MENSAJE PARA EL GRUPO DE ORACIÓN
SAGRADOS E INMACULADOS CORAZONES
2 MARZO DE 2017
Nuestra Madre
¿Qué es lo que estás viendo?
Rosa
Veo a la Santísima Virgen toda vestida de blanco con
un manto azul marino sobre una bola de luz.
La Virgen extiende sus manos y de sus dedos empiezan
a caer como gotas de agua llenas de luz a raudales y rayos de su Inmaculado
corazón.
Su mirada es tierna, amorosa y muy dulce.
Va posando su mirada en cada uno de los presentes.
Nuestra Madre
Gracias, hijos míos e hijas mías, por haber acudido a
nuestra llamada a reparar a mi Divino Hijo en el Santísimo sacramento del
altar, a Jesús Eucaristía.
Por la reparación que habéis dado con los labios y
con el corazón, vuestro Madre Corredentora se ha hecho presente en uno de los
cenáculos formados y dirigidos por nuestros Sagrados e Inmaculados Corazones. El
cenáculo dedicado a mi Divino Hijo, Jesús Eucaristía.
Sobre cada uno y cada una de vosotras han sido derramadas
las gracias que han brotado de mis manos y de cada uno de mis dedos, hijos
míos, y de mi Inmaculado Corazón. También han caído sobre todas las peticiones,
angustias, dolores y sufrimientos traídos aquí en esta tarde.
Sobre vuestros hogares y sobre los que habitan en
ellos, hijos míos.
¿Has visto, hija mía, como por un milagro de tu Madre
y el Padre hemos llegado a ti, y a través de ti a tus hermanas?
La imagen de tu Madre y vuestra Madre corredentora.
Al pie de la cruz os acogí, os adentré en mi Inmaculado Corazón como a niños
pequeños desamparados para atraeros a mi Inmaculado Corazón y de mi Inmaculado
Corazón depositaros en el corazón de mi divino Hijo.
El grupo de los Sagrados Corazones fue uno de los
primeros en los que se pidió las firmas para que se presentaran al santo padre.
Para que se proclamara el dogma de vuestra Madre corredentora. Al igual que fue
uno de los primeros al que se le pidió las firmas para que se proclamara este
último dogma.
Así, ha sido el primero en España en tener mi imagen.
El primer grupo donde nos manifestamos porque ya en España, hijos míos e hijas
mías, se quedó una imagen de vuestra Madre Corredentora.
¿Has visto, hija mía, como te doy, como doy a todos,
el ciento por uno?
Si seguís caminando en las pisadas de mi Hijo, seguir
a mi Inmaculado Corazón y todas las enseñanzas ponerlas en práctica, que os
estamos dando.
Vuestra Madre corredentora os bendice con las gracias
que brota de mi Inmaculado corazón y de mis manos inmaculadas. Al igual, que a
los objetos religiosos que habéis traído en esta tarde para los enfermos de
cuerpo y de alma.
El poder de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios
Espíritu Santo desciende sobre cada una y cada uno de vosotros y sobre los
objetos religiosos.
Quedaos en mi paz y en mi amor que no es otra que la
de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
Besar a mi Divino Hijo en la Eucaristía y
seguidamente el corazón de vuestra Madre.
Pero con mucho cuidado. No me vayáis a romper las
manos que las tengo llenas de gracias para darlas a todo el que venga ante mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario