo que os habéis acordado de mí y habéis ofrecido la santa misa.
Soy, como ya os he dicho, el Ángel de España y mi misión es cuidar de este país, de todos los españoles y de todos los que viven en España. Si pedís y piden mi ayuda y protección.
Pero con dolor os digo que soy muy poco conocido y olvidado. Y ello, produce un gran dolor a nuestra Madre y a nuestro Jesús que me ha puesto en esta tierra para cuidarla, bendecirla y protegerla. Y con los olvidos y el desconocimiento si no se acude a mí nada puedo hacer.
En esta tierra de María y que el enemigo de las almas, Lucifer, la quiere destruir a través de los hombres que quieren quitar de ella a Dios y a nuestra Madre bendita e Inmaculada, pero no lo conseguirán del todo.
España es tierra de María, tierra del Sagrado Corazón donde nuestra bendita e Inmaculada Madre ha puesto sus pies en muchas ocasiones, en algunos lugares.
Esta tierra está bendecida por las plantas virginales de María y por el Sagrado Corazón y nada podrán contra ella y no todo el mal que quieren sembrar en ella dará el fruto que ellos quieren.
Mi espada la defiende y la defenderá. Es verdad que tiene que ser purificada, pero surgirá toda bella y hermosa y de todos los países vendrá a ella atraídos por el Sagrado Corazón y María Inmaculada.
Escribe lo que has visto esta tarde, hermanita.

Rosa
He visto, en el momento de la consagración, en el altar, a la izquierda de rodillas, al Ángel de España.
El escudo clavado en el suelo, en una parte de su izquierda y la espada clavada en el suelo a su derecha.
¡Era hermosísimo! Todo lleno de luz, de una luz dorada, en la parte derecha del altar he visto a la Santísima Virgen con una túnica blanca y un manto azulón oscuro tirando a azul marino; la Virgen y el Ángel estaban esperando al señor que bajaba en esos momentos para ser nuestro alimento.

Ángel de España
Ha sido hermoso y maravilloso, así ha sido hoy en todos los templos de España, he estado con nuestra Madre tal y como me has visto, hermanita mía.
No olvidaros de mí, tener un pensamiento, una oración o unas palabras a vuestro Ángel, que no sea solo los sábados en el grupo sino diariamente.
Ello me llena de alegría y no me siento solo y os lleno de las bendiciones que el Padre me ha dado para daros y os doy mi ayuda y protección.
Os bendigo con el amor de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo y con una bendición y protección muy especial que os da vuestro Ángel, el Ángel de vuestra nación, el Ángel de los españoles y de todos los que viven en España.
Esta bendición y protección desciende sobre cada uno de vosotros y todos los objetos religiosos quedan bendecidos con grandes bendiciones y protecciones de vuestro Ángel para todo el que los lleve con amor y contra el poder del maligno y sus secuaces.
El poder, el amor y la misericordia de Dios Padre desciende sobre vosotros y los objetos religiosos.
El poder, el amor y la misericordia de Dios Hijo desciende sobre vosotros y los objetos religiosos.
El poder, el amor y la misericordia de Dios Espíritu Santo desciende sobre vosotros y los objetos religiosos, quedando en vosotros estas bendiciones y protecciones que os he dado al igual que las bendiciones y protecciones que también os he dado a los objetos religiosos.
Ser siempre fieles a Jesús y María y amarlos y demostrarlo con todas las enseñanzas que os han dado y os dan, hermanitos y hermanitas mías.
Que esta Cuaresma os sirva para crecer más en el amor a Dios y a vuestra Madre, poniendo en práctica todo lo que se os ha dado y corrigiéndoos de vuestros mayores defectos y amándoos los unos a los otros como tantas veces se os ha dicho.
Que se os conozca por el amor que os tenéis entre vosotros y el prójimo y por vuestros buenos hechos para que puedan las almas ver el rostro de Jesús en el vuestro y vuelvan muchas almas al rebaño del Buen Pastor.
¡Ánimo! Que lo podéis conseguir, hermanitos míos.

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